Capitulo 25 (Parte 2)

331 12 0
                                    

El verano se acerca y mi tristeza era casi evidente. Yo no quería quedarme en este lugar, pero no tenía otro lugar donde ir. Por suerte Harry había accedido a quedarse conmigo lo que me pareció endemoniadamente adorable. Estos últimos meses él ha sido tan malditamente dulce que sentía que sufría de diabetes.

Era el último día de todos en este lugar y mi humor no era el mejor. Debo ser sincera, estaba algo envidiosa de todos. A comparación de mí, Harry se veía normal, la situación no le hacía sentir ni más ni menos. Estaba furiosa por la vida por no tener una familia normal y estable como casi todo el mundo. Sé que suena egoísta pero ¡¿por qué demonios de todas las personas del mundo me tocó esta familia?! ¿No había una vacante para otra?

Nos encontrábamos en una de las mesas que estaban en la terraza del campus, como era de esperarse el humor de los todos estaba diez mil escalas por encima del mío. Preferí ignorar a todos y desentenderme de la conversación. Desde lejos vi el peculiar caminado de Eliot hacia nosotros, rodeé los ojos porque sabía que apenas me viera me iba a mirar tratando de decirme bájale-a-tu-humor y yo no estaba lista para ningún tipo de comentario.

—Hola todos, hola Mimi ¿qué tienes para este verano? — ¿Era necesario preguntar eso? Prefería que preguntara como estaba el clima. Gruñí dándole a entender que piso en arenas movedizas.

—Aquí Eliot. Me quedaré aquí—El entendimiento cruzó por su rostro mientras los demás lo miraban con cara de eres-un-total-idiota. Él se encogió de hombros y un silencio incomodo rondó por todos nosotros.

—Oh. Ya se—volvió a hablar Eliot—Puedes venir conmigo, les puedo decir a mis padres que te preparen un habitación Mimi, sería fantástico imagina…

Esto era mucho más de lo que podía soportar ¿Acaso le había pedido yo hospedaje a él? No soy una maldita indigente, no quiero su compasión. Por todos los cielos ¡Que deje de llamarse así!

—Mira Eliot, escúchame bien para no tener malos entendidos—Hablé muy irritada. Demasiado— Primero, deja de llamarme Mimi, no quiero escuchar que ninguno de ustedes por ninguna maldita razón se les ocurra volver a decirme de esa manera—Hice una pausa, todos asintieron; Harry solo me miraba del otro extremo mientras estaba recostado al respaldo de la silla y los brazos cruzados al pecho. De alguna manera su tranquilidad me empujó al abismo. Estaba totalmente furiosa. Me paré bruscamente, Harry abrió los ojos pero luego su cara se volvió tan seria como antes. Mi mirada se dirigió a Eliot, me acerqué a él agarrando con fuerza el cuello de su camisa, él soltó—Segundo, no quiero tu lastima, mariquita.

Corrí hasta mi dormitorio, consiente que tenía que disculparme después con Eliot. Al diablo, yo no quería hablar con nadie hoy y él sin duda me sonsacó. Al llegar di un portazo y me tiré boca abajo a la cama. Lloro de la impotencia; lloro porque busco un poco de liberación, me siento mal conmigo misma y me porté como una perra con Eliot. 

Me va a costar como el infierno el perdón de Eliot y sé que me salí de mis casillas pero no quiero pensar en eso. No quiero pensar en nada, solo porque no quiero creer que está pasando. No quiero creer que soy casi una huérfana, que mis padres no me quieren, que mi mundo se está cayendo de a pedazos. No quiero creer que estoy en negación y necesito ayuda. 

Tocaron la puerta pero no quise abrir y no tenía la necesidad de abrir para saber quién era.

—LARGO DE AQUÍ—grité con mi cabeza aun enterrada en el colchón, los golpes insistieron y yo no cedí. No lo iba a hacer, no quería que me dijera todo lo malo en mí. No lo toleraría si viniera de él.
Pasaron unos minutos más y los golpees habían cesado, pero aún seguía sintiendo su presencia atrás de la puerta. ¿Por qué no me dormía? Normalmente después de tanto llorar la gente se queda dormida. Lo he leído en libros. ¿Cuántas lágrimas más tendría que botar para que sirvieran como sedantes? 

—Abre la puerta ______. No la quiero tirarla abajo—Habló Harry. Me paralicé ¿abajo? Que salvaje—Solo quiero hablar.

Suspiré. ¡DAME UN RESPIRO MALDITO STYLES!—Eso es exactamente lo que no quiero hacer—volví a gritar.
Un estruendo sonó y al instante Harry estaba dentro de mi cuarto. Había tumbado la puerta como había dicho y yo estaba que moría de cólera.

—Animal—Le tiré el embace de vidrío que se encontraba en mi mesa de noche, el abrió los ojos de la impresión. El vidrío golpeó contra la pared que estaba tras de él y se volvió añicos. En dos zancadas Harry se encontraba cogiéndome del codo, sacándome de la cama.

— ¿Qué demonios sucede contigo? ¿Te volviste loca? —Forcejeaba para que me soltará pero era casi inútil. 

—Si me volví loca y quiero matarte—Esto último lo dije lento y demasiado pronunciado. Hasta yo misma me creía una puta demente.

—Tenemos que hablar.

—Yo no quiero hablar contigo—contraataqué. Él me agitó un poco llevándome a rastras hacia a fuera. Por fin salgo de su agarre—¿Qué te pasa? Estoy en mi dormitorio.

—Pues entonces hablemos a fuera.

Me cogió del hombro sacándome hacia el pasillo, me quedé mirando al piso. Golpeado nerviosamente mi pie contra él. Moviendo mi boca de un lado para otro, respirando suave y profundo. Todo para tranquilizarme. Pero mi mente no pretendía dejarme en paz. Mamá, papá, verano en la institución, Eliot, puerta que se abrió a la fuerza, le tiré un embace para hacerle daño. Dios, me estaba dando un ataque de pánico.

Él me abrazó fuerte, demasiado para mi gusto. Y entendí que esto era todo lo que necesitaba, me apoyó contra la pared mientras rozaba su nariz por mi cuello. Yo enteré mi cabeza en su pecho y mis uñas en su espalda. Lo necesitaba conmigo. Él lo sabía primero que yo.

—No estas solas. No quiero decirte que está mal contigo. Solo quiero que lo sepas, no estás sola—Susurró en mi odio—Nadie nunca lo está.

Everytime (Harry Styles y Tu) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora