LA MANSIÓN WAYNE

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Cuando iba con el traje de Ice Bullet me sentía libre, podía ser yo misma. Con el tiempo desarrollé efectos curativos con mi hielo, los cuales podían curarme las heridas, algo muy efectivo por cierto.

La gente en Gotham me temía, básicamente porque yo no soy como otros superhéroes de pacotilla, se podría decir que soy una sicaria , pero solo mato criminales, incluso la misma policía me ha llegado a pagar para matar narcotraficantes escurridizos. Yo necesito el dinero, a mi madre le es costoso mantenernos a mi hermano y a mi, y esta manera de obtener dinero esta bastante bien, aunque también trabajo de camarera en una cafetería. Cuando mis padres trabajaban juntos como espías ganaban bastante dinero, hasta que mi padre murió y mi madre decidió dejarlo.

Me dirigía a hablar con mi cliente en el punto que habíamos quedado. Cuando llegue al callejón había un hombre vestido de negro y con unas gafas de sol, probablemente sea un espía.

De un salto aparecí en frente de el.

-¿Señor RS?- Le mire de una forma seria.
- En efecto Ice Bullet- Me contestó de una manera que intimidaba bastante.
- ¿Bueno, que es lo quiere que haga señor?-
- Ya sabes lo quiero... Encárgate de él, me da igual de qué manera, pero lo quiero muerto.- Dijo pasándome una foto de lo que parecía un narcotraficante.
- ¿Sabes si va a hacer algún intercambio?-
- Sí, en esta calle en media hora.- Dijo pasándome un papel con una dirección.
- Perfecto, entonces me decantaré por un francotirador..- Dije con una sonrisa maliciosa.
- Cuento con usted Bullet, aquí tiene el dinero.- Acaba la frase y me entrega un fajo de billetes.
- No se preocupe, ese tío ya huele a tierra..- Cogí el dinero y fui desapareciendo y volviendo a aparecer con mi corta tele transportación.

Llegue al garaje de casa sin que se enterara mi madre y saqué de un compartimento secreto un francotirador, ya que teníamos un escondite para las armas que solían utilizar mis padres antes. Después de coger el franco me posicioné en una azotea de un edificio, cogí el franco y localicé al sujeto que tenía que matar. Ajuste la mirilla y me percaté que le estaba pasando droga a un menor.
- Que hijo de puta..-
Estaba lista para apretar el gatillo y volarle la cabeza cuando de repente apareció una tercera persona.

Lo mató.

Ese gilipollas mato a mi sujeto.

Pero lo peor de todo es que era el, el amiguito de Batman con el casquito rojo.

Red Hood.

Ese puto subnormal había hecho mi trabajo. Y a mi eso no me hacia ninguna gracia. Observé que hablaba con el chaval que había ido a pillar droga y había visualizado como a su vendedor le volaban la cabeza.
Hood le ponía la mano en el hombro indicándole que estuviera tranquilo, el menor se fue y Hood cogió la droga y se giró hacia mi intuyendo lo que me había pasado. Mi reacción al ver que se me quedó mirando fue sacarle el dedo del medio a lo cual el deja de mírame y sigue su camino a Dios sabe donde.

Llegue a casa muy cabreada, ese mamon me había robado el trabajo, aunque el dinero me lo quedaría igualmente.
Miré el reloj y eran las cinco de la tarde.

- ¡Mierda a las seis tengo lo del trabajo con Tim!- Maldecí y empecé a vestirme para la ocasión.

No me complique la vida, tampoco quería llamar la atención, me puse una sudadera negra, unos vaqueros y unas vans con plataforma, ya que yo no es que fuera muy alta. Me maquille un poco, me despedí de mi madre y me fui.

- Pero que puto casoplón- Dije mirando la gran mansión que tenía ante mis ojos.

Me dirigí a la puerta sin perder todo tipo de detalle de la mansión y pensándomelo un poco llame a la puerta.

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⏰ Última actualización: May 16, 2020 ⏰

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By Your Side ~ Jason ToddDonde viven las historias. Descúbrelo ahora