♧ ; trece

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『♧』

La presencia de Yoongi llegaba a ser tan reconfortante que podía sentir a su lobo casi saltar, alegre en su pecho como si se tratase de una navidad. Era indescriptible, en realidad, e inexplicable la razón de esto; algo que Seokjin no quería pensar demasiado, en realidad. Podía sentir levemente el roce de su mano al caminar, la esencia que pululaba a su alrededor producida por la marca de aroma. En definitiva, lo hacía sentirse bien.

—Jimin debe ser un buen esposo, ¿No? —el alfa a su lado de sobresaltó, sus orbes grandes y marrones observándolo llenos de duda y confusión—. Confía en ti... A mí no me gustaría que Taehyung tuviese tanta confianza con un omega como para salir tan seguido.

A Yoongi se le notaba incómodo, sus labios arrugados en una fina línea similar a la que se había formado en su ceño. Temía haber dicho algo fuera de lugar, y por la forma en que el alfa introdujo las manos sobre sus bolsillos y dejó escapar un grave aliento lleno de pesar supuso que sí lo había hecho.—Jimin y yo ya no estamos juntos.

Sintió un extraño tirón en su estómago, parpadeando quizás algo descolocado. Aquella era una respuesta que, definitivamente, no se había esperado, por lo que tartamudeó al hablar —: Oh... Vaya... Lo la- Lo lamento mucho...

—Era algo destinado a pasar —se encogió de hombros, terminando por resoplar y estirar una mano hasta masajear su hombro con el atisbo de una sonrisa, o tal vez una mueca que simulaba ser una—. Descuida, estoy bien.

El tema se cerró de tal forma, pero aún así... Seokjin sentía la necesidad de indagar más. Detestaba ser tan curioso. No había nada peor que un omega que no sabía meterse en sus propios asuntos, y temía que Yoongi se enojara por lo mismo, al ver que no estaba actuando como debía.

Sacó tales pensamientos de su cabeza, dedicándole una sonrisa al menor que fue recibida con un leve y juguetón empujón en su costado. El omega amplió su sonrisa, devolviéndoselo con la fuerza suficiente para hacer al alfa trastabillar un poco. Yoongi lo recibió con una mirada curiosa y sorprendida, la pequeña sonrisa tornándose aún más brillante y genuina. Su estómago se sentía cálido, y sus mejillas adquirieron cierta tonalidad rosácea.

Desvió su mirada, sacándole la lengua de forma infantil antes de comenzar a caminar más rápido -o al menos lo que el dolor en sus piernas y la debilidad le permitía.

—Realmente eres un caso serio, Kim Seokjin —se rió el alfa, alcanzándolo hasta cubrir sus hombros con su brazo. Podía escucharlo reírse, incluso—. Uno muy serio.

Seokjin también se rió. De alguna manera extraña, se sentía pleno.

『♧』

De alguna forma no le hacía sentirse demasiado cómodo poner un pie en su casa. Era una sensación asfixiante, generando un desagradable peso en la boca de su estómago, indicándole que algo estaba mal. Y sí que lo estaba, todo su matrimonio estaba mal por mucho que se esforzara en convencerse de lo contrario. Podía observar la vasija mal lavada por Taehyung en la cocina, tan desastrosa como la premisa de ver a su alfa.

Se acercó con desgano, abriendo el grifo para darle una enjuagada a los platos y vasos. Los cubiertos también, siendo de lo último en lo que se encargó hasta dejarlos escurrir al otro lado del lavaplatos. Seokjin suspiró, apretando con sus manos en un agarre al filo de la encimera; de ofrecía a sí mismo algo de estabilidad, sus orbes cerrándose pesadamente hasta escuchar un saludo en la entrada a la cocina.

Se hallaba agotado, ojeando al alfa con el mismo desgano poco usual en él. Por muy mal que se encontrase, siempre se esforzó en mantener una apariencia correcta y acorde para su esposo, una sonrisa plastificada en sus comisuras que por nada del mundo llegaba a borrarse. O al menos no del todo.

𝗵𝗼𝘂𝘀𝗲 𝗼𝗳 𝗰𝗮𝗿𝗱𝘀 ♧ ◜𝗒𝗈𝗈𝗇𝗃𝗂𝗇◞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora