010.-Rosas negras

19 2 0
                                    

Allison Harvey

Puedo notar su mano fría en mi muñeca. Me aparto de él rápidamente dándole la espalda. -Qué quieres? -pregunto en un tono frío y seco. 

-Primero que te des la vuelta y me mires. 

-Y por qué debería hacerlo? -escucho un pequeño gruñido de su parte, pero ahora este qué se cree? Un perro? 

-Porque te lo digo yo. 

-Pues yo te digo que quiero irme, ahora. -hago énfasis en la última palabra. 

-Pues eso no se podrá hacer. -se forma un silencio bastante incómodo por parte de los dos. -Escucha, no quiero tener problemas ahora, y mucho menos contigo. Por favor, mírame a los ojos. -me doy la vuelta pero no le miro a la cara. -Qué es lo que quieres saber? 

-Dónde estamos? 

-Alemania, concretamente en Kiel. -Alemania?! No había otro sitio más cerca de dónde estábamos? O por lo menos más caluroso...

-Por qué nos habéis traído aquí? -le miro de reojo. 

-No te puedo contestar a eso ahora. 

-Pues yo quiero que me lo digas. -me cruzo de brazos, estoy llegando a mi límite. 

-Y yo te he dicho que no. -le reto con la mirada. 

-Pues muy bien. -salgo de allí dando un portazo lo bastante sonoro, le escucho caminar detrás de mi. -Como des un paso más te juro que esta no sales vivo, y yo siempre cumplo lo que digo. -hablo sin girarme. Sigo mi camino hasta llegar a la habitación de antes, intento cerrar la puerta pero él me lo impide. -Qué coño quieres? 

-Para empezar no me vuelvas a hablar así, entendido? -río para mis adentros al ver que de alguna manera le molesta que le ignore. 

-Yo te hablo como me de la gana. -el suspira. -Lárgate. -mando. 

-No me voy a ir. 

-Fuera. -abro la puerta y le empujo. Grita mi nombre para que le deje entrar, cierro con pestillo por dentro para asegurarme de que no entre.

-Allison! Abre la puñetera puerta! -grita al otro lado. 

-No! -me siento en la cama con Pudin sobre mis piernas. Cierro mis ojos intentando ignorar el ruido. 

-Te dije que me abrieses. -escucho su voz al lado de mi oreja, me asusto y pego un salto. 

-Cómo coño has entrado? -pregunto al verle de pie al lado de la cama. Me levanto y le miro, está de brazos cruzados y parece bastante enfadado. 

-Tienes ropa en el armario, lo demás está sobre la mesa. -se va de la habitación. 

-Puto bipolar de mierda, quiero irme a casa no que traigas mi casa a Alemania! -lanzo una almohada hacia la puerta. 

...

Escucho como tocan la puerta, entra una señora de unos cincuenta años, bajita, con el pelo recogido en un moño, ojos verdes y piel de porcelana. -Señorita, el señor la llama para cenar. -dice con una sonrisa.

-No tengo hambre. -le doy la espalda tapándome más con las mantas.

-Si no va el señor se enfadará. -supongo que se refiere al tatuado.

-Dígale a su señor que se vaya a tomar por culo. -escucho los pasos de la señora alejarse y cerrar la puerta con cuidado. Que le jodan a él y a todos, yo quiero estar en casa, no aquí, qué coño he hecho para merecerme esto? Aún por encima tengo un tatuaje extraño en el hombro que a saber de que coño es.

{ DEMONS } ºSaga ThronesºDonde viven las historias. Descúbrelo ahora