14

7.1K 290 11
                                    

Unos días antes



Narra Sofía



- ¡Sofía!- me levanté de la cama exaltada por un grito de mi padre, le miré y estaba borracho- ¡Vení!- se acercó a pasos firmes hasta a mí. Le miré aterrorizada y negué, me iba a pegar, me iba a dar una paliza y encima tenía que ir al instituto

- Tengo que ir al instituto- dije con mucho miedo, miré el despertador y eran las siete de la mañana

- Me da igual- me cogió del brazo haciendo que suelte un jadeo de dolor y me levantó de un impulso de la cama


Aferró su agarre para que no me escapara y levantó su mano hasta formar un puño, cerré los ojos esperando el golpe y caí rendida al suelo del golpe. Se me escaparon unas lágrimas mientras veía como se acercaba hasta a mí para pegarme otra vez, cerré los ojos e intenté aguantar todos los golpes que pudiera mi cuerpo.


(...)


Abrí los ojos y todo me daba vueltas a mi alrededor.

Hoy se había pasado con pegarme.

Volví a cerrar mis ojos unos segundos para que se me pasara el mareo y cuando noté que se me había pasado, abrí los ojos y me levanté del suelo con suma delicadeza para no hacerme más daño.

Me agarré de la mesa para mantener la estabilidad un poco y suspiré dolorida. Me dolía todo el cuerpo, las piernas me temblaban como si se tratara de gelatina. Ni me miré los golpes, fui con cuidado a la cama y me tumbé para cerrar los ojos y dormir algo, no podía con mi cuerpo, necesitaba descansar.


(...)


Me desperté por el sonido del timbre, miré la hora y eran las dos y media de la tarde. Me incorporé en la cama con cuidado quedando sentada en la cama y escuché unos pasos muy fuertes dirigirse hasta a mí, se abrió la puerta de mi habitación ferozmente entrando mi padre furioso. Intenté alejarme de él pero no podía, me dolía todo el cuerpo. Se acercó hasta a mí quedando enfrente mio, yo tragué saliva.


- Escuchá, son tus amiguitos- giró los ojos- No hables ni nada, ni una voz- me señaló amenazante, abrí los ojos sorprendida y negué

- ¿Pero por qué? Déjame verles por favor- supliqué aunque no iba a funcionar

- Te he dicho que no- me dio un bofetón, me sobé la zona afectada y le miré con lágrimas en mi cara- Ahora vengo


Se alejó de mi mirándome totalmente enojado y salió de mi habitación para atender a la puerta. Me levanté con cuidado de la cama y fui despacito hasta mi ventana para ver si me podían ver.

Abrí la ventana y me asomé para ver si estaban. Bufé frustrada, no les podía ver pero escuchaba sus voces, y una de ellas me dejó estática, era Mateo, solo le escuché como se despedía, pero aún así se me escapó una sonrisilla. Escuché cerrar la puerta y cerré la ventana rápidamente para volver a sentarme en la cama a esperar a mi padre, escuché sus pasos y abrió mi puerta para colocarse enfrente mío.


- No quiero que te acerques a tus amigos más ¿Quedó claro?- me agarró del brazo fuerte, me retorcí del dolor y asentí como pude- Si te veo con ellos sabes lo que va a pasar- me sonrió maliciosamente- ¿Y no querés ir al hospital no?- negué rotúndamente escapándose una lágrima- Así me gusta- me soltó y se fue de mi habitación dando un portazo


Me tumbé en la cama y me pasé las manos por la cara frustrada y con miedo. Me iba a matar como no le hiciera caso, me iba a dar la paliza de mi vida como no le obedezca. Se me escapó un sollozo y me tapé con las sábanas hasta mi cabeza para quedarme otra vez dormida.




Cicatrices (Trueno) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora