Capitulo 3

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Hola a todos, aquí estoy nuevamente, quiero de verdad agradecerles todos los comentarios que les ha gustado, ha sido muy grato saber que les agrada lo que escribo. Muchas gracias en especial a @AkaneShiraoka por recomendar el Fic en su perfil, sin yo saberlo.

Espero que les guste y no siendo más, comencemos

Caminaba detrás del chico afeminado a paso lento, casi desesperante para él, pero, tampoco tenía la fuerza emocional para discutir.

A medida que avanzaban, observó que muchas de las decoraciones tenían toques religiosos, así como, míticos. Se detuvo un segundo ante una escultura que, para alguien como él, que no era conocedor, le asombraba lo que se podía sacar de una piedra.

- Es una réplica del rapto de Perséfone- dio un rápido parpadeo al sentirse nuevamente sorprendido por ese chico, - a la Princesa le agrada mucho esa historia- se giró con una expresión extrañada para ver de frente al joven de túnica.

- ¿Cómo? - dijo casi fuera de sí, que no parecía una pregunta.

- ¿Conoce la historia? -

- Si, y en realidad es una de las más patéticas-

- La Princesa, se identifica... un poco- dijo con una suave sonrisa- es mucho más que eso-

- Aun así, creo que es un excelente trabajo, para ser una réplica-

- A decir verdad, creo que es tan preciso porque el joven que lo talló esperaba cautivar a la señorita- volvió a girar la cabeza, de repente se sintió extraño escuchar lo que dijo el joven.

- Por lo visto todos quieren con la capitana- un bufido bastante recatado escapo del joven

- Parece que no ha llegado el hombre que la cautive, o tal vez sí, el tiempo lo dirá-

- Si su vida es proteger a la princesa como dice que es, entonces, aunque llegase ese hombre, no lo verá-

- Yo tengo fe que la señorita está destinada a encontrar su propio 'Levi'- un ligero dolor en el pecho, le hizo recordar lo bien que se escuchaba su nombre seguido de su apellido.

- La fe hace posible conseguir lo que la mente del hombre puede concebir y creer- dijo distraídamente con los ojos puestos en la escultura- un verdadero escultor es quien puede hacer que la más dura roca se vea como seda, ¿no lo cree? -

- Parece que siempre tiene una frase, Capitán-

- Es una maldita mala costumbre- la sonrisa familiar del chico lo hizo sentir incomodo, por lo que le indicó que continuaran.

...

- ¿Puedo hacer una pregunta?, espero no ser inapropiado- dijo una vez se detuvieron frete a una enorme puerta, mientras el chico sacaba unas llaves.

- ¿Cuál? -

- ¿Por qué parece preocuparse por la Capitana más que por la princesa? –

- Esa pregunta no es inapropiada, en realidad, es sencilla, la princesa tiene a la señorita para protegerla, pero no hay nadie para la señorita- bajo la mirada y un extraña sensación recorrió su estómago, casi por un segundo quiso ser ese quien protegiera a esa chica, pero también se estrelló ante la realidad, ella no era la típica damisela en peligro, por el contrario, ella es quien saltaría al rescate de quien le importara. Ella, no es como la chica idéntica del cuadro, delicada, rodeada de joyas y flores, no, ella vestía un informe como todos los hombres en ese ejército, caminaba firme y era tan fuerte, incluso más que todo su batallón, ella, era como él, la imagen de confianza y fortaleza del ejercito Paradis, tal vez con más resistencia que él, para sostener esa farsa- la señorita, es el pilar de este lugar, la soldado que vale por cien hombres rasos, ella sacrificaría su felicidad, incluso, su vida de ser necesario, solo por la continuidad de la paz de la isla-

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