09

790 59 32
                                    

En algunas ocasiones, sigo intentando comprender la forma de actuar de Mike, aunque ni siquiera tengo una razón para hacerlo, probablemente sea porque sus acciones eran muy contradictorias, incluso me llegó a decir palabras muy bellas, que me hacían creer que en verdad me amaba, aunque, tampoco sé si realmente me lo decía de verdad o solo era lo que esperaba que le funcionara para que volviera a tener relaciones con él, al final, eso nunca lo sabré. Pero hoy sé que, aunque quizá alguna vez llego a desear algo diferente de mí; él siempre fue lo que fue, solo sexo y nada más, mientras que en realidad, nunca fui más que su "Little Bitch". Por eso creo que es una de esas personas que no vale la pena mencionar y que, sin embargo, se convirtió en pieza clave de mi vida.

Pero en ese momento sentía que no podía con todo lo que me sucedía y lo único que deseaba era desaparecer.

—¿Cómo has estado? —se sentó a mi lado a pesar de que no le había respondido.

—Bien.

¿Qué más podía decirle?

Ni siquiera le tenía la confianza suficiente como para hablar de otra cosa que no fueran temas superficiales o sexuales.

—Me alegra —parecía nervioso y me hizo dudar; llegué a pensar que quizá era cierto que me amaba, aunque no podía y no quería confirmarlo—. ¿Cómo te va con tu novio? —en ese instante me arrepentí de no haberme quedado en casa a jugar con mi Prince.

—Bien —encogí los hombros después de pensarlo demasiado; fue curioso cómo con esa simple pregunta, comencé a analizar el rumbo que estaba tomando mi relación con Jr.

El momento se volvió incómodo, al grado en que estaba arrepentida de haber ido tan temprano, pero estando en casa me sentía sola y estaba segura de que ya no tenía a nadie en quien confiar; yo misma había cambiado a mis relaciones amistosas por relaciones sexuales y aunque tal vez algún día nuestra convivencia pudiera llegar a ser como antes, era imposible borrar todo lo sucedido.

—Debo irme —me levanté con prisa.

—Espera —solo había avanzado un par de pasos—. Si necesitas hablar con alguien, cuenta conmigo. Sé que, desde el principio, la forma en que nos relacionamos no fue la más apropiada, pero...

—Gracias —sonreí—. Pero no sé si sea posible.

—Comprendo. De verdad. Pero, aunque sé que no me creerás y yo tampoco lo esperaba, te quiero y de verdad me gustaría tener una oportunidad contigo. No lo digo solo para repetir lo de antes, sino también porque quiero conocerte más. Ya sé que quizá ahora no me ves como a tu mejor partido pero... lo pasamos bien, ¿No?

—Sí —eso era cierto—. Pero por ahora, no creo poder.

—Comprendo —apretó los labios y trató de sonreír—. Si cambias de opinión, sabes dónde encontrarme.

—¿En el área LP de mi hospital favorito? —mi molestia era palpable.

—Desde que te conocí; ese aspecto de mi vida ya no volvió a ser el mismo —aún dudo que haya sido cierto.

—Mike; estás a unos días de cumplir veintiuno y yo aún soy menor de edad —no estaba segura de porque mencioné eso, pero lo hice—. ¿Qué pasará si acepto?, ¿Me esperarás hasta que cumpla veintiuno y sea legal que volvamos a estar juntos?

Era solo un pretexto, pero la verdad es que no pensaba aceptar su propuesta. No por mí, tampoco por Jr; aunque no lo quisiera admitir seguía siendo porque aún amaba a Adair.

—Tal vez nos podamos ver en otra ocasión —a pesar de lo que acababa de decir, no pude dejarlo ir por completo y termine dándole explicaciones—. La verdad es que por ahora no tengo paciencia para pensar en eso —me despedí haciendo un ligero ademán y me marché para dar dos vueltas más al centro comercial, esperando a que Charlotte ya no tardará demasiado.

Inocencia PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora