Conquista Peluda

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Naruto Uzumaki estaba de acuerdo con la idea de que las mascotas eran un tesoro en la vida de todo ser humano. De hecho, envidiaba a Kiba Inuzuka por tener a Akamaru a su lado. Desde muy pequeño el rubio siempre quiso tener un animal que le hiciera compañía en su apartamento. Como era huérfano, pasaba mucho tiempo solo sin nadie con quien convivir, así que le parecía buena idea.

Sin embargo desde un principio el dueño del complejo habitacional, donde el rubio vivía desde que tuvo uso de razón, no aceptaba que sus inquilinos tuvieran animales. Aunque Naruto, en ese entonces un niño de 7 años, le insistió a Sandaime Hokage para que convenciera al tipo, el viejo líder de la aldea no le tomó importancia al hecho, solo le recomendó al chico que abandonara esa idea boba que sólo le causaría problemas, recordándole que fue difícil encontrarle un lugar para vivir, por lo que más le valía comportarse.

Eso había sucedido hacía como 12 años, los tiempos habían cambiado. Con la destrucción que causó Pain y la reconstrucción de la aldea, a Naruto se le fue asignado un nuevo apartamento, y el casero eligió ampliar las dimensiones de la estancia, pues le convenía que el héroe de la aldea viviera cómodamente en una de sus viviendas. Le proporcionaba una excelente publicidad a sus apartamentos, pues tremenda celebridad escogió establecerse ahí, y también le daba estatus ante los demás.

Pero así como este hombre se aprovechó de la fama de Naruto, éste vio una oportunidad de hacer lo mismo y sacar un beneficio propio. Le solicitó permiso para albergar a una mascota en su nueva morada. El administrador del edificio no le quedó otra opción que aceptar, si se negaba corría el riesgo de que su arrendatario estrella se fuera a otro sitio. Peor aún podrían generarse chismes, pues con el estatus se celebridad que poseía el Uzumaki actualmente cualquier negativa por más pequeña que fuese sería considerada como maltrato, lo que traería como consecuencia, la no sólo la condena pública, también un daño irreparable en sus negocios.

Sin tener otra opción, el propietario inmoviliario dio luz verde a la solicitud de su inquilino estrella.

En cuanto la concesión fue aprobada, Naruto se sintió super emocionado, por fin podría cumplir uno de sus anhelo de niñez.

No mentiría en ese aspecto, pero existían ocasiones en que se sentía solo de nuevo. Ahora con su pareja, Sasuke, fuera de la aldea en aquella misión de investigación acerca de Kaguya, más deseaba contar con la compañía de algún ser vivo, con quien compartir su tiempo en el departamento, además de sus plantas claro.

Con determinación y una meta fija de adoptar un amigo peludo, como un perro o gato, Naruto se encaminó a la única tienda de mascotas en la aldea. Recorría la avenida principal a paso sereno, visualizando como dicha vialidad llena de gente como de costumbre, pues era una zona comercial muy activa y rica en tiendas de distintos giros económicos. Tal vez era el buen humor y el entusiasmo que traía por dentro, por ir a buscar a su nuevo amigo a la tienda de mascotas, lo que se reflejaba en su rostro jovial y sonriente.

Giro a la derecha en cuanto llegó al principio de la avenida, pues el establecimiento que buscaba se localizaba al doblar la esquina. Una vez que estuvo frente a la puertas de cristal de la tienda de mascotas, se proyectó saliendo de ahí, estar cargando a un pequeño cachorro en sus brazos.

No obstante el destino caprichoso le tenía una sorpresa preparada que ni el ninja número en sorprender a la gente vería venir.

-¡¿Qué? Pero no puede ser posible!-exclamó el Uzumaki completamente incrédulo. Golpeando el mostrador con ambas manos, le parecía insólito lo que le estaban contando.-Pero si ayer pasé y todavía tenían muchos cachorros en el aparador'ttebayo

-Lo sentimos, Naruto-sama...-se disculpó apenada una joven cita de ojos verdes, haciendo una leve reverencia, ocasionando que parte de su lacio cabello negro fuera dar hasta su rostro, ya que tenía la longitud de su pelo era corto y con mucho volumen.

 Amor de Neko Donde viven las historias. Descúbrelo ahora