Capitulo 2

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El lunes por la mañana estaba demasiado nerviosa, por alguna extraña razón Edson había conseguido hacer que me sintiera como el, hoy en la tarde llegaría Adri y le daríamos la bienvenida en la oficina, me arregle lo más rápido que pude y me fui hacia la universidad y entre a mi primera clase, estaba platicando con Adán sobre algunas cosas cuando tocaron la puerta del salón, el maestro salió a ver quién era y vimos que se quedó hablando con alguien, minutos después entro acompañada con una chica, empezó a decir algo sobre que acababa de llegar y que se uniría con nosotros al semestre a pesar de que ya hubiera empezado, dio las típicas palabras de –Por favor hagan la sentir bienvenida- No estoy segura de si en algún momento la maestra menciono el nombre de la chica pero no estaba poniéndole suficiente atención, estaba más concentrada en ella. Era alta de cabello negro y ojos marrones, iba maquillada pero no tanto, su estilo era sencillo pero de alguna forma era bueno, no es de la clase de chicas que todos voltean a ver pero tampoco es de las que pasa desapercibida tenía algo, Adán me saco de mis pensamientos para volver a lo que estábamos hablando antes de que interrumpieran tocando la puerta, intente prestarle atención pero mis ojos solo seguían a la chica caminando por el salón, al parecer el único lugar vacío era delante de mí.

-Hey, Olivia ¿Estás ahí? Porque si gustas puedo irme a hablar con la pared sabes- dejo salir una risa y voltee a verlo –Si lo siento es solo que me quede pensando un segundo, por cierto ¿Haremos algo el sábado?- Era nuestro aniversario y sinceramente no soy gran fan de celebrar esas cosas pero por alguna cosa sentí la necesidad de hablar sobre eso en ese momento, me di cuenta de lo raro que sonó al ver la cara de Adán, él tampoco estaba acostumbrado a que hablara sobre eso, normalmente era el quien me sacaba arrastrando de mi casa para celebrar o algo. –Ah hum, podemos ir al cine y después a cenar ¿Te parece?- Solo asentí con mi cabeza y volví a poner atención a la clase.

Las clases pasaron y cerca de la última me di cuenta que la chica nueva aun no hablaba con nadie, quería invitarla a venir con nosotros pero sinceramente no sabía si los chicos con los que nos estábamos juntando querían que ella estuviera con nosotros, decidí ignorar la idea y seguí bromeando con ellos. En la última clase quise acercarme con ella pero justo cuando iba a hacerlo escuche a Henry gritando –Hey Liv, si quieres llegar a trabajar vámonos ya porque tengo mucho que contarte- Me gire a él riendo, estoy segura de que sus gritos se escucharon hasta el otro lado de la universidad me despedí de Adán con un beso y me fui con mi mejor amigo, camino a casa me platico sobre una chica llamada Diana, es de las chicas que se le acercaron el primer día. -...Y bueno hoy solo estuve con ella, sus amigas hicieron de todo porque nos quedáramos solos en clases y creo que es linda sabes ¿Qué crees que deba hacer?-

-Creo que deberías usar esta semana para conocerla un poco más y no lo sé, tal vez el fin de semana la puedes invitar a salir o algo así ya sabes, en plan conozcámonos y ve como resultan las cosas quizá y hasta te llegue a gustar.- Vi cómo se sonrojo y reí un poco, de verdad ese niño se merece todo el mundo, es demasiado lindo. Después el comenzó a preguntarme sobre mi día y todo eso pero me centre más en hablar sobre la chica. –Sabes ella tiene algo, quiero decir no es como en esas tontas películas que dicen que en cuanto la vieron sintieron el amor real pero no te puedo negar que si hubo algo en ella cuando la vi, quise hablarle pero no pude, aparte ni siquiera se su nombre.- Cuando termine de contarle Henry me vio extrañado y solo dijo –Sabes lo raro que sonó eso ¿Verdad? Pareciera que te gustara y dios Liv, creo que vamos muy bien como para que vuelvas a decir eso de que sientes que también te gustan las mujeres.

No pude evitar sentir una puñalada en el pecho ante su comentario y el resto del camino a casa ninguno de los dos hablo. Este tema era difícil para mí, cuando estaba en el secundario me di cuenta que una niña me gustaba muchísimo, al principio sentí demasiado extraño y pensé que no era normal, sentía que mis papas me iban a matar si se enteraban y tuve que convencerme a mí misma que solo estaba un poco confundida. Al pasar el tiempo y ver que me habían gustado varias niñas se lo conté a Henry y me dijo que eso era antinatural y que estaba mal, me sentí mal pero pensé que tal vez no quiso decir eso. Tiempo después, en el primer año de preparatoria se lo confesé a mis papas y ellos dijeron lo mismo, que no era algo natural y que de seguro debía estar enferma; me hicieron ir a un psicólogo para que me quitara esa "enfermedad" y hasta que no hice eso mis papas me volvieron a hablar al igual que Henry. A pesar de saber que ya estaba curada de eso, me dolía recordar las palabras de él y de mis padres, me dolía recordar que por algo como eso me abandono pero desde ese momento me prometí a mí misma nunca volver a pensar así respecto a alguna mujer.

Llegamos a mi casa y él quiso abrazarme pero me quite rápido y solo me despedí con la mano –Adiós Henry, nos vemos mañana- El solo asintió y entre a casa, no quería ponerme triste, no hoy. Hoy era el día de Edson y no quería que se preocupara por verme con una cara larga, intente olvidarme de todo el tema y comí con mis papas más rápido de lo normal pues tenía que llegar más temprano a la oficina para llevar el pastel de bienvenida para Adri.

Llegue y terminamos de decorar todo lo que faltaba, estábamos bastante emocionados, el por obvias razones, vería a su hija todos los días otra vez y yo bueno, tendría con quien compartir el trabajo y sería divertido tener una amiga ahí, ya saben haría todo un poco más ameno y relajado.

Vi como Edson miraba su móvil cada dos minutos esperando un mensaje o alguna llamada de que ya estaba afuera, minutos después son su celular y guardo el móvil –Esta aquí, está aquí no lo puedo creer"- Oímos como alguien entraba a la puerta al mismo tiempo que gritábamos sorpresa, Edson corrió a abrazar a su hija mientras ambos lloraban, yo aún no podía verla pues el que daba frente a mí era Edson y no ella, tras unos minutos después de abrazos y lágrimas finalmente dijo

-Olivia, te presento a Adri, mi hija-

No puedo enamorarme de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora