Capítulo 17. 'Intenciones'.

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Narra Anaju.

Eran las 7 de la mañana y yo ya estaba despierta y tomandome un café en la terraza, aún quedaban dos horas más para que los chicos se despertaran, pero me gustaba sentir la paz y tranquilidad que da la casa vacía.
Habían pasado muchas cosas, la vuelta a la academia, volver a ver a Hugo, su confesión, todo habia sido muy seguido, anoche cuando dijo que no estaba con Eva, mentiría si dijera que por dentro no estaba saltando de alegría, pero cuando dijo que era por mi, se me cayó la felicidad, por que me dijo tantas veces eso antes que ya no puedo creerlo, por que aqui encerrados puede pasar de todo, y a lo mejor mañana vuelven a liarse y la tonta soy yo, y eso ya habia cambiado, ya no era asi.
Sentí unos pasos llegar a la cocina y enseguida vi a Eva, parece que estaba algo cabreada, justo detrás suya apareció Hugo intentando decirle algo, iba a salir y avisar que estaba ahí, que ya me iba si querían privacidad, pero lo siento, no me pude resistir, tape un poco mi cara con la manta y me quede ahi a escuchar lo que decian, era la mejor forma de saber si al fin y al cabo debería creer a Hugo o no.

-Si yo te entiendo, claro que te entiendo, pero entiendeme tú a mi Eva. Le decía el, no estaba entendiendo nada, se ve que dentro de la habitación también estaban hablando, por que si no, no me explicaría esta conversación tan oportuna.
-Pues no, no te entiendo Hugo, por que yo no es por ser mala, pero aver, mirame a mi, y mirala a ella. Mis ojos se abrieron como platos, ¿Perdona?, ¿Se estaba metiendo conmigo?, y luego va de amiga la muy..
-Eva no me gustan las comparaciones ni esas cosas despectivas, podemos hablar como gente normal, vas a despertar a todo el mundo. Dijo ahora el, claro, él como se iba a mojar, en su vida lo hará, antes de elegir seguro prefiere que lo echen.
-Hugo, las cosas no son así. Ella se pego un poco más a el, y ahora hablaba bajito, no conseguía escuchar bien lo que decia. - Me conoces, sabes mis intenciones, y sabes perfectamente que no me voy a cansar hasta que no pase lo que yo quiero. Sus labios mordian su oreja, ¿Pero que coño? ¿No se estaban peleando hace dos segundos?, para mi salud mental el la aparto, pero tampoco pude oir sus palabras.
-Pues mis intenciones no son las mismas, por que la única puta semana que me queda aqui la pienso aprovechar en que Anaju me perdone, sepa que la voy a esperar fuera, y sepa que siempre ha sido ella, y no tú. Hugo parecía duro y borde en sus palabras, pero la cara de ella no decía lo mismo, no estaba entendiendo nada.
-Dime si después de esto quieres seguir arruinando tus dias persiguiendo algo que nunca va a llegar. Los labios de Eva besaron apasionadamente a Hugo, y el no se aparto, quite la manta de mi cara, y me coloque bien, mentiroso de mierda, fue lo único que podía pensar, aparte de un, te lo dije Anaju, el no ha cambiado es un niño y tu no estas para aguantar tonterías.
Cuándo se separaron sus ojos se cruzaron con los mios, no me habia dado cuenta pero una lágrima caia por mi mejilla, pude leer sus labios diciendo 'joder' y se dirigía directo hacia mi a la terraza, no podía moverme, tampoco tenia ganas de hablar, Eva lo agarró antes de que llegara y se lo llevo de la cocina, no se si por que vio que no era la mejor idea del mundo que entrara a donde yo estaba por que podía estallar en cualquier momento o simplemente por que queria seguir comiendole la boca en un baño sin compañía, en cualquier caso, yo segui llorando, y pataleando como una puta niña chica.
¿Ana Julieta, por que no aprendes?.

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El día había pasado rápido, cuando me diera cuenta ya habria terminado el concurso, y no quería estar mal siempre, queria disfrutar y pasarmelo bien.
El reparto de temas me habia gustado mucho, esta semana tendría que cantar Nana triste, de Natalia Lacunza, ya queria cantar una balada y demostrar lo que puedo hacer con ella, la toma de tonos habia ido bien, las clases habian ido bien, me habia reído con Sam y habia estado charlando con Bruno, todo iba bien, pero no podía quitar de mi cabeza la imagen de aquel beso que vi esta mañana.
No tenía ganas de cenar, asi que decidí quedarme ensayando, o al menos lo intentaba ya que mis pensamientos no me dejaban.
-Lo siento. Dijo su voz justo detrás mia, la misma voz, la misma sensación, las mismas dos palabras.
-Ya no me sirve eso Hugo, te lo dije, no te creo, dices eso y al dia siguiente terminas cagandola más, ya no quiero escucharte más. Dije sin ni siquiera girarme hacia el, sabia que si sus ojos claros conectaban con los mios no habia vuelta atrás, y no podía permitirme eso.
-Le estaba diciendo que quería estar contigo, y entonces me beso, ella, no yo.. Intento decir, pero yo lo interrumpi enseguida.
-Pues no se te veia muy mal, le seguiste el beso y no dijiste nada, estoy harta Hugo, ¡Harta! ¡Dejame en paz!. Me habia girado hacia el y estaba apunto de abandonar la sala, pero entonces sus manos me agarraron y me pego tanto a su cuerpo que nuestras respiraciones parecían la misma.
-Me da igual lo harta que estes, tu piel dice lo contrario. Dijo acariciando mis caderas suavemente. - Tus ojos dicen lo contrario. Dijo ahora acariciando mincara sensual. - Tus labios arden en fuego, y los mios también. Creo que el suspiro que di cuando su dedo acariciaba mi labio fue tan fuerte que se escucho en toda Barcelona. - Dame solo una noche, te prometo que si no te convenzo te dejo en paz, si cuando esta noche termine me dices mirándome a los ojos que estas harta que que no me crees, ni me quieres, te dejo, pero primero déjame intentarlo. Dude, dude mucho, pero asentí, no tenia nada que perder ya me habia echo todo el daño posible, así que asepte su oferta.
-Nos vemos aqui cuando todo el mundo se duerma esta noche. Dijo el rubio feliz mientras se marchaba casi saltando de la sala de ensayos, no pude evitar que esa sonrisa tonta se dibujara en mi cara, aunque me gire enseguida para que no viera que me la había provocado el.

 ¿Cómo fue todo?. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora