Única parte.

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Fue en el verano del 86 cuando lo conocí, oh... si a él. Park Jimin, mi pequeña y bonita tortura, aún recuerdo perfectamente cuando lo vi por primera vez, con una sudadera el doble de su tamaño y una gorra de SoulRocker, tenía una mueca en su rostro y sus ojos parecían perdidos.

Mamá me había obligado a Jungkook y a mí a darle la bienvenida a la familia Park, los señores eran muy amables, Eunbi era una mujer muy perfeccionista pero su careta era bien cuidada por la amabilidad del Sr. Namjoon, se acababan de mudar al vecindario, y por su vestimenta y auto, la palabra "Seúl" estaba escrito en ellos con luces de neón. Sin saber realmente como una pequeña familia de Seúl había abandonado la buena vida de la ciudad más importante de corea, para venir y radicar a la vieja y pequeña ciudad olvidada de Busan, me encamine con mi pequeño hermano a la puerta. Mamá lucia nerviosa y es que los vecinos que ya teníamos no mantenían una buena relación con nuestra familia.

Eunbi fue sumamente amable al invitarnos esa noche a cenar, aunque sospecho que el Sr. Nam tuvo mucho que ver en eso, la casa era acogedora, lo recuerdo muy bien.

—Oh, ¡Minnie! ¡Ven aquí! ¡Tienes que conocer a los Min! –Gritó el Sr. Park, mi vista buscó alrededor y se enfocó en las escaleras, con una capucha sobre su cabeza, me fue difícil identificar aquel rostro infantil, pero logre ver como unos mechones grises se asomaron debajo del gorro. Al parecer, quien por ende ahora sabia era Minnie, se encontraba escondido detrás de los barrotes mirándome fijamente, sus pequeños ojos marrones me analizaron por completo, pude sentirlo, dejó caer sus hombros como una señal de alivio y lentamente se puso de pie y caminó hasta el primer escalón para bajar con rapidez.

—¿Cuántos años tiene el pequeño Jimin? —Escuché preguntar a mi madre detrás de mí, no le tomaba importancia necesaria, estaba concentrado en intimidar aquella escuálida figura que ahora terminaba de bajar el último escalón para refugiarse detrás del Sr. Namjoon quien rió cuando su hijo lo utilizó de escudo.

Jungkook se movía inquieto a mi costado, al parecer mi pequeño hermano quería verle y al no poder solo soltaba barbaridades, de aquellas que solo un niño de cinco años podría decir.

—Acaba de cumplir los diez hace dos meses.

—¡Oh mi pequeño Yoongi también tiene diez! aunque él en vísperas de otoño e invierno cumplirá los once. Aun así, sé que podrán ser grandes amigos —Comentó la emocionada voz de mi madre.

Encontrándome una vez más con aquellos ojos de gacela, supe que conocer a Park Jimin, no iba traer nada bueno.

Terminamos por entrar a la misma secundaria, desde aquel día en donde nuestros padres nos presentaron el Sr. Nam se encargaba de invitarme a mí y Kook a jugar con Jimin siempre, aunque él sólo reía y sonreía sin hacer nada. Lo cual era extraño, fue semanas después cuando Mamá me dijo que debido a un acontecimiento cuando Jimin estaba pequeño, él dejó de hablar.

La secundaria fue un poco dura al principio, pero tenía a Jin y Taehyung, estaba muy contento de que al menos mis amigos estuvieran conmigo, sólo había un ligero problema y es que Jimin se había mantenido pegado a mi desde el primer día, Tae bromeaba a veces diciendo que solía recordarle a un fiel cachorro siguiendo a su amo a donde quiera que este fuera, yo sólo reía y aunque el rostro del chico se mostraba herido por unos segundos, no decía nada.

A los doce, mamá había dejado teñirme mi cabello de rubio, como aquel cantante que pertenecía a ese grupo que estaba en su mejor momento ¿Cómo era? ¿F.LY?, recuerdo el rostro sonriente del señor Namjoon y la mirada enojada de Eunbi al ver mi cabello mitad rubio y mitad verde, al parecer a Jimin pareció gustarle porque de un momento a otro, su blanquecino cabello se había convertido en un fuerte y vivo azul turquesa.

1993 [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora