El gran día de la inauguración llegó en un abrir y cerrar de ojos. Chanyeol había esperado ansioso toda la ceremonia. Tenía preparados sus ahorros y estaba más que dispuesto a tratar de socializar con otras personas (además de sus amigos de toda la vida) con el fin de poder encontrar a algún ser viviente capaz de no verlo con ojos juiciosos ante su enorme colección de osos de todos los tamaños. En cuanto las puertas se abrieron, se aseguró de ser uno de los primeros en entrar, maravillándose ante todo lo que su vista lograba captar.
La tienda era hermosa, gigante, había miles de artículos novedosos, nunca vistos en ninguna otra tienda, ni siquiera por un fanático empedernido como él, apostaba a que no estaban disponibles ni en la red profunda y vaya que se había topado con objetos interesantes ahí. Rápidamente, avistó a lo lejos un enorme, en verdad enorme, oso de peluche y no dudó un solo instante en pedir que se lo hicieran llegar a su casa, donde tendría que deshacerse de su cama si esperaba cupiese en su ya repleta habitación.
Tampoco pasó mucho tiempo para verse rodeado por un pequeño, pero efusivo, grupo de jovencitas, llamándolo «la cosita más linda del mundo». Un par de ellas pidiendo «oppa, sal conmigo», sin embargo, seguramente no estarían mucho tiempo encantadas con él, y lo sabía, eso además de que era probable que fueran estudiantes de preparatoria. Probablemente, un poquito deslumbradas por su aspecto, pues sabía que feo no era, pero no, él estaba buscando algo más auténtico, y, sobre todo, legal.
O al menos eso era lo que se decía a sí mismo, incluso si entre las interesadas había estado Nana, la bellísima encargada de Rilakkuma Electronics. Que apareció con su número telefónico anotado en un post-it, con un discreto manchón de lápiz labial, el cual terminó hecho bolita en algún bolsillo, por mucho que juraba no haberse encontrado con una mujer tan hermosa en largo, muy largo tiempo. Todo lo anterior debido principalmente a que su atención fue velozmente captada por un bailarín osito que repartía globos unos metros más allá de donde se encontraba.
Lo miró por algunos minutos, sonriendo ligeramente, al pensar en que dentro de aquella botarga de Rilakkuma había definitivamente una persona llena de vida y alegría para repartir al mundo. El ser en cuestión se hallaba rodeado de varios niñitos saltarines esperando un tanto exigentes por un globo. Aquella situación se tornó turbulenta en cuestión de segundos, pues, para cuando Chanyeol se dio cuenta, sus pies ya se encaminaban por sí solos rumbo a la pila de niños que se había abalanzado sobre el pobrecito Rilakkuma, derribándolo en el proceso.
Cuidadosa, pero velozmente, apartó a los chiquillos que el ser humano bajo aquel disfraz tenía encima, salvando el día y probablemente la vida de la sofocada y maltratada víctima. Le recogió del piso y una vez frente a frente, sintió un extraño cosquilleo. Sin saber muy bien por qué, tal vez debido al calor, aunque la tienda tenía un sistema de aire acondicionado de primera calidad. O tal vez porque se había caído de la cama cuando era pequeño, tuvo la necesidad de dirigirse hacia el oso y pedir, mirando en dirección a la red que servía de ventilación:
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Relax Kuma | ChanBaek
FanfictionA Chanyeol le gusta demasiado Rilakkuma y solamente quiere encontrar el amor en alguien que no lo crea un loco sin remedio por ello. Chanyeol podría ser un poco tonto, un poco ciego y demasiado despistado para no verlo claramente. «Déjame ver si...