Sobrevivir

8 3 0
                                    




A partir de ese día Leiko fue mas estricta con migo, siempre me ponía a practicar como derribar cosas sin importar lo lejos que estuvieran y me regañaba cuando en mi cara se veía mi intención de llorar, cuando crecí un poco mas ella dijo que estaba lista para algo nuevo, no sabia a lo que se refería, pero nunca la cuestione; cuando cumplí 12 años mientras caminábamos de regreso a casa, vi  a lo lejos una liebre, me acerque sigilosamente y logre atraparla, regrese a donde estaba Leiko y le pregunte si podía quedármela, a lo que ella respondió: "Mátala"

Me asuste cuando dijo esa palabra que inconscientemente la liebre se fue de mis manos, ella saco una navaja de su bolsillo y mientras la liebre corría, ella la mato, vi su cara de desaprobación hacia mi, pero no dije ni una sola palabra, fui por la liebre y le quite la navaja de Leiko, cuando se la entregue sus únicas palabras fueron, "si esto vuelve a suceder, esa navaja sera para ti"

Ya no era mas esa niña tonta que no hizo nada mientras veía como mataban a sus padres, pero en parte, tampoco lograba entender por que Leiko quería con tanta desesperación que yo hiciera esas cosas, ese mismo día, cuando cayo la noche, logre ver por la puerta como Leiko se iba, así que opte por seguirla; desde que había llegado ahí no había vuelto a salir, todo lo que tenia era esa casa en el bosque y a Leiko; después de un rato Leiko se metió en una casa, me escondí lo mas cerca que pude y vi como de pronto empezaron a discutir, no logre ver su cara, pero por alguna razón el hombre con el que discutía se me hacia familiar.

- Ya pasaron 2 años y aun no me has entregado el cuerpo de la niña

- Ella murió el día que fuiste a la casa, la perseguí cuando huyo de ti y vi como fue atropellada por un autobús

-Entonces por que es la única de esa familia que no se enterró como los demás

-Yo que se, no me importan sus tontas creencias, probablemente su cuerpo quedo destrozado y decidieron cremarla

-Leiko, la mas famosa asesina del lugar, mas te vale que no intentes traicionarme o lo pagaras muy caro

-Tu y tus estúpidas amenazas me valen

-Si me entero que Anne sigue viva en algún lado, yo mismo te matare

¿Anne?, ese hombre dijo mi nombre, de que se trata todo esto, podría ser que en realidad hablaban de mi, si pienso en todo lo que acaban de decir casi todo concuerda; no quise seguir escuchando mas y salí corriendo de ahí, aunque no deje de pensar en todo lo que Leiko y ese hombre discutieron.

En mi mete no dejo de repetirse esa misma noche, pero con ella venían muchas preguntas, si en realidad hablaban de mi, Leiko tenia que matarme, por que me salvo, ella igual esta involucrada con la muerte de mis padres. Esa noche no pude dormir y salí temprano de casa, sentí como algo cambio dentro de mi, estaba consciente que aun no podía hacer muchas cosas, pero tenia que estar lista por si un día ella cambiaba de opinión.

Fui aquella montaña donde siempre solía entrenar, todo marchaba bien hasta que ella apareció, tenia tantas ganas de preguntarle todo, pero no mas grandes que el hecho de hacerla pagar por la muerte de mis padres, era débil y no soportaba ni siquiera un combate, así que tome un cuchillo y  lo lance.

-¡Cenaremos liebre otra vez!, grite.

Ella giro su cabeza y vio como una liebre tenia atravesado aquel cuchillo, se dio la vuelta y se marcho. Pude haberla matado, pero no habría tenido respuestas, ese día decidí caminar entre las sombras, estaba claro que no tenia ni la mas mínima fuerza de poder acabar con ella, pero eso se acabaría pronto, porque no pararía hasta convertirme en alguien digna para matarla.

El aliento que perdíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora