Capitulo 13

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El sentir por primera vez los suaves labios de mi mujer. Fue mejor de lo que alguna vez pude llegar a imaginar, su delicioso sabor me hizo pensar que ya no había vuelta atrás, ella tiene el poder sobre mi.
Profundizo el beso acercándola aún más. Una vez mi brazo descansando en su perfecta cintura y sobre la suave piel de su rostro, me sorprende cuando abruptamente se desprende de mi lado.
Y otra punzada de dolor atraviesa mi pecho. Desde que conocí a Olivia me ha dado más rechazos que en toda mi vida.

- ¿Qué pasa?- le digo frunciendo el ceño.

-¿Que, qué pasa? pues dímelo tú, primero me arrinconas en un hospital, por casualidad terminas viviendo en el mismo edificio que yo, en el mismo piso, y resulta que ahora no eres una persona sino un enorme perro. Y eso sin contar que por obra de magia terminé de mi departamento a un lugar remoto del bosque-

Después de escuchar todo el desparpajo de la chica, intento acercarme, pero esta vez, como otras más, retrocede.

Al borde del límite por su continuo rechazo, le digo; Escúchame Olivia, es verdad que no soy un humano, como ya sabrás. Tú- después de un suspiro prosigo-tú eres especial para mi

-¿por qué yo?- interrumpe un tanto desconcertada.

- pues verás, cada ser sobre-natural que existe en el mundo, tiene a una persona, digamos especial. Y tú eres especial para mi que soy un lobo. Se que puedes estar muy confundida sobre todo esto, pero por ahora te puedo decir que si te quedas a mi lado ambos podemos beneficiarnos- le digo observando sus deliciosas curvas hasta el punto de sentir como se me secaba la boca. Sin embargo decido concentrarme lo más que pueda en la situación, y prosigo.
-hagamos un trato, te quedas a mi lado por un tiempo y yo te ayudo para evitar que te cases con ese maldito humano- simplemente recordar lo que le llegó hacer a mi mujer, me hace querer retorcerle el cuello, sin duda pronto pagará por ello.

-¿y tú cómo sabes que me tengo que casar con Frank?-
Eso me hizo saber la metida de pata que hice. Pero no dejándome llevar por el descubrimiento. Estaba a punto de contestarle, pero ella continuó
- a claro escuchaste desde tu departamento. Pues gracias pero no- me dice inmediatamente.

Es que acaso está mujer ¿planea volverme loca? Ni siquiera la pensó, es inaudito todo esto. Tiempo atrás, pensé que mi Duot sería una total sumisa que sucumbiría a nuestros instintos, pero por raro que parezca todo esto de cierta manera me encanta. Muero por tenerla entre mis piernas, jadeando para mi.

-Ahora llévame a mi departamento- afirma con voz desinteresada.

¡Esa gorda es mía! -EN PAUSA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora