Relojería

Oneshot

Taladros girando. Martillos golpeando. La electricidad chisporrotea. Antorchas ardiendo.

Todo combinado en una horrible ráfaga de ruido que Izuku Midoriya ya no podía ignorar. El héroe número dos se levantó de la cama como un cadáver reanimado, frotándose los ojos cansados mientras ignoraba el dolor que se disparaba por todo su cuerpo.

Tras el débil ruido en la oscuridad, fue atraído hacia una puerta al final del pasillo, frente a su dormitorio. Había una pequeña luz que brillaba desde abajo. Suspiró.

"Está trabajando de nuevo".

Abriendo lentamente la puerta, fue recibido por un abrumador olor a metal, gas, humo y sudor. Sin embargo, no le importó. Era un olor natural para el taller.

Pasando por encima de numerosos inventos fallidos, encontró lo que buscaba en medio del caos.

Sentada en una mesa de trabajo, de espaldas a él, había una joven de pelo largo y rosa que le tocaba la parte baja de la espalda. No llevaba nada más que una de sus camisetas del All Might y su propia ropa interior. Estaba claro que acababa de salir de la cama.

"Hola".

La chica dejó inmediatamente de hacer lo que estaba haciendo y se volvió hacia Izuku en cuanto oyó su voz.

"¡¿Zuzu?! ¡¿Qué estás haciendo fuera de la cama?! ¡Necesitas descansar!"

Ella corrió hacia él, sus dedos ansiosos arrastrándose sobre su cuerpo vendado.

"¡Ay! ¡Ay!" Izuku hizo un gesto de dolor. "Escuché el ruido y vine a buscarte. ¿Por qué sigues levantada?"

"¡No pude evitarlo!" sonrió, con el punto de mira en sus ojos que se iluminaban. "¡Tuve una gran idea para un invento mientras dormía y tuve que trabajar en ella! ¡Compruébalo!" Sostenía un par de guantes que se parecían al Izuku que ya había usado. "¡Bebé número 1056! ¡Nuevos brazaletes para tu traje! ¡Ligero, pero mucho más duradero que los anteriores! Añade eso a las botas mejoradas que hice anoche, y el chaleco de Kevlar que hice la noche anterior y no tendrás que preocuparte nunca de..."

"Mei".

Su boca se cerró instantáneamente cuando él la llamó por su nombre. Era la única persona que podía hacerla hacer eso. Sus párpados estaban bajos y su sonrisa era pequeña. Ella ya sabía lo que él iba a decir.

"Aprecio todo el nuevo equipo, de verdad, pero no puedes seguir haciendo esto todas las noches. El Sr. Power Loader me dijo que está empezando a afectar tu trabajo en el UA. Puedo verlo en tu cara. Estás exhausta".

Hatsume ha caído sobre las vendas que envuelven el torso y los brazos de Izuku.

"Puedo dormir más tarde". Ella dijo bruscamente, alejándose de él. "Tengo que hacer mejores y más fuertes inventos. Es porque no fueron lo suficientemente buenos en primer lugar que te lastimaste. ¿Cómo puedo llamarme a mí misma una defensora si mis inventos no pueden proteger a la persona que...?"

Izuku rodeó con sus brazos a Hatsume. El calor de su cuerpo contra el de él alivió el dolor.

"Eres el mejor apoyo que conozco". Él le dijo. "Si no fuera por tus inventos estaría en peor forma que ahora. Es gracias a ti que he llegado hasta aquí en primer lugar. Así que por favor no dudes de ti misma."

"Pero... ¿y si tú...?"

Izuku atrapó sus labios en los de él. Ella se derritió en sus brazos, recuperando el sentido una vez que él la soltó.

"Volveré". Dijo con una sonrisa. "Lo prometo".

Ella se secó las lágrimas y le devolvió la sonrisa.

"¿Todavía necesitas trabajar?" Preguntó Izuku.

Hatsume miró hacia su puesto de trabajo. "No", respondió ella. "Ya es suficiente por una noche. Aunque probablemente debería empezar a trabajar en algo para ese insomnio tuyo."

Izuku la cargo al estilo de una novia. "Creo que sé algo que funcionará."

"Oh~." Hatsume hablo. "¡Tan varonil!"

Los dos se besaron de nuevo al salir del taller, Hatsume apagando la luz detrás de ellos.

Fin