Capitulo 10

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De pronto siento como mi respiración aumenta su velocidad, un lobo que seguro me supera en tamaño, aparece tras los árboles son sus profundos ojos negros, y su pelaje azabache.

-Zashire te estábamos esperando- Anunció sonriendo

El lobo gruñó acercándose amenazadoramente. Cada vez que se acercaba un gruñido feroz salía de su hocico, y yo después de la impresión decidí alejarme inmediatamente de allí, pero antes de poder alejarme no más de un metro, el extraño me sujetó por el brazo.

-Cuando me dijeron que estabas vivo en serio lo dudé, pero tenerte aquí lo aclaro todo- dijo con una sonrisa angelical contrario a la situación - tranquilo, solo vamos hablar.

Realmente esto me desconcierta, le habla al lobo como si lo entendiera, como si fuera una persona más.
Me quedó petrificada al ver como el lobo se acerca amenazadoramente al extraño y con un gruñido que me eriza la piel, siento como me sujeta la ropa con el hocico y me sube a su lomo como si pesara menos que una pluma.

Una vez que mi piel siente el pelaje de ese lobo, siento algo electrizante, y los nervios que sentía hace un momento, paracen haber desaparecido.

Otro rugido tan potente que me hace volver a la realidad, escucho con claridad cuando dice:

- Así que no eres tan inmune como todos creían- y prosiguiendo hablar con el lobo continuó- sabes que era la única manera de traerte- después de otro gruñido contestó- Tenemos problemas.

Inesperadamente sentí una especie de furia sin saber porqué.
Y no se la razón pero sentí el impulso de acariciarlo, y cuando menos lo pensé, lo estaba haciendo.
Pareciese que mis caricias lo calmaran pues cuando presentí que se lanzaría sobre el, con mis caricias se dispuso a salir a una velocidad impresionante por el bosque que nunca me atreví visitar.
Corrimos quilómetros, sentí que pasaron horas, hasta que sentí como la velocidad del lobo menguaba. Nos detuvimos a lo alto de una colina donde pude ver un hermoso atardecer.
Siempre amé los atardeceres, desde niña soñaba verlos con la persona me quisiera tanto como yo a él. Sin embargo Frank nunca quiso venir conmigo, ponía pretextos cada vez que lo mencionaba, como para todas las cosas que le decía.

Abstraída en mis pensamientos escucho el ruido de una rama y me hace reaccionar, pero que hago pensando en estas cosas cuando un enorme lobo está a mis espaldas. La tranquilidad de hace tan solo un momento se esfuma. El pánico empieza apoderase de mi. Me volteo poco a poco y aunque una milésima de segundo me quedo distraída por su mirada, parpadeo varias veces  intentando pensar en algo para que ese lobo no me use de cena.

- Vamos lobito- le digo levantando las manos en alto en son de paz, y de poco doy pasitos hacia tras- alguien te ha dicho que eres un hermoso lobito-
Cuando daba los pasos hacia tras, me resbalé con una piedra y caí de espalda, siento como mis latidos se aceleran cada vez más cuando observo el lobo acercándose.

Me quedo helada cuando observo como el cuerpo del lobo da lugar al cuerpo desnudo de un humano. Recorro la vista desde los pies y cuando llegó al rostro siento que me falta aire.

-Aroon-
Después siento que la oscuridad da paso a mis ojos.

¡Esa gorda es mía! -EN PAUSA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora