Ropas Perdidas

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Mi cabeza dolía horrores, todo me daba vuelta y sentía la necesidad de vaciar mi estomago y vejiga. No recordaba casi nada de lo que había pasado anoche, algo si tenía presente en mi cabeza y era el sentir del jugo gástrico de Fiona cuando me vomitó, esa me la iba a pagar. Me levanto caminando pausadamente hacia el baño y lo que veo frente a mí me dan ganas de llorar. Me fijo que únicamente llevo puesto un t-shirt gigante y por Dios ni bragas llevo, me topo mi cabeza levemente orando en ese momento para que fuera Daniela la que me hubiera cambiado anoche.

El agua tibia refrescaba mis ideas, mientras el agua caía en mi cabeza anotaba mentalmente todas las tareas pendientes que tenia que realizar para el día de hoy, a partir de este momento decido dejar toda ambición carnal y concentrarme en mis estudios y a no llevarme de las cosas del mundo. Salgo de la ducha para ponerme algo cómodo y suave, seco mi cabello levemente dejándolo caer por mis hombros libremente. Abro la puerta y todo se encuentra normal. Se abre la puerta de lo que se supone que es el GYM y salen dos macizos altos uno con no tan marcado abdomen y otros que al parecer vivía subiendo pesas, me quedo observando el camino de las gotas de sudor que resbalaban por ese abdomen y se perdían en la cinturilla del pantalón de deporte que tenía.

-Joder, fuera lo carnal- Me dije frustradamente, olvidando totalmente que los cuerpos tenían rostros. Levanto mi mirada, no es tan bueno como la vista del abdomen, pero no me quejaba, la vista era buena.

- ¿Quién diablos eres tú? – Preguntó el de cabello castaño, que al parecer vive en las pesas, cuando vio que había disfrutado bastante de la vista. Abro mi boca para contestarle al maleducado este.

-Tu eres la nueva inquilina no? – Respondió el otro chico que se encontraba junto al de la mirada intensa que trataba de traspasarme con esta.

- Hola si, Me llamo Kretchell Dean, me mudé ayer – Dije levemente nerviosa, recordando que estos chicos super candentes vieron mi espectáculo de ayer.

- Hola soy, Erick Lombardo y este es mi amigo Noah Campell, eres bienvenida – dijo amablemente. Noah donde ahora si lo conocía pasa por mi lado rozándome levemente el brazo para abrir la puerta que queda al frente mía. – No quiero espectáculos como el de anoche- dijo seriamente para luego cerrar la puerta fuertemente.

-Y este que se cree – espeté molesta a Erick que me estaba viendo con una media sonrisa en sus labios. – Le caíste bien- dijo pasando por mi lado golpeando levemente mi hombro para luego entrar a lo que al parecer era su habitación.

Le caí bien, pues estuviera muerta si le hubiera caído mal, dije susurrando mientras bajaba las escaleras rápidamente olvidándome del maravilloso saludo de mis compañeros. Al entrar a la cocina el olor a comida me golpeó de manera fantástica.

-Saludos! Buenos Días, Dios huele maravilloso -Exclamé alegremente, esta sin lugar a duda iba a ser mi mejor lugar de la casa.

-Buenos días cariño descansaste bien, es muy temprano para llegar en la madrugada y en tus condiciones- Me miró seriamente reprochándome de mi actitud de anoche.

-Perdón Nany se me pasó un chin chin la mano con los Chaitos, pero te juro que no vuelve a pasar- dije decidida. – Bueno en este mes ya no vuelve a pasar- agregué inocentemente.

- No sigas dañando de las cosas si, y ponte a desayunar -Dijo cariñosamente topando levemente mi cabeza. Esta mujer era Dios en versión femenina.

Terminé mi desayuno rápidamente, consistía en unos ricos waffles con fresa y crema batida y un jugo natural de kiwi y manzana verde. La alarma de mi celular me avisó de una nueva notificación de correo, debía de moverme hacia la universidad para actualizar mi estatus. Subí las escaleras corriendo no antes sin lavar mi plato de desayuno. Paso por la puerta de Fiona tocando rápidamente para que esta me acompañe a la universidad.

- Hey- Dije entrando para luego moverla por lo que supuse seria su cabeza ya que no lograba ver nada. - Despierta tienes que llevarme a la universidad tengo que actualizar mi estatus es obligatorio tenia que hacerlo ayer y no pude- dije zarandeando su cuerpo fuertemente para obtener respuesta.

-No me molestes- dijo torpemente. – Necesito dormir, toma el mapa que te di y ándate. – Añadió con voz ya ronca por lo dormida que se encontraba.

-Si quieres yo te llevo – Dijo Erick. Ni cuenta me había dado cuando se había asomado dentro de la habitación. Miré a Fiona y esta no tenia planes de pararse de la cama en estos momentos.

-Está bien deja y me cambio sí? - Dije no muy decidida de lo que acababa de hacer.

Entro rápidamente a mi cuarto y me quito la ropa ponerme unos jeans y un polo junto a unas vans. -Lindo cuerpo- dice Noah desde la puerta de mi cuarto y maldigo internamente por haber olvidado dejarla abierta.

-Lindos ojos, seguro que quieres mantenerlos en tu cara, o te importaría mirar a otra parte si no quieres que te los saque—dije un poco impresionada, al no haber escuchado la puerta de su cuarto cuando fue abierta, eso de que su cuarto se encuentre frente al mío será un grave problema. Nos miramos fijamente, y me pregunto por qué este actúa tan extraño.

- Hey nos vamos- Anuncia Erick interrumpiendo el duelo de miradas, y mirándonos extraño a ambos.

- Claro tomo mi cartera y nos vamos – Dije un poco nerviosa por la situación en que me encontraba. Y mi mente me juega un muy mal movimiento mandándome el pensamiento de que uno de estos dos jóvenes me vio desnuda el día de ayer.

Paso suavemente por el lado de Noah evitando tener contacto con este y evitando su mirada, donde este no hacia mas que mirarme y seguir mis movimientos por toda la habitación. El tipo era sexy si, pero ya era un poco acosador.

-Ves te dije que le caías bien – Dijo Erick divertido mientras bajábamos las escaleras. – Pues estoy empezando a dudar que significado tengas de la palabra bien- Dije riendo levemente. – Oye sabes quien me cambió anoche, pues estaba desnuda, solamente tenía un T-shirt – pregunté nerviosamente a Erick.

- Increíble- dijo lentamente como si estuviera acariciando las palabras en su boca. – ¿Qué pasa? – Pregunté asustada, esperando su respuesta.

- Nada, solo que es bueno que te acostumbres que al parecer vas a estar siendo observada por todos los rincones de esa casa- Dijo con una sonrisa de burla y eso completó mis sospechas, y la parte maligna de mi ser recompuso mi autoestima susurrándome "Por lo menos le gustó lo que vio"

Nos montamos en una camioneta negra bastante áspera para mí, para agregarnos a la fila de autos que pasaban a gran velocidad.

-Háblame de ti – espetó Erick alegre, rompiendo el silencio incómodo que se había formado luego de decir aquellas palabras.

-Pues ya sabes mi nombre, tengo 20 años, estudiaré Negocios Internacionales en la Universidad, amo dormir, soy vaga, pero cuando me propongo algo lo consigo, y fin no te puedo dejar que descubra quien soy así de fácil – dije con una pequeña sonrisa. Este si que me caía bien.

- Bien mi turno – Dijo divertido por mi respuesta- Tengo 24 años, estudio Administración de Empresa, me gusta hacer ejercicio, y pasarla bien con una linda chica, fin – terminó con una sonrisa en el rostro – Guarro – Dije asqueada por su ultima respuesta. – Pues guarro o no soy adorable para las chicas – Añadió con una sonrisa. – Y llegamos.

Veo donde se ha parqueado y es simplemente impresionante el lugar, no está abarrotado de persona por que aún no han iniciado las clases. Paso por los pasillos con confianza y agradezco a haber repasado el mapa que Fiona me facilitó. Llego a la oficina de la secretaria para empezar con mi actualización. Una vez completado mi proceso, camino hacia al parqueo donde debe de estar Erick esperando por mí, esto me ha tomado la mañana entera solo deseo llegar a la casa y comer algo porque de verdad que estoy muriendo de hambre.  





Aquí hay otro capitulo, espero que disfruten, voy a tratar de actualizar lo más seguido que pueda para que se puedan entretener, no dejen de comentar que les parece por favor, y háganme saber cual fue su parte favorita. Saludos y besitos!!!! 

Fixing Our LivesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora