La Familia Cassmerova (Historia)

Capítulo IV

Me despido de mi padre
Después de unos días en la escuela todo comenzó a empeorar, porque ahora no solo le decían cosas feas a Matteo si no que también lo habían golpeado en dos ocaciones, pero a pesar de que le estaba llendo mal en la escuela no le decía nada a sus padres porque en su casa tenían ya suficientes problemas, llega un nuevo día de clases y para Matteo eso era lo peor que le podía pasar, se levantó de la cama y su madre llorando le preparo el desayuno, el la ve llorando y le pregunta *¿Que pasa?* Y ella entre llantos y lágrimas le responde que se llevarán a Steffano para el ejército para combatir en la segunda guerra mundial que estaba dando comienzo, mientras que Matteo iba caminando hacia la escuela se estaba dando cuenta que su mundo se estaba destruyendo y que lo peor que podría pasar es que se llevaran a su padre, llegó a la escuela y los chicos sin saber que pasaba comenzaron a molestarlo y un chico llamado Marcos le dijo que su padre era un simple levanta cajas en el puerto y que por eso su familia daba asco y por primera vez Matteo reaccionó de forma agresiva a todas las ofensas de esos chicos y golpeó a Marcos pero otro de ellos también lo ataco, lo más increíble es que el que acudió en su ayuda fue Mario el chico que le dijo que no pertenecía allí, después de esa pelea suspendieron a Matteo y volvió a casa para encontrarse allí con la peor noticia de su vida hasta ese momento, cuando llegó su padre estaba recogiendo sus cosas para irse, el chico se acercó llorando al padre, lo abrazó y le dijo *¡Papá prométeme que volverás por favor!* A lo que el padre respondio *Te lo prometo hijo mío * lo abrazó muy fuerte y luego de sortarlo le regaló un collar que le había dado su madre y le dijo *¡Siempre estaré contigo aunque no esté aquí, quiero que cuides mucho este collar para que siempre me recuerdes!* Y en ese momento llamaron a la puerta para llevarse a Steffano fue un momento muy duro para Matteo y Lussia ya que ahora no tenían a nadie que se hiciera cargo de ellos económicamente, a Lussia no le quedaba más remedio que buscar un trabajo.

CONTINUARÁ...
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Saludos a todos De Bryan y Alan