Elena Lincoln

El cuarto del dolor

-No me voy a ir- digo afirmandole que quiero esto

-Bien-

Toma mi mano y me voltea a ver, levanta con la mano mi cara y me ve a los ojos.

-Sabes que es esto?-dice mientras señala todo lo que nos rodea

-Tengo una vaga idea- contesto sin dejar de mirar esos ojos azules.

-Después de esto te mandaré el tipo de relación que quiero contigo ¿okay?-

-Si- contesto sin poner mucho entusiasmo

-Si que?-

-Si señor-

-Muy bien-suspira levemente-¿Te puedo preguntar algo Elena?

-Si, señor

-¿Eres virgen?

-No, señor

Que pregunta tan mas rara...

-Esta bien Elena

Ese día fue muy tranquilo, un polvo suave, pero duro y sexy, suficientemente duro como para dejarme adolorida.