Participantes.

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(Abril, Punto de encuentro)

Aunque no se veía ninguno a simple vista, el reloj sonaba, sus manecillas se movían produciendo el ruido representante. Tic-toc Tic-toc. Un sonido muy sutil, pero para Abril, ese ruido resonaba por su cabeza una y otra vez.

-Respira- se dijo a sí misma mientras se abrazaba las piernas con ambos brazos y toda la fuerza que tenía —Solo respira, Abril, todo estará bien- seguía diciendo entre llantos. Lágrimas escurrían por sus mejillas, tenía los ojos rojos y un poco hinchados, y entre jadeos lograba decirse a sí misma palabras de aliento —Todo estará bien- repetía una y otra vez.

Estos fueron los efectos que la pesadilla había provocado en Abril.

En esta pesadilla, Abril se vio a sí misma en una habitación llena de hologramas, donde se proyectaba a cada competidor.

Lo primero que divisó fue a una niña pequeña, demasiado joven, ella corría por un espeso bosque, tropezando entre la maleza, con las ramas rasguñando su delicada piel, sus manos aferradas a lo que pudiera ser una muñeca de trapo; y de un momento a otro, apareció una lanza... Abril no logró ver quien la arrojaba, la imagen se había desvanecido, dando paso a otra escena.

En esta pesadilla, aparecía Abril, empuñando un cuchillo, el cual se encontraba cubierto de sangre... no solo eso, sino que las ropas de Abril y sus manos también estaban cubiertas del líquido rojo, y en su rostro no se mostraba expresión alguna, solo seriedad, y posiblemente satisfacción...

En ese momento, Abril despertó de golpe.

-Solo cálmate, fue un mal sueño- volvió a decir, pero sabía que no era así. Ya le había pasado antes.

Después de ganar los juegos, Abril adquirió habilidad para ser parte de las diez dimensiones, y aunque esas dimensiones también se dividían en "sectores" ella poseía habilidad para cada uno de ellos.

Para su desgracia, cuando adquirió los dones de ángel, su parte angelical decidió ser más poderosa para la muerte. Abril podía cuidar de las estrellas, mandar mensajes divinos, llevar paz a su alrededor, pero por lo general, todo eso no era nada comparado con las visiones de muerte que tenía.

Esto la alarmaba más.

Lo peor de todo es que al día siguiente serían los juegos, ya no había nada que hacer para evitarlos, ella trataba de hacerse a la idea de que todo sería mejor si lo aceptaba.

Eran las dos de la mañana cuando todo esto pasó, la humana intentó volver a dormir para tener energía al día siguiente, pero no lo consiguió.


° ° °


(Leonardo, punto de encuentro)

Todo el consejo se encontraba en la oficina principal, preparando los últimos detalles para los juegos, todos ellos parecían ansiosos de que comenzaran, corrían de un lado a otro, cerciorándose de que los hologramas estuvieran bien preparados.

-Sigo sin creer que esa niña haya propuesto semejante idea a Mohamed- dijo la quimera mientras movía sus orejas de conejo de una forma bastante tierna e inocente, contrario a su actitud.

-Solo quiere hacer un bien- mencionó Leonardo mientras conectaba algunos enchufes —Aunque dudo mucho que todo resulte como quiere-

-Pues con la propuesta de Mohamed, creo que sus planes se arruinaron- se burló el ángel mientras aterrizaba en el suelo con dos aleteos.

-Pienso que serán unos juegos interesantes- comentó la chica de fuego mientras jugaba con una bola de fuego entre sus manos.

De repente, apareció Abril caminando con aire somnoliento, vestida con sus jeans y una camisa de manga larga color blanco.

Abril, voz de inocentes [Crónicas de Abril #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora