El Secuestro de Oikawa

336 50 52
                                    


Desde que Shiratorizawa perdió su último partido contra Karasuno, tuvieron un largo tiempo para pensar en lo que harían a partir de entonces. Pero un pensamiento realmente interesante comenzó a surgir de la mente del Ace de dicha escuela. Puede que ya no tuvieran otra oportunidad para asistir a las nacionales, pero su corazón le gritaba que debía hacer una última cosa antes de graduarse, y eso fue lo que hizo.

"Ésto es lo que debí haber hecho hace tiempo..." Se decía a sí mismo Ushijima, mientras caminaba con ansias hasta su laptop.

— Vamos a ver, ¿cómo es que se utilizan éstos artefactos modernos?— Dijo en voz alta, aprovechando que no había nadie en su casa más que él mismo.

Luego de una hora de investigar las diferentes aplicaciones que su ordenador poseía, logró ingresar a Google.

— ¿Oikawa...? No. ¿Cómo convencer a...? — Sus intentos de formular la pregunta correcta seguían fracasando, hasta que un anuncio de secuestros a domicilio le hizo pensar en una solución.

? — Sus intentos de formular la pregunta correcta seguían fracasando, hasta que un anuncio de secuestros a domicilio le hizo pensar en una solución

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"¿Cómo hacer que Oikawa venga a Shiratorizawa?"


(...)


— Sí, hola... Llamo por el anuncio.— La voz de Ushijima se hizo presente mientras sujetaba su teléfono celular en su mano izquierda.

— Claro, ¿en qué puedo servirle?— Una voz desconocida, pero familiar para el zurdo, fue la que ahora tomó lugar desde el otro lado de la llamada.

— ¡¿Tendō?!— Wakatoshi estaba estupefacto. — No sabía que tenías un trabajo.

— ¡Wakatoshi! Ya decía yo que esa voz era familiar.— La voz del pelirrojo se oía mucho más natural que hace unos segundos. — Bueno, digamos que no hablo mucho de mis negocios. Fufu.— Soltó, finalizando con una risita algo macabra.

— Ya veo.— Ushijima había olvidado por completo el por qué había llamado, por lo que se tomó unos momentos para recordarlo.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝔼𝕝 𝕊𝕖𝕔𝕦𝕖𝕤𝕥𝕣𝕠 𝕕𝕖 𝕆𝕚𝕜𝕒𝕨𝕒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora