Laura lo tenía muy claro; no iba a ser nuevamente engañada por ningún chico y mucho menos iba a sufrir como lo había hecho su madre con su padre cuando las dejó abandonadas. Por ello, ella y su amiga Cristina relatan una serie de normas o caracterís...
Frase: "Algunas veces, el desamor es una lección. Y lo mejor que podemos hacer es aprender de ella" John Voight.
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—Vamos Lau... No pasa nada. No es tan grande... —me anima Selene y trago saliva estrepitosamente.
El negro animal levanta la cabeza atento a algo que pasa a lo lejos, en la pista de polo, erguido de tal manera que parece un dragón chino diabólico.
Y una mierda con que no es grande. Es el jodido bicho más grande que he visto en toda mi patética vida.
—No, gracias... No pienso subirme ahí... —niego de forma exagerada, temiendo por mi vida.
El estómago de me revuelve abruptamente y mis piernas tiemblan como si de gelatina se tratara en cuanto la idea de subirme en él se cruza por mi mente. Ni siquiera puedo estar junto a él sin que el corazón se me acelere o la boca se me quede pastosa y seca, ¿cómo narices puede estar pensando Selene tan siquiera en que me suba en esta bestia?
—Vamos Laura... es el caballo de Eros, no el de Nyx... Arión es muy bueno e incapaz de tirarte... —palmea su cuello risueña y el caballo bufa tranquilo, mirando aún hacia el fondo.
—Huy que alivio... ¿no dicen que los animales se parecen a sus dueños? Estoy casi segura que se le cruza una yegua y tenga a quien tenga encima sale tras ella pase lo que pase... —este caballo es la viva imagen de Eros D'Angelo, no me cabe duda.
—No seas exagerada... los altercados con yeguas es un riesgo que corres siempre que alguna esté en celo o a veces, incluso sin él, siempre y cuando tengas un semental...
—¿Cuándo habéis castrado a Arión? —me cruzo de brazos y ríe.
—Nunca. Pero en este caso es más bueno que el pan... No te hará nada Laura... Súbete —gira al animal de tal modo que el lado izquierdo de este queda expuesto hacía mi posición.
—No pienso subirme... —niego rápidamente con la cabeza.
—¡Qué te subas coño! ¿Vas a dejar escapar la oportunidad de estudiar en la universidad que tú elijas, en la parte del mundo que te dé la gana, solo por no subirte en un caballo que es un cielo? ¿No que trabajabas en una clínica veterinaria a tiempo parcial? ¿Ahora te acojona un caballo? —trago saliva y me acerco un poco más a ellos.
Necesito los créditos... tengo que hacerlo, puedo hacerlo...
Montar no puede ser tan complicado, ¿no?
—Una cosa es curarlos y otra muy distinta es poner tu propia vida a su merced... Además lo mucho que he tenido que hacer en la clínica es coger el teléfono, tomar las citas con el veterinario, ser recepcionista o cuidar de algún perro, gato, pájaro o alguna que otra serpiente o hámster... pero por separado —junto y separo las manos explicando nerviosamente lo del hámster y la serpiente y haciendo a Selene reír.
