Armado de valor y con su mano temblando tocó la puerta, e incluso antes de que la abrieran ya sabía quién era la persona al otro lado de ella. Lo sabía porque nunca podría olvidar ese olor: Madera con una pizca de canela.
El olor que lo acompañó varios años de su vida. El olor con el conoció el amor, la euforia, la tristeza y la añoranza.
Cerró sus ojos y pudo recordar con claridad aquella tarde en donde yacía recostado en el pálido pecho descubierto de aquel alfa al cual le entregó su corazón y miles de cosas más. Mientras ambos se mimaban en los cálidos brazos del otro después de haber hecho el amor, una de las primeras promesas que salieron de su boca fue dicha.
"Eres mío, Jinnie"
"¿Lo soy?"
"Lo eres" repitió "y siempre lo serás"
"¿Solo tuyo?"
"Sólo mío, al igual que yo seré siempre tuyo"
"¿Lo prometes?"
"Lo prometo"
Pero en ese entonces ambos tenían sólo veinte, eran jóvenes e ilusos.
Y sin querer más recuerdos empezaron a llegar. Como aquella noche de verano cuando fueron acampar.
"No te alejes mucho" pidió.
"¿Por qué te preocupas tanto, amor?"
"No quiero que te salga ninguna criatura peligrosa"
"Aquí no hay criaturas, bebé"
"Sólo no quiero que te pasa nada, no sé lo que haría si llegara a perderte"
"Soy tu alfa, amor. Nunca me iré de tu lado, estás condenado a estar el resto de tu vida conmigo"
O cuando sus únicas discusiones eran tan pequeñas, sin drama ni odio que la mayoría de sus conocidos pensaban que su relación era perfecta.
"Deberías dejar de comer tanto chocolate, te hará mal para tu salud, bebé"
"No me importa, alfa tonto" reprendió abultando sus labios "¿quieres que renuncies al amor de mi vida?
"Pensé que yo era el amor de tu vida" frunció el ceño fingiendo estar ofendido "pero veo que mi omega prefiere una barra de chocolate amargo"
"Es broma, bobito"
"Lo sé"
"Pero no quiero que me vuelvas a decir que deje a mi chocolate, porque soy capaz de huir con él. Es como si te pidiera que dejaras de masticar esos chicles sabor fresa que te encantan"
"Hey, esos chicles son mi adicción"
"Lo sé"
O las mañanas en invierno cuando solía poner ramos de canela en su té.
"Te gusta mucho la canela" señaló al notar como su omega le echaba a su taza.
"Sí, y hay una razón especial"
"¿Cuál?"
"Tu hueles a canela"
"Es una pizca al lado de mi olor a madera"
"Lo sé, pero ahí está y la percibo. Me encanta olerla, y cuando te vas por las mañanas a estudiar y yo tengo clases en la tarde, suelo oler estos ramos. Es una forma de recordarte"
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Destino ㅡ YoonJin #01
Fanficᴼⁿᵉ ˢʰᵒᵗ YoonGi y Jin se amaban, pero el destino no estaba a su favor. ─────────────── ❧Capítulo único. ❧Omegaverse. ❧Angst. ❧Publicado: 11/05/20