Capitulo 4

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Debería haber sido difícil para Tay abandonar el único hogar que había conocido siempre, y hasta cierto punto, lo fue. Los Adulkittiporn se reunieron para ofrecerle una despedida. Dararat estaba llorosa otra vez, aunque de alguna manera, no estaba en realidad llorando. Sus ojos brillaban, y probablemente estaba evitando que las lágrimas fluyeran por sus mejillas solo por pura fuerza de voluntad.

El Alfa Oab estaba incluso más gruñón de lo habitual. Abrazó a Tay tan fuerte como lo hizo con Off y le dio a New una mirada de advertencia que gritaba: "Cuida de él o verás".

Prem sonrió y revolvió el cabello de Tay.. —Buena suerte. Y no olvides llamar. Todavía somos tu familia.

Wawa estaba bastante callada. Siempre odiaba cuando venían las visitas de Off llegaban a su fin y tenía que irse una vez más. Por otra parte, ellos eran gemelos, así que eso era de esperar. Dan acechó desde la parte de atrás del grupo. No dijo nada en absoluto, pero para Tay, casi parecía aliviado. Un pensamiento extraño a tener, pero ahí estaba.

Desearía haber visto también a Day, pero la hermana gemela de Dan ya no vivía con la manada Adulkittiporn principal. En cualquier caso, ella y Tay nunca habían sido tan cercanos, no como lo era con Wawa.

Finalmente, se hicieron todos los preparativos y los cuatro se agruparon en el auto de Off. Era un enorme vehículo tipo tanque, necesariamente hecho para el terreno accidentado que Off tenía que conducir a menudo cuando venía de visita. Su tamaño era algo bueno ahora, ya que les daba suficiente espacio para cuatro personas y su equipaje.

Tay no miró hacia atrás cuando Off encendió el auto. Simplemente se inclinó contra el hombro de New y mantuvo la mirada al frente, no tanto al frente del asiento del jeep, donde Gun estaba actualmente, sino más bien, en el camino que serpenteaba a través de las tierras de la manada Adulkittiporn. Fue simbólico, en cierto sentido. Hoy era el primer día del resto de su vida y todo ese jazz.

El concepto fue en realidad más emocionante que el viaje en sí. De hecho, entre más se alejaban de la mansión, más parecía la tensión en el auto marchitarse. Pronto, Off y New estaban discutiendo afablemente, mientras que Gun introducía el ocasional comentario ácido.

—Te digo que aún necesitas hacer tus sesiones de meditación. Sé que no te gustan, pero son necesarias.

New resopló. —Off, soy un programador. No estoy conectado para sentarme cruzado de piernas en el suelo y visualizar mi yo interior.

—Por supuesto que sí —ofreció Gun—. Es justo como examinar el interior de una PC, ¿no es así? Tu lobo es tu... disco duro, supongo. Y tu humano, ¿es tu sistema operativo? Lo siento... creo que mi metáfora se vino abajo un poco.

Tay se rio por lo bajo. —Tal vez el lobo es un navegador o un antivirus. Después de todo, hay zorros, pandas y ecosistemas enteros en el mundo de la programación.

—Estoy bastante seguro de que alguien debe haber utilizado la imagen del lobo —arrastró las palabras Off—. Personalmente creo que es bastante majestuoso.

—Lo harías —se burló Gun de él—. Te puedo asegurar que no hay nada majestuoso sobre compartir alojamiento con un hombre lobo. Chicos de fraternidad, y todo lo suyo.

Off gimió. —Nunca vas a dejar ir lo del condón, ¿verdad? Ni siquiera fue mi culpa.

—¡Ja! —Exclamó Gun—. Fue tu fiesta. Por supuesto que fue tu culpa.

Todos sabían sobre la pequeña broma que Singto le había jugado a Off cuando dejó un condón en su nevera. Personalmente, Tay había pensado que era divertido, aunque un poco inmaduro, y eso había, al final, desencadenado un poco el encuentro entre Gun y New. Así que era un caso de "bien está lo que bien termina". Pero a Gun todavía le gustaba usarlo contra Off en ocasiones, aunque solo fuera porque Off se sentía cohibido al respecto.

Una guía omega para citas (NewTay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora