Papel Arrugado (Gonkillugon)

Buen Perdedor.

Viendo el basto océano desde arriba de un acantilado, me dirigía a tu casa. Acabo de llegar a isla ballena por una carta que me enviaste hace unos días, ponías en ella que viniera de inmediato para hablar de algo serio y que no podía ser revelado por escrito que me lo tenías que comunicar en persona. Así que, aquí estoy a unos pasos de volverte a ver desde hace años con una maleta en mano y un presente en la otra, los nervios hacen que me detenga a pensar que es lo que diré cuando te vea, o si debo ir al grano de lo que querías hablar, pero el tiempo se me agota porque ya estoy frente a la puerta de tu casa, mis manos sudan y mi respiración es acelerada, cuando estoy a punto de tocar una voz femenina me llama al lado mío.
-ERES KILLUA ¿NO ES ASÍ?- era mito que se acercaba a mi desde la derecha - Como has crecido- me sonrió gentilmente a lo que yo correspondiente le regrese el gesto-, Gon te ha estado esperando pero ahora no está en la casa- ella se adentro y abrió la puerta- aun así pasa puedes esperarlo en la sala si gustas- vi como la pelirroja se dirige a la cocina -.Gracias - me senté en uno de los sillones de la pequeña sala rústica mientras veía el panorama de la pequeña habitación alumbrada por la luz de afuera de la puerta y las ventas- Lamento no tener más, si hubiera sabido que llegabas hoy tendría comida ya preparada-. No se preocupe- tome el vaso con agua potable que trajo junto a una jarra que dejó sobre la mesa de centro hecha de madera-, yo soy el culpable por no haber avisado- tome un sorbo del líquido transparente del vaso de vidrio-, no quería que Gon hiciera un alboroto con mi llegada después de todo hace años que no nos vemos - veo mi reflejo sobre el agua entre ondas por el movimiento de mi propio cuerpo-. Lo extrañas mucho ¿No es así?- pregunto la señora Freecss con amargura- Que más puedo decir, si es un rotundo sí- deje el vaso sobre la mesa medio vacío-, él fue mi primer amigo y sigue siendo mi mejor amigo- me miro con una sonrisa para cambiar la por una cara de preocupación-. Él me contó que sucedió hace cinco años, descuida- mi mirada se dirigió a ella donde sus facciones eran iluminadas por el sol del medio día-, dime Killua ¿Tu aún lo quieres de esa forma verdad? - voltie de inmediato mi mirada hacia aquel vaso donde mi ojos se podía reflejar - Me temía eso- se levantó y oí sus pasos acercarse hasta que pude ver sus zapatos sobre la madera del piso y se sentó junto a mí comenzando a acariciar mi cabello- pase lo que pase recuerda que no es culpa tuya, a veces las cosas suceden-, no se a que se refería pero aparte mi cabeza y la mire aún con su mano levantada para darme consuelo-. No- me miro confundida-, yo ya no estoy enamorado de Gon- creo que ella al igual que yo no creyó en mi mentira por la manera en que sonrió-, eso fue cuando éramos adolescentes y las cosas no terminaron como uno deseaba- ella escuchaba a tenta a mis palabras al igual que yo para saber cómo reafirmar lo que decia- aunque eso no impidió que siguiéramos siendo amigos. Él y yo hemos madurado y sabemos que es lo que buscamos y yo ya no soy códependiente de él- suspiro y tomó un poco más de agua-. Lo comprendo- soltó ella acarició mi cabeza y se retiró afuera de la casa -GON NO TARDARÁ EN LLEGAR- grito ya a la distancia para que la escuchará.

La tía de Gon sé que no me creyó, soy bueno mintiendo pero cuando estoy con ella y veo sus ojos que expresan cariño y comprensión, no puedo mentirle de una manera convincente porque una parte de mí quiere ese apoyo. Tomó en mis manos el presente que traje envuelto en papel de correo, nada llamativo, observando el reloj de la pared los minutos son tensos, quisiera escapar fugazmente, dejar el regalo y llamarle diciéndole que tuve un compromiso urgente. Oigo a alguien entrar por la puerta pero todo se pone negro, y se de lo que se trata -Gon- digo con una sonrisa- se que eres tú idiota- tomó las manos ajenas sobre mis ojos-, deja de jugar ya no tenemos doce años para hacer estas cosas-, no hay respuesta a mis demandas pero escucho una rosilla al fondo sabiendo que es él- te lo adverti- lo tomó de sus brazos y lo lazo hacia delante- YA TE DIJE QUE ODIO LOS JUEGOS ASÍ- era mentira pero hacerlo sentir culpable me agradaba. Gon cayó perfectamente sobre la mesa de centro sin tirar el vaso o la jarra de cristal, vi su espalda ancha tapada por una playera blanca de manga corta, sus torneadas piernas cubiertas por unas bermudas verdes que combinaban con sus sandalias negras -No cambias ¿Cuando dejaras de hacer niñerias? Eh Gon- voltio hacia mi con su enorme sonrisa rascandose la nuca mientras yo me sentaba cruzando las piernas- Es solo que me pareció buena idea, pensé que te agradaría- se bajo de la mesa y se sentó en el sillón de a lado donde antes se sentó Mito san- Debo de admitir que fue divertido, pero no lo vuelvas a hacer porque si lo haces en un lugar público te arrancaría la cabeza por jugarle al
- Ya llegaste Gon- era Mito que entró de improviso y casi digo una mala palabra frente a ella que vergüenza me habria causado-, bien veré si ya está listo lo que deje en el horno y acabo la comida de esta tarde- Mito paso de entre nosotros dos y de nuevo se dirigió a la cocina -por lo mientras porque no van a dar un paseo y Gon te cuenta lo que haremos este otoño- Mito le dio una cara amenazante a Gon y él sonrió de lado, sentí que eso que ocultaban lo habían pospuesto demasiado para poder decírmelo, porque pronto sería otoño para ser exactos en dos semanas -Killua - mire a Gon y ya no tenía la misma expresión de alegría que me dio al vernos era más bien de preocupación- te parece si vamos al lago, quiero platicar de lo que te escribí hace unos días- hubo un nudo en mi estómago como si se preparara para un golpe muy fuerte, deje mis cosas en la sala de Gon y lo acompañe a dar el "paseo" Entre los árboles él comenzo la plática-¿Y como has estado?- y yo lo seguía esquivando las ramas y arbustos que se inter ponían en mi camino- Ya sabes, lo común, matando personas por dinero - Gon no se sorprendía de aquello, el sabía que regresé desde que nos separamos, al negocio familiar- ¿Cómo están tus hermanos?
-Como siempre, siguen mis órdenes aunque como yo, siguen más las órdenes del abuelo y papá- seguíamos caminando entre el páramo del bosque -¿Y tu que has logrado?
-Ehh pues e ido a misiones como cazador después de que me ayudaste a recuperar mi Nen
-No te cansas de eso, siempre te a gustado arriesgar tu vida, no lo parece pero tu padre y tu tienen eso en común
- jajaja es verdad- Gon subió a un árbol- sigueme- me dio su mano el ya estándo encima de la rama era innecesario pero acepte la ayuda- ¿y que te parece la isla, killua? Hace años que no vienés.
-No importa cuantas veces deje de venir parace que aquí no pasa el tiempo, si nos vieran hoy dirían que seguimos siendo los niños de hace quince años.
-Supongo que sí- seguíamos subiendo el árbol, hasta que Gon se quedó sentado en una rama bastante ancha donde cambiamos ambos. Dejamos que el viento hablará por nosotros, soplando nuestros cabellos y observando la increíble vista hacia el mar que no parecía tener fin aunque todo lo que conociamos era un simple charco. Al pasar unos minutos contemplando el abismo por fin me decidí a hacerle frente al tema -¿De que querías hablar? - Gon valvucea palabras sin sentido para encontrar la mejor e iniciar una explicación pero no es muy bueno con las palabras, es directo y cuando no lo es siempre lanza pretextos -Lo lamento, Killua realmente lo lamento.
-¿Porque te disculpas?
-No puedo empezar esto sin disculparme por lo que pasó hace cinco años.
-Ya da igual lo que pasó, porque nos dimos cuenta que no iba a funcionar. Aunque si dolió.
-¿Lo ves? trato de enmendar todo, lamento haberte dejado en él restaurante aquella noche, no estaba listo para un compromiso de esa magnitud.
-Que te dejen con el anillo de compromiso en la mano rodeado de personas no se olvida tan fácil.
-Sí- buscó algo el su bolsillo al sacar lo que fuera que traía lo conservaba en su puño-, Killua eres mi mejor amigo desde que tenemos doce y salí contigo por dos años, esto no quiere decir nada, no quiere decir que ya no te quiera - me vio fulminante con sus ojos marrones mientras el viento mesia sus cabellos negros- antes de echarme a correr como un cobarde, no sabía exactamente qué sentía por ti, estaba confundido. La pase toda lo noche caminando sin rumbo hasta que lo entendí, yo, perdón, yo estaba contigo por compromiso, te debía una- mi garganta se le hizo un nudo no sabía si la brisa humedecio mis ojos o era algo más-, por ayudarme a recuperar mi Nen, no no era amor.
-Ahora entiendo porque al siguiente día se te hizo fácil romper conmigo y te fuiste.
-No quería decirte en ese momento. Sabía que llorarías más de lo que lloraste esa vez. Y no me gusta verte llorar.
-¿Es lo que querías decirme?
-No del todo- miro su puño y contrajo sus piernas hasta su pecho abrazándose así mismo- yo, en estos años que no nos vimos, conocí a alguien - ya sabía a donde iba todo esto, no era necesario más parloteo para algo tan obvio-. Basta Gon- me miro triste y cabizbajo- no hace falta que me lo digas, eres novio de alguien más- asintió con la cabeza-, no importa, nosotros terminamos y solo somos amigos, ya da igual si decides hacer tu vida con otra persona.- quería soltar a llorar pero tenía que permanecer fuerte como si ya lo hubiera superado pero su voz me quebró- Y me voy a casar- no se si mi corazón se habrá oído quebrar porque unas aves salieron volando del árbol- yo, quería invitarte a la boda pero no sin antes hablar contigo, no era justo decirte por una carta o que te llegará la invitación por correo, killua- oí mi nombre en un susurro solo sentía agua salir por mis ojos y vi su rostro lleno de preocupación - No quería que pasará esto- Gon se acercó y con una de sus manos quito varias de mis lágrimas - ya no llores- yo como él empece a limpiar mi rostro- Eso intento- le dije - Killua, tal vez no es el momento pero- lo vi aún con mis ojos vidriosos- esto es tuyo- tomó mis manos y sobre la palma de una ellas colocó un anillo de plata con un zafiro incrustado- lo compre para tí, un día antes de que tu me propusieras matrimonio pero, no pude- me miro a los ojos y con ambas manos tomó mis mejillas limpiando las pocas lágrimas que salían.-Vamonos, mi tía nos está esperando- él fue el primero en bajar del árbol yo me quedé un momento observando el anillo que me dió, y sin pensarlo me lo puse.