"Life on the nickel" -Foster The People. (Terminada)

XIII: "El chico de los ojos soñadores y el otro de ojos verdes."

Narra ____

-No mamá, no me quedaré acá para siempre, sería una pérdida de mi preciado tiempo. -le contesté justo antes de tomar mi desayuno de la barra para irme al pequeño comedor. Mi madre me había venido a visitar, e insistió en cocinarme el desayuno envés de yo invitarla a desayunar.

-¿Y entonces a dónde te irás a estudiar? -dijo ella con una preocupación en su voz, siguiéndome hacia el comedor, nos sentamos y yo seguía sin darle respuesta. -¿____?

-Ah, sí...Yo, me gustaría irme a España, es una cuidad hermosa, a parte de que siempre ha sido mi sueño.

-Nena, deberías quitarte esa joyería de la cara. -me regañó por milésima vez.

-¡Mamá! No estamos hablando de eso, no me cambies de tema, por favor. -Rogué, mi madre siempre me cambia de tema justo cuando hablamos de algo muy importante. Yo sé que ella tiene miedo, yo también, pero si no tomo riesgos, terminaré mal.

-Es que nunca me ha gustado, sé que eres mayor de edad ya, pero...pareces pandillera.

-¡No sé qué te ocurre! ¡Siempre me estás criticando, juzgando, nunca estás bien con lo que yo soy! ¡Siempre tratas de cambiarme!

-______, cariño...-trató de calmarme tocando mi mano, pero eso sólo hizo que me alterara aún más.-Perdóname.

-Sí, claro...-dije apartando mi mano de la de ella. -Tengo que irme. Isom y Sean salen del hospital hoy. No quiero perdérmelo.

-¿Quiénes son ellos? ¿Fumas con ellos?

-¡No mamá! Son de mi nuevo grupo de amigos.

-¿Segura de que no fumas...-Estaba por preguntarme de nuevo, siempre me questiona, nunca ha confiado en mí. Soy sólo una de sus cuatro hijas, y en la que menos confía, a la que menos quiere, ¿no es eso triste?

La interrumpí con mucho enojo en mi ser.-¡Por Dios! ¡Qué no! ¡No fumo, no me drogo, no bebo!-Me paré de la silla en la que estaba sentada en forma de protesta.-Ya deja de...

Ella decidió interrumpirme también.-¡No me digas que no, ____! ¡Porque...¿Qué pasó cuándo se fue Michael?! ¡Bebías y bebías hasta quedar tirada en la acera de algún bar! -gritó, se paró de su asiento también. Y tenía toda la razón, me tomó por sorpresa porque pensé que ella no lo sabía, mi hermana mayor sí lo sabía, y también Kathy, porque ellas eran las que me ayudaban. Me recogían el cabello cuando vomitaba, me daban un tremendo sermón, !y directo a la cama! ¡sana y salva gracias a ellas! No tuve las suficientes agallas esta vez para responderle a mi madre, creí que sería mejor quedarme callada. Y así lo hice. No salió palabra alguna de mi boca. Caminé hacia la puerta, y salí. Dejé a mi madre en mi apartamento. Pero en ese momento estaba tan enojada que no podía visualizar las consecuencias. El enojo es demasiado malo, te ciega.

(...)

-¿Aló? -escuché su gloriosa voz luego de esperar unos segundos con el teléfono pegado a mi oído.

-¡Hola! Eh, este...Lamento molestar, pero...creo que no podré ir con ustedes a recoger a los chicos del hospital.

-¿_____? ¿Y por qué no? -preguntó, creo que todavía era demasiado temprano cómo para haberlo llamado, porque su voz se oía más ronca de lo normal, les juro que pude imaginármelo todavía entre las sábanas de su cama, con el cabello despeinado y sus ojos soñadores.

-No tengo cómo llegar...Y tuve un problema...Y no me siento bien...Y...Y, simplemente no creo que pueda. -terminé luego de balbucear como idiota.

-¿Qué dices? Yo puedo llevarte. -Me ofreció cordialmente, él todo un caballero cómo siempre.

-Gracias, lo agradezco...Pero no ando con ánimos....-Se me cortó la voz a mitad de la oración, iba a romperme a llorar de nuevo, pero ya no quería hacerlo, no quería que todas las personas que estaban en el parque me vieran llorar, no por segunda vez en la misma hora. ¿Qué pensarían?