#3 Un nuevo corte de cabello

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Mire para todos lados esperando que nadie se diera cuenta que iba ayudar a esa Mía.

— No necesito tu ayuda muchas gracias — Mía me miro realmente molesta mientras se limpiaba un poco de polvo de sus pantalones.

— Lo siento no era mi intensión empujarte — Dije con sinceridad.

— Sí, claro como sea — Me quede un momento detallando el rostro de Mía, al igual que su ropa ¿Por qué se vestía como rapero? 

— ¿No te han dicho que es de mala educación mirar a las personas así? — pregunto ella arqueando una ceja. — Lo siento estaba algo distraído — Mía suspiro un poco fuerte. — No hay problema me dejas pasar — Dijo causando que me apartara para entra a la cafetería.

Cada vez que le veía me convencía de algo, no quería estar con ella, no quería que las personas me vieran con ella; nunca me ha importado mucho mi imagen y lo que toda la escuela piense de mi pero es como estar con un chico se veía poco femenina.

Mientras estaba parado pensando en qué hacer con el problema mayúsculo que tenia, sentí un golpe muy fuerte en mi espalda.

— ¡Malik! — Grito Luke uno de los chicos del equipo de beisbol. —Hola Luke — dije moviendo el hombro. — Dime que hoy no tenemos practica por favor — Dijo en son de suplica. Arquee una ceja a su petición.

— Si tenemos de 2.00 a 6.00 de la tarde — Luke hizo un puchero tan chistoso que causo que me riera.

— Si me dices por que quizás reconsidera la practica — Luke era un año más joven, era rubio muy delgado pero un excelente bateador. — Es que... — Sus mejillas se tornaron rojas al tratar de hablar. Me comencé a reír.

— No te preocupes ¿saldrás con alguien? — Luke asintió con la cabeza. — ¡Ay Hemmings ¿qué haré contigo?  —  dije riéndome. 

— De acuerdo dile a todos que la práctica será mañana que tiene el día libre — Luke salió con una sonrisa de oreja a oreja buscando a todo el equipo.

El infernal timbre sonó, debía regresar a clase, camine por los pasillos aun vacíos de la escuela, no tenía muchas ganas de asistir a Biología, así que al llegar al cuarto piso seguí subiendo hasta el último hasta la terraza de la escuela.

Me acosté en el piso para tomar una siesta. Pasaron unos minutos y mi objetivo no lo había logrado. Espere a que las clases terminaran, saque mi celular y me propuse a escuchar música, era la única manera que lograba tranquilizarme.

Pasaron las horas y en mi reloj de muñeca la aguja corta marcaba las tres, las clases habían terminado y no tenía nada que hacer hasta las seis de la tarde.

Baje rápidamente a buscar a mis amigos, el primer piso estaba atiborrado de personas caminando y hablando era molesto verlos a todos así.

— ¡Zayn! — escuche mi nombre pero no lograba encontrar la procedencia de este.

— ¡Zayn! — Lo volví a escuchar. — ¿Eres sordo ahora? — Dijo Liam bajando la escalera junto a los demás. — ¿Dónde estabas? Te perdiste de todas las clases — dijo Louis algo serio. 

— No quería entrar — Suspire.

— No hicimos nada importante — dijo Louis encogiéndose de hombros.

— ¿Cómo que no? — dijo Liam regañando a Louis. Los dos discutieron mientras Niall y Harry se reían, a veces me preguntaba como Louis estaba en el cuadro de honor si olvidaba la mayoría de deberes.

— ¿Chicos que harán esta tarde? — pregunte causando la vista de mis cuatro amigos se fijo en mi.

— Invite a Sophia a comer — Dijo Liam con una sonrisa. — Yo saldré con Katherine iremos a cine ¿quieres venir? — dijo Niall con una sonrisa de oreja a oreja. — ¡Eh no! No quiero ser violín — Todos nos reímos por mi comentario.

— Yo iré a la casa de Eleanor — Louis alzo y bajo su cejas, todos nos miramos sin decir una sola palabra.

— ¿y tu rizado? — Harry casi me mata con la mirada, odiaba que lo llamara así. 

— Hoy tengo que ver a los nuevos chicos y chicas para el equipo de natación — Harry hizo una mueca de disgusto. — ¿Te importa si me quedo? — todos me miraron sorprendidos.

— No dijiste tú que el equipo de beisbol necesitaba mucho entrenamiento para ganar y bla bla bla — dijo Harry moviendo la mano en el aire.

— Lo sé pero hoy no me siento muy animado para la práctica — mentí, ninguno de los chicos dijo nada. Harry y yo nos dirigimos a la piscina.

— Me iré a cambiar, puedes ver a las chicas algunas tiene traje de baño muy sexys — Harry guiño un ojo. Mientras se alejaba a los vestidores me reí, Harry nunca iba a cambiar.

Cuando salió Harry no pude evitar reírme, siempre que lo veía con el gorro que cubría su gran melena no podía contener la risa. Harry se volteó hasta donde me encontraba y se lo quito de mala gana.

— ¡Cállate Malik si no te aviento al agua vestido! — Grito Harry desde el trampolín más alto. Había alrededor de diez chicas y diez chicos parados en la parte baja esperando la señal de Harry para que subieran.

Las chicas fueron las primeras, Harry les decía algo, cada una asentía con la cabeza a las ordenes de él; se acomodaban al borde de del trampolín y cuando Harry hacía una señal la chica saltaba. Para mi todas hacía lo mismo un salto un giro en el aire y al agua, aunque Harry parecía molesto mientras las veía. Las chicas finalizaron y siguió el turno de los chicos. Todos los nuevos habían pasado y Harry no parecía muy feliz por ello.

— ¡Esto es lo que les dije que hicieran! — grito Harry a las veinte personas mojadas en la parte baja del trampolín se volvió a colocar el gorro. Causando que me riera de nuevo, parecía un condón azul gigante.

Harry hizo un clavado perfecto, o por lo menos para mí eso parecía. Salió escurriendo agua y las chicas lo miraban como si hubieran visto a un dios griego algunos chicos lo observaban molesto.

Harry de capitán era muy estricto, al igual de todos nosotros, la práctica de él con su equipo se prolongo tanto que no me había fijado que las seis ya habían pasado.

— ¡Hazza me voy nos vemos mañana! — Harry se giro a verme cuando grite, pude notar que algunas chicas murmuraron entre ellas cuando su capitán no estaba atento a lo que hacían.

— De acuerdo — Grito Harry me mostró su pulgar en alto y siguió con el entrenamiento aunque me pareció más un reclutamiento.

Salí por los pasillos oscuros y poco iluminados de la escuela, cuando estaba por marcharme de la escuela escuche un grito.

— ¡Malik! — Se escucho muy lejos de donde me encontraba, lo ignore y seguí caminando.

— ¡Malik! — Estaba vez parecía que estaba a mi lado, me gire para ver a la persona que me buscaba, lo que sentí fue mi mejilla adolorida, me habían pegado una cachetada.

Mis ojos se abrieron como platos al ver a Mía frente a mí muy enojada, llorando y con el cabello hecho un nido.

— ¿Por qué me golpeas? — Pregunte incrédulo. — Por tu culpa perdí mi cabello — dijo llorando, arque una ceja no atendía lo que había pasado.

— Mía, pero no entiendo — ella se limpio las lagrimas con el puño de su saco para verme.

— Tu amiguita Amanda me corto el cabello —Mire a Mía perplejo la verdad seguía sin entender.

— Me dijo que yo estaba saliendo contigo — Mis ojos se abrieron como platos. Ahora si entendía que había pasado.

Ella solo es mi juegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora