CAPÍTULO DOS: SPIRIT.

35 2 0
                                    

Bienvenidos de nuevo a mi historia, hoy conoceréis la segunda parte más importante de mi vida en el mundo ecuestre, donde conocí a mi segundo amor equino.
Que tal si nos saltamos todo ese royo tan ñoño y largo de mi presentación? Para los que sepáis quien soy, ahora mismo os voy a contar como conocí al segundo caballo mas importante de mi existencia, era único donde yo vivo, Euskadi.

Resulta raro hablar de él en una historia como esta, llevo muchos años tratando de ocultarlo debido a que cada vez que le nombró mi corazón se inunda de tristeza, pena y dolor. A si que haya voy, prepararos porque trae demasiado drama este capítulo de mi vida...

Todo comenzó en portugal nuevamente, yo tenía recién cumplidos mis 8 años de edad, corta pero bien vividos, para vuestro dato tengo cuatro hermanas contando conmigo, una de ellas vivía conmigo en portugal... Y sii... En ese tiempo seguía viviendo en Portugal por temporadas cortas, ahora sigamos, mi hermana cuyo nombre es Lorena, tenía un caballo que le regalo su novio por aquel entonces llamado marcio, se pronuncia marsio, en fin, nombre portugués jaja. Bueno, la cosa es que mi hermana Lorena cogió a ese caballo como un regalo que le dio su novio marcio, ella ama los caballos pero no tanto como yo, no los vive como yo, para ella simplemente son preciosos y mágicos, pero para mí son parte de mi día a día de vida. Bueno, mi hermana tuvo a ese caballo durante unos pocos meses, después de unos 5 o 6 meses, ella decidió mudarse a Euskadi, a si dejando aquí en Portugal su caballo y su novio, que en ese mismo momento se convirtió en su ex novio, hay fue cuando todo empezó para mi, semanas después cuando ella ya se marchaba, decidió que me quedara su caballo, algo que ella ni si quiera le interesaba ya puestos que ni lo montaba... Pasaba de él, hablando claro, Fue cuando un día antes de su marcha a Euskadi, me dijo que oficialmente El caballo pasaba a ser mío, que lo disfrutará, lo viviera, lo amara, todo lo que yo quisiera con el... Y a si fue, lo ame con todo mi corazón.

Dos meses después de la marcha de mi hermana a Euskadi, decidí ponerme manos a la obra con el caballo, mi hermana le llamaba Lucero, pero yo le cambié todo puestos que al ser mío quería que tuviera vida nueva en todos los aspectos.

Os lo voy a presentar, ese chiquitin, era mágico para mi, era único debido a su raza en españa, difícil de ver y encontrar en esos años, era un Akhal-Teke de color bayo, es decir, dorado con un brillo impresionante cuando rozaba los rayos del sol su bonita capa dorada, tenía piernas largas y finas, de color negro, algún toque blanco y sus crines eran negras y cortas, tenía ojos únicos, ojos de gato, preciosos. De alzada era al rededor de 1'68 y sinceramente estaba entero, todo su carácter era como un bebé juguetón, dulce, cariñoso, mimoso, lo era todo, a si que ya tenía el nombre perfecto para el, Spirit.
Si, a veis leído bien, Spirit se llamaba, debido a la película favorita de mi yo en esa infancia, le puse spirit.

Spirit no vivía en centros hípicos ni nada similar, vivía en casa, junto a Scarlett, el caballo de mi abuelastra, debido a que ella tenía las fincas más llenas de pastos verdes y nutritivas para los caballos.

Scarlett no era muy amigo de Spirit, se llevaban bastante mal que yo recuerde la verdad, a si que teníamos prados distintos para ambos, Spirit estaba situado junto a mi habitación en el prado que daba dirección hacia mi ventana, donde podía verle tanto día y noche con tan solo poder asomarme a la ventana y mirarlo cuando quisiera, Scarlett vivía en el prado de siempre, junto al siembro de las patatas.

Un domingo por la mañana se me ocurrió montar a Spirit, decidí ponerme manos a la obra, a si que me levante temprano, sobre 6 a.m aproximadamente... Desayune, me prepare y baje a por el, fue cuando llegue al prado note que spirit estaba distinto conmigo, se me acerco y estaba todo el tiempo meloso, buscando caricias, mimos, todo... Fue cuando me di cuenta que de alguna u otra extraña forma y maneras me estaba pidiendo que me subiera, a si que hice caso de mi instinto y decidí subirme encima, pero poco a poco, después de dos horas haciendo pequeñas transiciones, logre subirme sin miedo a que me tirase, fue cuando el ni se inmutó de que yo estaba encima y seguía pastando como si yo tratase de ser un pájaro normal y pequeñito posado en su lomo curioseando de las vistas del prado hacia el riachuelo, me pasé horas y horas simplemente disfrutando de pequeños paseos que iba dándose el mientras pastaba por el prado picoteando de cacho en cacho pequeños matojos de césped...

Mi historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora