Capítulo 7

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Una sensación de cosquilleo me recorrió todo el cuerpo. No sabía qué hacer con las manos y simplemente me quedé quieta y disfrute del beso, dejándome llevar por aquella maravillosa sensación. Cuando el besó se terminó solté un leve gemido por la falta de aquel contacto. Ely tenía los ojos cerrados y respiraba con dificultad.

   - Buenas noches - dijo dándome un casto beso en la frente.

   Cerré los ojos ante aquel simple contacto, simplemente disfrutando de la cercanía de Ely.

   - Buenas noches - dije en cuanto sus labios cesaron el contacto con mi piel. Luego nos separamos, dirigiéndonos cada uno a su respectiva casa. Por suerte en mi casa no había nadie, así que pude encerrarme en mi habitación sin ningún problema.

   Los días pasaron, convirtiéndose en semanas, que a su vez se convirtieron en meses, en todo este tiempo me he unido mucho a Ely, él es el único que sabe de las palizas de mi padre. Me ayuda con las heridas y hace que me olvide de mi vida por unas horas. Claro está, no sabe nada de las palizas de las Beta, no quiero meterlo en problemas, además de que etas se han vuelto muy continuas y duras últimamente. Hoy es martes, me dirijo hacia mi taquilla, tarde por culpa de la paliza de mi padre, cuando de repente noto un tirón de mi pelo. Acabo estampada contra la taquilla y al levantar la vista no me sorprende encontrarme con las Beta, con su típica pose de superioridad.

   - Bien nerd, parece que no pillas las palizas - dijo Tiffany cruzando los brazos debajo de su pecho, haciendo que su gran escote aumentase aún más.

   - ¿Cómo es que sacas dieces y esto no eres capaz de entenderlo? - preguntó burlonamente Ashley.

   - No sé de qué me habláis, lo juro - dije asustada.

   - No te hagas la tonta - chilló Brithany pegándome una bofetada - Sabes muy bien que él es mío, y si piensas que me lo vas a quitar vas lista.

   - Te juro que no sé de qué me hablas - dije encogida desde el suelo.

   - ¡Ely es mío zorra! - chilló antes de abalanzarse sobre mí.

   Una oleada de golpes llegó, y yo no podía parar de repetir que me soltaran, pero obviamente no me iban a hacer caso. Pero de repente una voz las hizo parar.

   - ¡PARAD! Dejad en paz a la pobre chica - dijo una voz aguda.

   - ¿Y tú nos lo vas a impedir nueva? - dijo Evelyn, en ese instante sonó el timbre del final de la primera clase y los pasillos no tardarían en llenarse de gente - Por esta vez te libras nerd, y tú también novata, una vez dicho esto se fueron y un par de manos me ayudaron a levantarme. Al hacerlo vi un par de ojos grises mirándome con preocupación, era una chica alta, con buenas curvas y una melena rubia, natural, que le llegaba hasta la mitad de la espalda.  Cualquier chico babearía por ella, pero me estaba ayudando. Me levantó y me llevó hasta el lavabo donde limpié mis heridas.

   - ¿Por qué me ayudas? - pregunté tímidamente después de un largo silencio.

   - ¿Es que nadie te ayuda? - preguntó incrédula.

   - La poca gente que lo ve teme demasiado a las Beta como para interferir.

   - ¿Beta? - preguntó extrañada.

   - Es el nombre de su grupo, son las iniciales de sus nombres, Brithany, Evelyn, Tiffany y Ashley ¿Eres nueva?

   - Sí, acabo de llegar, pero jamás imagine que en mi primer día me encontrase esto - dijo soltando una ligera carcajada.

   - Pero aun no entiendo porque me has ayudado - dije apenada.

   - Pues, verás, yo venía de recoger mis horarios, buscando mi nueva clase cuando de repente me encuentro con esas zorras plásticas pegando a una pobre chica que ni se puede defender - comienza a caminar de un lado a otro nerviosa - No  me podía creer lo que estaba viendo, era tan injusto, tan indignante que tenía que hacer algo. No soporto a la gente que se mete con los demás.

Salvada por el popularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora