Rock bottom [KotoUmi]

Prólogo

Le había despertado la turbulencia del avión en pleno sueño. Fue un remesón de esos que te hacen pensar lo peor, como que había un fallo en el avión y este se iba a estrellar. Pero por fortuna, no fue nada grave.

Soltó un bostezo mientras se quitaba su antifaz negro para dormir y se reacomodaba en su suave almohada amarilla. Todavía estaba soñolienta. Había sido un viaje difícil, y eso que este era su segundo vuelo.

La mayoría de las personas estaban dormidas y la cabina de pasajeros estaba a oscuras. Solo había un leve brillo proveniente de las luces del techo que indicaban el camino.

Kotori encendió la pantalla del asiento frente a ella y la luz led la segó por un breve momento. Observó el mapa entrecerrando los ojos. Se encontraba sobrevolando algún lugar de Rusia que no conocía.

En aquel país vivían sus amigas Nozomi y Eli. Las dos se habían mudado ahí hace muchos años. Ahora, ellas vivían felices como una pareja. Nozomi por fin tenía la familia que siempre quiso. Kotori se alegraba por su mejor amiga. Admitía que también le hubiera gustado lograr algo así.

Agradecía el gesto que tuvo Nozomi con ella. Fue gracias a eso, después de todo, que su viaje pudo empezar.

Miró por la ventanilla de su costado. Se maravillo al ver el manto nocturno lleno de estrellas titilantes. Tan pacífico, tan hermoso. Lo único que podía observar en la parte de abajo era un mar de blancas y esponjosas nubes.

Con solo observar aquel escenario nocturno, su animó aumentaba y tenía más confianza en que la decisión que había tomado era la correcta. Ya era momento. Las pistas que había descubierto junto a la sensación en su corazón también se lo decían.

Estaba impaciente.

Viejas palabras volvían a su cabeza, como arena traída por el viento, tal y como lo hicieron hace casi diez años, cuando se iba de Japón con lágrimas en los ojos y el corazón destrozado.

—... A pesar de todo, a pesar de todas las cosas malas por las que tenemos que pasar, algo bueno tiene que suceder al final... —recordó esas palabras que le había dicho su persona amada—. Así que, por favor, continua...

Volvían a resonar, una vez más, ahora que estaba volviendo.

Una lágrima volvía a caer por su mejilla. Había sido una vida solitaria desde que se fue.

—Aún lo sigo sintiendo. No importa en dónde este, no importa si me encuentro en una habitación llena de gente, por dentro, me siento vacía —murmuró—. Me siento vacía desde que ya no estás a mi lado...

El avión avanzaba. El tiempo no se detenía. No podía viajar al pasado y enmendar lo que hizo, pero podía seguir adelante y encarar las decisiones que había tomado.

"Los problemas se han acabado" se convenció a sí misma con una mano en el pecho. "Tengo todo lo que quería... tengo el dinero, tengo la ropa, tengo los carros, tengo la vista con las estrellas; pero todo eso no es nada sin ti"

—Te extraño tanto, Umi-chan...

Un duro viaje le aguardaba. Esta no iba a ser su última parada. Estaba segura de ello. Y no podía estar más de acuerdo si eso le permitía reunirse con su antiguo amor.