Apocalipsis: Infección

Capítulo 3

Wemsphiere, 12 de noviembre del 2022

Blair había colocado la antena con éxito y finalmente pudimos restablecer la señal y con la ayuda de drones y hackeando cámaras de seguridad logramos ubicar al objetivo: Tania Andrews.

En el camino Hegel reparó nuestras radios y comentamos sobre aquella extraña criatura que habíamos encontrado y la cual fue difícil de aniquilar.

– Seguramente está ligada a los Eternos y las armas biológicas que dejaron escapar – dijo Hegel terminando de revisar mi casco.

– Deben mantenerse atentos, este lugar está plagado – dijo Conan sin despegar la mirada de su pantalla.

– Sobre todo tú Miller – comentó Patch en el volante – hay Zetas rondando el centro de la ciudad, por lo que veo al desgraciado de Mayer no se le complicó movilizar a todo su cártel hasta aquí.

– ¡Maldita sea! – exclamé preocupada – ¿Seguro que está todo el cártel aquí?

– Es lo más probable y hasta donde sé, la recompensa por tu cabeza sigue vigente, al parecer Mayer aún no supera la humillación – continuó Patch.

– ¿Qué humillación? ¿de qué recompensa están hablando? – preguntó Hegel confundido, ya que era el último miembro en unirse al cártel de D'mond y desconocía algunos datos particulares.

– Hace algunos meses Damon la envió al desierto a investigar a Mayer y sus hombres, hasta el día de hoy no confiesa qué ocurrió exactamente en aquel lugar... pero en resumen se volvió loca y masacró a un grupo de Zetas... – agregó Blair burlándose de la situación.

– ¡¿Disculpa?! – interrumpí ofendida luego de que me llamara loca.

– Una persona cuerda no fríe en ácido a otra y después la cuelga viva para que agonice en el sol – continuó burlándose de la situación.

Hegel me miró confundido y me devolvió mi casco de inmediato.

– ¡Tu no estuviste ahí! – me defendí molesta.

– No, pero me gustaría saber qué ocurrió exactamente. – dijo mostrándome su sonrisa - Además, yo no entiendo el porqué del alboroto, trecientos mil dólares no es para tanto.

– ¡¿Qué insinúas?!

– Que yo no movería un dedo por atraparte.

– ¡Es aquí! – interrumpió Conan señalando al hospital de la ciudad - ¡El objetivo se encuentra en algún lugar del hospital, recuerden que debemos atraparla con vida!

Estacionamos el auto cerca del lugar y avanzamos hasta el ingreso del hospital, el sol estaba comenzando a ocultarse y debo confesar que el ambiente se tornó más perturbador y tétrico.

Ingresamos por la puerta principal, las luces del edificio no se encendieron, pero nuestros cascos nos permitían ver en la oscuridad, al ingresar un terrible aroma a putrefacción nos invadió y en ese instante comenzamos a observar la cantidad de sangre que decoraba los pasillos y restos de personas en un pésimo estado regadas en la recepción.

– Blair y Hegel revisen los pisos superiores, el resto nos mantendremos en este nivel y los inferiores – ordenó Conan tomando la delantera.

El hospital se dividía en 4 largos pasillos, cuando comenzamos a recorrer el primero no pude evitar observar la enorme cantidad de bolsas con cadáveres que estaban regadas en todo el pasillo, también habían cuerpos medio cubiertos con sábanas y otros completamente desechos en las sillas.