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Era de madrugada, jin se estaba levantando, jimin despertó sentándose en la cama restregando sus ojos

—perdón, no quería despertarte— siguió arreglándose

—no te preocupes, también debo levantarme a trabajar— puso los pies en el suelo bostezando

—pero el conde dijo que descansáras, aprovecha de recuperarte, te traeré desayuno cuando lo tenga listo, deja que te mime un poco—dejo una caricia en su suave cabellera dorada

—pero no es para tanto, ya estoy bien— hizo un puchero

—quédate aquí, tienes  que sanar no solo tu quemadura, también tu corazón, además, se nota que al señor Min le agradas— le miro divertido

—el solo es amable y muy educado— comento tímido

—¡ja! Yo vi cuando él te sonrío, créeme le agradas demasiado, él no le sonríe a nadie excepto a los señores Jung— abrochó el botón del cuello de la camisa

—ya ve a trabajar, llegaras tarde—desvió el tema

—esta bien, vendré más tarde, sigue durmiendo—salió cerrando la puerta

En la cocina...

—¿el chico nuevo no esta hoy?—pregunto namjoon

—esta descansando, se quemo la muñeca ayer—respondio jin mientras amasaba

—que mal, espero que se recupere pronto— termino de beber su té

—nam ¿puedes avisarle a los señores que el desayuno es listo? Por favor—

—claro, como ordene joven jin— le sonrió

—no me digas así, eres un bromista— se ruborizo

—con ese rostro tan bello deberías ser de la realeza— le miro sonriente

—¿cierto? Pero soy el cocinero de una buena familia y me gusta mi trabajo así que estoy bien con eso, siento decepcionarte— sonrió con una mano en su cadera

—jamas podrías decepcionarme, algún día pediré tu mano— el mayor se carcajeo

—como tu digas namjonie, ahora ve con los señores— desvió el tema

Después de servir el desayuno, jin fue a dejarle una porción a su amigo quien estaba acostado mirando hacia la pared

—jiminnie, traje tu desayuno—el menor se sento limpiando sus ojos

—gracias hyung— recibió la bandeja con la mirada baja

—otra vez estas llorando, ten prueba esto, es un pastelillo que hice solo para ti—el menor lo recibió dando una mordida, tenia manjar y nueces

—esta delicioso, gracias— siguió comiendo

—no llores más por ese idiota, no se lo merece, ahora estas lejos de él, aquí podrás tener una vida mejor y yo estoy contigo— le animo

—lo se, ya me sentiré mejor, solo necesito un poco de tiempo—le dio otra mordida al pastel

—entiendo, bien, te dejo, debo empezar a preparar el almuerzo y deje pan en el horno, nos vemos más tarde— salió de la habitación

Mientras jimin bebia su té escucho una voz que cantaba, era una melodia muy suave con una voz profunda, dejo la bandeja a un lado, se vistio y miro por la ventana, cerca habia un chico que regaba las flores del jardín, se le hacia conocido, era el chico sonriente del día anterior.
El jardinero se dio cuenta que jimin lo observaba, le saludo acercándose a la ventana.

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