𝗮𝘁𝗮𝗱𝗼𝘀 ❥ ◜𝗄𝗈𝗈𝗄𝗃𝗂𝗇◞

❲ ❥ siete❳

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La angustia patente en la voz de Kim oprimió el pecho de JungKook, y todas sus preguntas fueron respondidas. Quería más. De pie, cerró la mano de Kim sobre el pasador de jade.

—Quédatelo. Lo necesitas más que yo. Tal vez mantendrá recta tu maldita corbata. — Miró a los ojos de color marrón oscuro de Kim. Todos los rastros de su autocontrol de antes se habían ido, dejando solo pura vulnerabilidad. —Dijiste que comprendías que no podía ocurrir de nuevo.

Con los dientes clavados en su labio inferior, Kim asintió.

Cada línea de su cuerpo se tensó, como si se preparara para lo peor.

—Pero es posible— dijo JungKook. —Sólo tenemos que ser muy discretos.

Frunciendo el ceño, Kim inclinó la cabeza ligeramente hacia un lado.

Bueno, ya era hora de que Kim experimentará algo de confusión—. Así que, tú cita del jueves ¿Quieres que yo esté allí, en el burdel?

—No tengo ninguna razón para volver allí de nuevo. —Resopló JungKook en tono de burla—. Pensar en todo el dinero que tiré cuando podría haberte tenido ti.

La sospecha cruzó el rostro de Kim. Retiró la mano de las de JungKook.

—¿Qué? ¿Lo único que quieres es usarme? ¿Un polvo barato? Cristo, no puedo creer que dijera eso. Pero no puedo estar contigo otra vez a menos que sepa que significo algo para ti. Pensé que podría, pero no. No espero tu corazón. Sólo ser algo más que un hombre anónimo que follarte cada vez que quieras.

—Kim, no seas ridículo. Eres más que eso. ¿Cuánto más? Yo... bueno...

Hizo una mueca, lo intentó de nuevo y luego se rindió. Frustrado, se pasó las manos por la cara. La idea de estar enamorado de un hombre era demasiado extraña para entenderla. Pero aun así creía que Kim le amaba. Lo sentía, y que el afecto se sentía bien. Pero no estaba en absoluto seguro que ser capaz de corresponder esos sentimientos. Todo era demasiado nuevo.

Tal vez con el tiempo...

¿Pero y si Kim necesitaba oír las palabras ahora? ¿Podría pronunciarlas, sabiendo que realmente no las sentía? ¿Podría mentir tan descaradamente a su amigo, si eso era lo que hacía falta para tener a Kim de nuevo?

—Demonios, no hay porqué abrumarse, Jeon, —dijo Kim, el humor tiñendo la exasperación de su voz. Apartó las manos de JungKook de su cara—. Tu respuesta será suficiente. Por ahora.

Con una mano, agarró la cabeza de JungKook, tiró de él hacia abajo, y aplastó su boca contra la suya. Audaz y agresivo, una conocida lengua caliente barrió la boca de JungKook.

Kim te está besando.

El pensamiento pasó por su mente.

A continuación, la torpeza inicial desapareció en una llamarada de lujuria cuando un puño cerrado presionó contra la parte baja de su espalda y tiró de él para cercarlo más.

JungKook agarró el culo de Kim y le devolvió el beso, inclinando su boca firmemente sobre la de Kim, entregándose a los deseos prohibidos que había encerrado dentro de él durante tanto tiempo.

Kim rompió el beso, sus dedos todavía enredados en el pelo de JungKook, sosteniéndolo cerca.

—No tienes idea de cuánto tiempo he estado esperando por hacer eso. —Su susurro ronco cosquilleó contra los húmedos labios de JungKook.

Necesitando recordar a Kim quién estaba a cargo, JungKook mordió el labio inferior de Kim y lo sostuvo entre los dientes. Kim se sometió en menos de un segundo, dejó caer las pestañas, la agresión se deslizó de su cuerpo, dejando caer su mano hasta posarla en el hombro de JungKook. Era una visión absolutamente hermosa, tan llena de total confianza, de esa voluntad de Kim por entregarse completamente. Una sonrisa de asombro revoloteó en los labios de JungKook antes de deslizar la lengua por ese atractivo labio, calmando cualquier dolor.