Ven

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Estaba leyendo un libro antes de irme a dormir cuando noté como el movil vibró. No le hice caso, sería algún grupo de WhatsApp. A los pocos minutos noté como volvía a vibrar. Volví a ignorarlo.

Después de un rato tratando de continuar leyendo, chasqueé la lengua, sabiendo que hasta que no mirase el móvil, no me quedaría tranquila.

Cogí el móvil y desbloquee la pantalla, viendo efectivamente, dos notificaciones de WhatsApp.

Me extrañó porque a estas horas debería de estar dormida.

Fruncí el entrecejo, entrando en la aplicación para ver los mensajes.

"Ven"

Y un minuto después, otro.

"Por favor"

Me quedé unos segundos parada viendo la pantalla del móvil, pensando que podía querer.

Ante la duda la llamé por teléfono, pero no me cogió la llamada. Me extrañó y le escribí.

"Porque no me coges el teléfono? Que te pasa?"

A los pocos segundos se conectó y se puso a escribir.

"No te lo puedo explicar por teléfono."

Me estaba vacilando? Que era casi la 1 de la madrugada! Noté como el teléfono vibraba entre mis manos.

"Ven Nat, por favor..."

Suspiré.

Gruñí, doblando la esquina de la pagina y cerrando el libro. Lo dejé en la mesilla mientras apartaba la sabana de encima de las piernas.

Estábamos en agosto pero necesitaba dormir con algo por encima de las piernas, si no, me despertaba cada dos por tres.

Miré el telefono y escribí.

"Ya voy, dame 5 minutos"

Viviamos prácticamente al lado, andando tardaría un poco mas, pero preferí escoger el coche para ir más rápido.

Me miré en el espejo de la habitación, me puse unos pantalones cortos y unas zapatillas y cogí todo para montarme en el coche y dirigirme a su casa.

Mi relación con Alba estaba un poco más rara desde que una noche de borrachera le dije que me gustaba, después de haber estado jugando a la botella y haber tenido la "suerte" de que me tocase enrollarme con ella dentro del armario, como si tuviéramos 12 años.

No aguanté más. O se lo decía ese día bajo los efectos del alcohol y lo cachonda que me había puesto con ese beso, o me quedaría eternamente estancada en ella. Me rechazó sutilmente, ante lo cual decidí asumir mi derrota y que todo siguiera igual. Al menos, lo intentaría.

Habían pasado meses desde eso, seguíamos apoyándonos mutuamente, pero se habían visto reducidas las muestras de cariño, cosa que agradecí, sobre todo por mi propia salud mental; como siguiera estando igual que antes, lo más probable es que cometiera una locura y terminásemos peleadas y la quería demasiado como para perderla.

Suspiré, mientras terminaba de aparcar el coche, pensando en qué le pasaría para llamarme a estas horas.

Cuando apagué el coche y lo cerré, pude ver movimiento detrás de las cortinas del salón y pocos segundos después vi la puerta de la entrada abrirse y quedarse entreabierta.

Fruncí el entrecejo... Se puede saber a qué venía tanto misterio? Me estaba empezando a poner de los nervios.

Abrí la puerta de la casa, encontrándome todo a oscuras. Tenía que estar de coña.

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⏰ Última actualización: May 23, 2020 ⏰

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