Afuera llovía y Chanyeol despertó con un sobresalto: el agua golpeaba feroz las ventanas y un grito más le hizo sentirse confundido. Por un instante, no reaccionó del sitio en que estaba, pero estar ahí le hizo darse cuenta que nada de lo que pasó había sido un sueño. En la entrada, el equipaje de Baekhyun, impedía que alguien entrara y saliera. Y destacable por encima de todo, había un olor diferente en la casa. Todo estaba pasando tan rápido que apenas alcanzó a atrapar a Daeyeol en brazos, porque Byun se lo puso en la barriga, y le pidió que lo cuidara mientras preparaba el desayuno.
¿Desayuno? Hace tanto que eso no ocurría en esa casa. Chanyeol despertaba de forma habitual a eso de las once de la mañana, y para el medio día, estaba probando la comida, saltándose el alimento más importante del día. Baekhyun no estaba consciente del desastre alimenticio con que vivía su ex pareja, así que anduvo hasta la cocina, tarareando. Con un bebé babeando su pecho, Chanyeol no pudo hacer sino quedarse acostado en el sofá. La cortina estaba abierta y posiblemente eso también había sido obra de aquel joven que había entrado a desordenar no solo la casa, sino su vida desde hace tantos años.
Los minutos transcurrieron en una tranquila escena de Daeyeol acariciando el rostro de su padre y balbuceando, sin parar de reír. -¿Despertaste muy temprano?- Preguntó el empresario, levantándose para sentarse y a su lado, dejó a su pequeño hijo, quien era casi una copia de él mismo. El olor a pescado comenzó a invadir toda la casa y fue el que lo incitó a levantarse, llevando consigo a Daeyeol hasta la cocina. Baekhyun cocinaba con tanta habilidad. Había cortado verduras, se movía por todos lados mientras el pescado se freía y preparaba papilla para su pequeño. Todo estaba tan ordenado y eso daba la impresión de que sabía demasiado bien. Se le notaba tan concentrado que ni siquiera notó la presencia de Chanyeol y el pequeño en brazos. La cocina para Baekhyun, era un recinto sagrado, un lugar donde siempre se desenvolvería como un maestro.
De pronto pareció descubrir a Chanyeol y le sonrió. -¿Puedes darle comida? En un momento te serviré a ti.
Con una mano, Chanyeol montó la silla de Daeyeol. La había comprado apenas unos meses antes, cuando su hijo logró sentarse; sin embargo, rara vez la usaban. En realidad, pocas veces comían juntos y si lo hacían, era en la sala, en el jardín, pero jamás algo cocinado por Baekhyun. Comenzó entonces a jugar con el niño, mientras Baekhyun servía fideos en dos platos y los colocaba en lados opuestos de la mesa, uno enfrente de Chanyeol. Tras ver como Baekhyun se esforzaba tanto, y actuaba de una forma tan natural, todas esas memorias, comenzaron a surgir y fue inevitable no sentirse mal por ello.
Cinco años atrás, un poco después de la graduación de Chanyeol, ambos se habían mudado a ese mismo apartamento. Baekhyun estaba en proceso de graduarse también. Según los cálculos, Baekhyun debió graduarse un año antes; sin embargo, pasó varios meses viajando para experimentar distintos tipos de comida. Paseó por Japón, por China, estuvo en América y también en Francia. En esa época de su vida, aún no había una relación formal con Chanyeol, aunque ya se conocían y habían salido un par de veces. Eso sin contar largas horas hablando por teléfono y hablando por mensajes de texto. Fue en el último mes de su recorrido, cuando Baekhyun pisó Japón, que Chanyeol tomó el primer vuelo desde Incheon a Osaka y lo sorprendió una tarde lluviosa, secándose los pies en el lobby del hotel.
Todo mundo notó que al volver a Seúl, Baekhyun no abandonaba el dormitorio de Chanyeol, y coincidían en que entre ellos dos había mucho más que una amistad. Nadie se sorprendió cuando se mudaron juntos, mucho menos cuando meses después, anunciaron el enorme tesoro que venía para su familia. Fueron años increíbles para ambos. Baekhyun no dejaba de sorprender todo el tiempo preparando comidas de todo el mundo. Trabajaba en un pequeño restaurante de Itaewon, de estilo americano. Sin embargo, no limitaba sus conocimientos y mucho menos la práctica. Todas las mañanas, Chanyeol iba al trabajo después de que su novio, se encargaba de alimentarlo bien y de servirle incluso tres veces si lo sentía menos satisfecho. Fue testigo del crecimiento de Baekhyun. De las risas. De sus experimentos. De quemar la cocina un par de veces y sobre todo, de su felicidad.
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guide you home [CHANBAEK]
FanfictionChanyeol es un administrador de un restaurante famoso en Seúl. Baekhyun un ex-chef que se ha retirado para atender a su pequeño hijo. Ambos han mantenido una relación cordial luego de que la relación que les unía, terminó: todo por el bien del bebé...