012.-Tercer día

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Allison Harvey

Tercer día de secuestro, nuestras familias seguro que ni se acuerdan de nosotras, hoy e dormido sola, bueno sin contar con Pudin. Avani le trae comida por las mañanas. Hoy cuando me desperté había otra rosa negra en el mismo lugar.

No he vuelto a ver a Travis, tampoco me interesa, no he cenado ni desayunado. Hecho de menos mis paseos en moto, el aire libre o por lo menos el aire caliente, no como el de Alemania.

Me encuentro sentada delante de uno de los ventanales de la habitación con Pudin en mis piernas. Mis ojos están perdidos por la nieve de los árboles, mi mente no deja de repetirse las mismas preguntas una y otra vez, sin embargo, mi corazón me dice que no me preocupe, qué todas las cosas malas tienen un lado bueno.

No sé si creer a mi corazón o a mi instinto, los dos tan distintos pero a la vez iguales. Uno me dice que me quede y el otro que escape.

No he tocado la guitarra desde que llegué. Deseo con todo mi ser que esto solo sea un sueño, que de esa noche que decidimos jugar con el mas allá solo sea mi imaginación.

Pero la triste realidad es esta, secuestrada en Alemania por un guapo tatuado llamado Travis. Puta vida.

-En qué piensas? -me asusto al escuchar a Travis a mi lado.

-Nada que te interese. -me levanto del suelo alejándome de él.

-Por qué me odias? -me paro en seco al escuchar eso, la sangre me hierve. Cómo se atreve a preguntar eso?

-Te lo voy a explicar para que me entiendas. Primero me secuestras a mí y a mi gato. -doy un paso. -Luego a todas mis amigas. -doy otro paso. -Nos ocultas cosas. -estoy en frente de él con lágrimas de importancia en los ojos. -Y aún por encima te atreves a preguntar eso? Eres la peor persona que he conocido, si es que sé te puede llamar persona, por que siquiera sé lo que eres. -las gotas caen por mis mejillas. Intento irme pero Travis me abraza apretándome contra su duro pecho. Intento apartarme pero el tiene mucha más fuerza, intento golpearle con la poca fuerza que tengo.

Me rindo poco a poco hasta dejar que él me consuele. -Te lo explicaré todo, solo dame tiempo. -dice con voz suave secando algunas lágrimas con uno de sus dedos. De algún modo estar cerca de él me tranquiliza. Dejo de llorar tras varios minutos abrazados.

...

Me tapo más con la manta, lo que intento hacer es desaparecer, aunque solo sea unos minutos. No desayuno, no como, no hago nada, solo sentirme como un pedazo de mierda. -Tienes que comer algo, no puedes derrumbarte ahora, te necesitamos. -habla Melody.

-Eres una persona que siempre consigue lo que que quiere, y eso no va a cambiar ahora, vamos a salir todas de aquí. -anima Luna acariciando la tripa de Pudin.

-Por qué no dibujas algo? -propone Zoe. -Así mantienes la cabeza ocupada. -tira de mi brazo intentando que salga que de la cama.

-Y si tocas una canción o algo? -pregunta Iris.

-Sí, queremos escucharte, así podemos mantenernos todas ocupadas. -Madyson me destapa y me obliga a coger la guitarra.

-Pero no quiero. -alargo la o. Todas dicen a la vez "Levántate ya. "-Solo una canción. -me siento con las piernas cruzadas en la cama con la guitarra en manos. -Little things become everything
When you wouldn't think that they would
Little things weigh so heavily
Take my energy 'til it's gone. -canto una de las canciones que hice antes de llegar a la universidad de artes. -I wanna be alone
But love is emotions
Wanna be alone
I'm tryna, I'm tryna
I'm tryna stop them
Losing my control
I prefer to go away
I could let it go easy.

Al acabar las veo sonriendo con melancolía. Aparto la guitarra y todas se me echan encima.

-Vamos a superar esto juntas, vale? -dice Melody.

-Juntas. -respondemos todas a la vez.

...

Decido salir a dar una vuelta por la casa, con suerte me pierdo y no me encuentran.

Salgo de la habitación sin hacer mucho ruido, camino por los pasillos viendo los cuadros, bajo las escaleras sin prisas. Es de noche, todos están durmiendo, yo estaba sola en la habitación y no era capaz de dormir.

Llego al salón, no hay nadie, solo se escuchan algunos grillos, miro el gigantesco jardín por los ventanales, el cielo está completamente despejado, las estrellas brillan mucho al igual que la luna, una pequeña capa de nieve cubre el césped y los árboles.

Sigo mi camino hasta llegar a la cocina, veo un plato con unas magdalenas, cojo una y me la como rápidamente, tiro el papel a la basura.

Al acabar de recorrer una parte de la casa decido volver a la habitación. Al llegar a la puerta veo que en el despacho de Travis hay luz, quién está despierto a estas horas? Pregunta la más indicada.

Me acerco a la puerta del despacho, hay alguien dentro, intento ver por el pequeño espacio que hay entre las puertas cuando alguien me tapa la boca y me acerca a su pecho. Me asusto poniéndome nerviosa. -Qué haces despierta? -susurra Travis en mi oído, me estremezco ante su cercanía.

-No podía dormir, pero ya me iba. -hablo con rapidez cuando quita su mano de mi boca. -Perdón por molestar. -agacho la cabeza. El, con cuidado, levanta mi cara agarrando por la barbilla.

Sus ojos, antes grises ahora están de un color más brillante y vivo, no puedo ver mucho ya que la única luz que hay es la de la ventana. Nos miramos a los ojos durante unos segundos que para mi fueron milenios, me sonrojo un poco. Baja su vista a mis labios igual que yo a los suyos. Poco a poco acercamos nuestros rostros hasta notar la reputación del otro. Nuestros labios se juntan encajando a la perfección, su tacto suave y gélido hace querer seguir besándolo hasta el fin de mis días. Rodeo su cuello con mis brazos haciendo así e beso más largo y duradero.

Nos separamos un poco por la falta de aire, el muerde mi labio inferior no con mucha fuerza, tras unos segundos lo suelta, me sonrojo a más no poder, menos mal que es de noche. Enseguida me doy cuenta de lo que acabo de hacer, se supone que le debo odiar por lo que nos hizo y aquí estoy, besándolo como si nada hubiera pasado. Me separo de él avergonzada.

-Yo... Debería ir a dormir... -digo en un susurro casi inaudible. Mi corazón está a punto de salirse del pecho. Camino hacia la habitación sin mirar atrás, mis pasos son rápidos pero silenciosos. Entro en la habitación cerrando la puerta detrás de mi. Apoyo mi espalda en un intento de relajarme. Llevo la yema de los dedos hacia la comisura de mis labios, aún puedo sentir ese tacto gélido. En qué estaba pensando? Solo a mi se me ocurre.

Travis Demon

La veo alejarse rápidamente por el oscuro pasillo. Su corazón late deprisa al igual que el mío. Una sonrisa aparece en mi boca, su suave y dulce tacto me vuelve loco. Vuelvo a entrar a mi despacho. -Para cuándo los hijos? -pregunta Sabrina tumbada en el sofá.

-Y tú qué haces aquí? -pregunto.

-Venir a visitar a mi hermano favorito. -dice jugando con las mechas verdes, en qué momento dejé que se las hiciera? Es verdad, nunca, simplemente apareció con ellas en casa hace unos meses.

-A la cama, vamos.

-Jolines, eres un aburrido. -sale del despacho con su oso de peluche en la mano. Me siento en la silla, cojo la copa de vino y miro por la ventana.

-Du wirst meine Königin sein.


{ DEMONS } ºSaga ThronesºDonde viven las historias. Descúbrelo ahora