Hasta mis 18 años mi vida a sido de lo más normal, sin embargo un día todo cambio..... Estaba en clase y realmente no ponía atención a lo que el profesor decía, su voz hacia eco en el salón y la mayoría no estaba allí en ese momento, podría ser porque era el último día de la semana o quizá lo nublado que estaba el cielo y la falta de iluminación en el salón, jugueteaba con un lapicero hasta que en un momento de torpeza callo al suelo, me gire y cruce miradas con Angelica, mi mejor amiga quien se sentaba a mi lado y al parecer había escuchado el golpecito de mi lapicero al caer, ella me sonrió y ambas nos inclinamos para levantar el lapicero... Un roce y un segundo después, mire con terror mi mano, estaba inflamada y llena de ronchas grandes, Angelica también lo notó su expresión de sorpresa, miedo y confusión me dio más motivos para gritar y asustarme, el profesor se giro y noto que Angelica y yo estábamos aún inclinadas al inicio pensó que era una broma y estábamos jugando pero una vez se aproximó para darnos un sermón vio mi mano y su molestia desapareció completamente de su rostro dando paso al razonamiento e impuso por buscar una solución
- Llamen a la enfermera
Indicó a Estevan quien de inmediato saltó de su asiento para correr en busca de la enfermera, me calme un poco, quizá era algo temporal y tendría solución, después de todo siempre fuí muy exagerada y asustadiza, El señor B se inco para revisar mi mano y la tomó con delicadeza mientras preguntaba lo que había sucedido y si era alérgica a algo, no, no lo era y explicamos todo pero al momento en que el señor B tocó mi mano esta se inflamó más y las ronchas se extendieron hasta mi antebrazo, no la llenaban por completo pero si que eran grandes, me soltó y sugirió que no me acercara a nadie hasta que la enfermera llegará y supiéramos de que se trataba.... El roce con mi amiga fue el último que tuve piel con piel aún recuerdo la suavidad de su mano...