Algo Distinto [Todoroki Shouto y Tu]

-Capítulo quince-

[·Hace unos años·]

Narrador omnisciente:

Una niña a los cuatro años había despertado su Quirk, como cualquier niño que posea uno. Sus padres la felicitaron y la mimaban como los padres amoroso que eran. La pequeña experimentaba con su kosei para ver de que podía usarlo. Poco a poco se vio el potencial de aquel Quirk que poseía y si bien la niña le gustaba usarlo para jugar, los progenitores empezaron a verlo de otra manera. En lo que llevaban de héroes no habían podido llegar a los diez mejores héroes, con todo lo que habían trabajado. Vieron en su pequeña hija la llave para llegar a la grandeza, si ellos no podían llegar al podio, su hija lo haría. Empezaron a entrenarla sutilmente, empezaba a trabajar en las batallas cuerpo a cuerpo y a mantener su kosei activo. Que hicieran eso no ayudaba, la joven solo quería jugar y lo único que hacían sus padres era entrenarla mientras decían que eso es para que sea una gran heroína. Todo lo hacían para que esa niña crezca como una poderosa llave que los llevaría a una vida llena de lujos y placeres.

[...]

--Mamá, ya no quiero entrenar ¿y si jugamos un rato?--dijo T/n emocionada--

--No podrá ser cariño, debes seguir entrenando--dijo acariciando su cabeza--

--¡No quiero! Me duelen las manos de tanto golpear esas cosas--dijo con los ojos cristalizados--

--T/n, debes seguir entrenado--dijo empezando a perder la paciencia--

--No quiero, déjenme descansar--dijo triste--

--Ya te dije que no. Ahora por insistir tanto estarás dos horas más entrenando--dijo enojada--

La madre cerró las puertas de la casa y la dejo en el patio para que siga entrenando. La niña empezó a llorar desconsoladamente, era una chica de seis años que estaba perdiendo su infancia por estar entrenando.

[...]

Los años seguían pasando y ella aún seguía entrenando. Sus padres empezaron a meterla a miles de torneos de los cuales siempre salía victoriosa, estos no eran de su interés pero sus papás la hacían competir. El mundo de los héroes no le interesaba, no quería terminar como sus progenitores.

[·En el presente (un día después del torneo)·]

La c/p había salido del internado para comprar cosas que le hacían falta en su habitación, en la tarde Shouto iría a su habitación. Últimamente se habían vuelto más cercanos, el se acercaba más a ella y lo mismo era al revés. Ella ya no podía mentirse, le gustaba Shouto. En lo que cruzaba la calle vio a dos siluetas que bien conocía.

--Hija, que bueno verte--dijo la madre con una linda sonrisa--

--¿Qué hacen por aquí?--dijo algo sorprendida--

--Pasábamos para decirte que vengas a casa. Desde que estas en la U.A no hemos hablado--dijo el padre sonriendo--

--¿Hoy? Es que tengo algo que hacer...--dijo nerviosa--

--Solo sera un rato, no te robaremos mucho tiempo--dijo la madre mirándola--

--Esta bien--dijo algo dudosa--