- ¡Oí! - Venia siguiéndola por los pasillos del castillo, pero parecía ignorarlo a voluntad- ¡deténgase! - había pasado una semana desde que había sido declarado por esta mujer, el prometido de la princesa. Desde entonces, su rostro se hizo famoso dentro del reino. No le gustaba en absoluto la idea, fue simplemente por un puesto en el ejército, y ahora era considerado el futuro rey, solo por una pendencia que en al final no quería pelear.
Desde el momento en el que se levantó para retirarse, y esa chica pronuncio las palabras que fueron seguidas por un extraño silencio y luego una gran ovación, supo que era él quien había perdido la pelea. Desde entonces, había recibido invitaciones, regalos y ya casi todo Paradis conocía su historial de batallas, así como historias fantasiosas donde él era el protagonista.
Toda su vida había preferido el anonimato, solo su nombre fue conocido por sus batallas, hasta cuándo fue la imagen de esperanza del ejército francés. Ya había pasado por esa situación, por eso, le molestaba tanto ser el centro de las miradas. Esa mocosa lo había logrado, de alguna forma descifró que la peor derrota para él, era ser el foco de atención, por eso había terminado de ese modo la batalla -Vaya manera sucia de cobrarme la marca en su rostro- Esa era otra historia, a pesar de odiar a esta chica por provocarle todos los inconvenientes, tenia que admitir con más vergüenza que culpa, ser el responsable de la herida que ahora permanecía cubierta por un ligera venda. Sabia que iba a dejar marca, tenia muchas de esas en el cuerpo y había visto muchas heridas igual o peores que sabía, el resultado siempre era el mismo.
- Si no me puede seguir el paso, tal vez con los bufones le pueda conseguir unos zancos- dijo sin dejar de mirar al frente- Suficiente de esta mocosa- la tomo del brazo y la obligo a detenerse, usando la misma fuerza para jalarla y dejarla a unos centímetros de su rostro
- No te hagas la graciosa conmigo, mocosa estúpida, tu y yo tenemos una conversación pendiente-
- ¿Hay algo el lo que le pueda servir señor? Aunque yo solo sigo las ordenes de su Alteza, tal vez puedo delegar a alguien para que lo atienda, ahora si me lo permite, debo definir la fecha de la boda- terminó, soltándose y disponiéndose a salir del lugar
- ¡Me rehúso a desposar a la princesa fantasma! - dijo lo suficientemente alto, con su típico tono autoritario mientras cruzaba los brazos frente a su pecho. La vio detenerse y apretar las puños, la comisura de sus labios se levantó un poco al sentir su pequeña victoria, respecto al efecto provocado en 'la señorita'
- Declinar su compromiso a esta altura, seria una afrenta a nuestra princesa, lo cual se paga con la guillotina- una suave sonrisa, similar a la de la noche antes de la pelea, pero lejos de llegar a sus ojos, le hizo helar la espalda- y yo, como la protectora de su Alteza Real, honorablemente seria su verdugo- Esa mujer estaba loca.
- Aun así, no acepté la pelea, por tanto, no acepto la victoria, ni tampoco lo que conlleva, además, como se que la princesa es alguien medianamente tolerable, no puedo admitir casarme con alguien que no conozco, ni he visto-
- En ese caso, no debió inscribirse y simplemente quedarse siendo el pequeño comodín del ejército francés-
- Finalmente entiendo, a eso se reduce, sabía desde el principio quien soy y no acepta la derrota, sabía que había perdido, incluso desde mitad de la batalla, pero en lugar de dejarme ir tranquilamente y obtener solo un infeliz puesto en el ejército, tenía que arruinarlo todo. No sé por qué al final termino jugando su patético juego, pero hay una realidad peor que sus circunstancias y es la felicidad de su amada protegida la que está en la hoguera, aun así, su ego herido le gano a la razón, dejándola consumirse a una vida simple e infeliz, despreciando por completo sus deseos y aspiraciones. El futuro de esa niña, fue confiado a sus manos y usted solo se valió de eso para restregarle al mundo su propia ambivalencia hacia su protegida, tal vez ellos no lo ven, pero es evidente. ¿Acaso quiere ser usted la princesa? - dijo arrojándole una mirada lasciva- Aunque mirándolo de cierto modo, si me convierto en rey tendré derechos, incluso sobre usted... creo que las noches en la que esa mocosa no me apetezca, tal vez, pueda tener a su protectora de rodillas a mi- en un rápido movimiento detuvo la mano derecha de la mujer que venia justo a su mejilla.
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Rindete
FanfictionUn AU Rivamika, donde Levi entra en competencia para ganar la mano de la princesa del reino de Paradis, pero que pasaría si la mujer que logra cautivarlo en realidad es la guardiana protectora de la princesa, así como su más poderoso contrincante