Dos presos por habitación, una plataforma que sube y baja, un número interminable de pisos... 7 personas 1 mismo objetivo...
Inspirada en la película de Netflix "El hoyo"...
Seokjin estaba desesperado, solo podía ver como Jungkook acariciaba su ballesta mientras buscaba la manera de quitarle el seguro, se removió rápidamente intentando desatarse pero todo su esfuerzo parecía inútil, las ataduras eran fuertes, incluso llegaban a lastimar. J observó como Jk se frustraba al no poder activar el arma, sin embargo si logró sacar la flecha de esta. Jungkook dirigió una mirada a Seokjin y luego se acercó al muro frente a él, comenzado a tallar en este con la flecha.
"Ahora tú también sabes lo que es no poder hablar, creo que comenzamos a entendernos mejor"
J se alertó ante aquello y por un momento se arrepintió de haber encajado esa misma flecha el la lengua de su compañero.
Jk volvió a tallar sobre el muro. "Ellos me piden que te mate, pero yo no estoy seguro, ¿Qué debería hacer?" -Jk le señalo al rededor como si hubiera más personas en la habitación, y después asintió-
La sangre de Jin se heló al leer aquello ¿ellos?, esta vez en realidad temió por saber que su vida pendía de las decisiones de las voces dentro de Jungkook. Mirando hacia el techo solo podía pensar en que Namjoon tuviera razón y existiera un Dios que lo ayudara. Con las oraciones que su difunto amor le había enseñado en mente, comenzó a rezar pidiendo ayuda al cielo. Jungkook por su lado sólo observaba al chico atado.
Tim: "¿Qué crees que esté haciendo?" Jk: "En realidad no lo sé, ¿donde están los demás?, estaban aquí hace un minuto" Tim: "Les pedí privacidad Niño, necesito hablar contigo -Jk asintió- ¿que piensas hacer con él, en realidad quieres matarlo?" Jk: "No, ese jamás fue él plan, ellos me agradaban enserio" Tim: "Bien me alegra escuchar eso, aunque en verdad creo que deberías buscar entre sus cosas, tal vez tenga algo que pueda ayudarnos" Jk: "¿Algo como qué?" Tim: "No lo se, recuerdas aquellos días en el piso 300 donde no había nada de comer ¿qué fue lo que los mantuvo con vida Niño?"
Drogas. Aquella palabra retumbó en su cabeza haciéndolo volver a la realidad. En aquellas épocas habían logrado sobrevivir al hambre gracias a las metanfetaminas que Seokjin cargaba con él. En este momento no se sentía diferente a aquellos momentos, la desesperación por alimentarse era latente y el dolor en su estómago era indescriptible. Rápidamente y ante la mirada atenta de J comenzó a hurgar en las cosas del mencionado, palpo lo que sus manos lograban llegar debajo del colchón, miro debajo de la cama, a los lados y finalmente comenzó a palpar el cuerpo de su compañero, J intentó gritar pues aún recordaba aquel insistente en el que Jk intentó tocarlo, temiendo que se repitiera y esta vez no pudiera hacer nada para evitarlo. Sin embargo sus pensamientos se calmaron al ver cómo, después de haber hurgado sus bolsillos Jungkook se retiraba con aquella bolsa que él sabía, guardaba recelosamente, aquella era su última porción de estupefacientes, aquella era su última reserva guardada para emergencias.
Jk observó la bolsita en sus manos, no lo podía creer, aquello podía terminar con su dolor, solo era cuestión de abrirlo. Giró su mirada y pudo ver a su compañero, el rostro de este era de súplica y desesperación, Jk negó con su cabeza en su dirección y después abrió aquella bolsita, colocando inmediatamente un poco de aquello en su boca, lentamente sintió como se absorbía, se permitió recostarse en el suelo y mirar al techo, mientras aquella dosis lo llevaba a alcanzar el cielo.
Comenzó a reírse de una manera que aceleró el pulso de Seokjin, debía desatarse y rápido de lo contrario no sabía en lo que eso podía culminar, comenzó a sacudirse de manera brusca lastimándose varias veces en el proceso, logró sacar la mordaza de su boca, sin embargo continuó sin emitir ningún ruido no quería poner en alerta a Jungkook. Con ayuda de su boca fue logrando jalar algunas partes de las sábanas con las que estaba atado, logró sacar sus pies del agarre después de un rato de sacudirse y de manera paulatina comenzó a desatar lo demás, solo quedaban sus manos, cuando observó como el menor llevaba la bolsa hacia su boca y sin mayor cuidado ingería todo lo que restaba en aquella bolsa. "Esto es una locura" pensó mientras intentaba desatar sus manos, se incorporó lentamente intentando no llamar la atención, como pudo logró desatarse al fin.
Jungkook había botado la ballesta muy cerca de su cama, pues solía escribir cosas en el muro frente a ella, lentamente J se inclinó para tomarla, su pulso se detuvo cuando una mano apresó la suya, impidiéndole seguir moviéndose. Cuando levantó la mirada, sus ojos chocaron con los de su compañero el cual parecía totalmente fuera de sí, sus pupilas estaban completamente dilatadas, hilos de saliva caían por su boca sin control, tenía una sonrisa en su rostro para nada agradable, y un poco de sangre caía por su nariz.
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