El aliento que perdí

¿Quien eres?

Cada día se volvió mas difícil para mi, pero no tenia intención de parar, tenia que descubrir la verdad, no importaba como, cada mañana al ver su rostro me recordaba el por que debía seguir adelante; Leiko seguía saliendo todas las noches, pero justo al darme cuenta de su ausencia e intentar ir a buscarla, aparecía a lo lejos del camino, me pregunto si se habrá dado cuenta de lo que escuche aquella noche.

Recuerdo que al cumplir 14 años me dio mi primera arma y me enseño a disparar; tuve un poco de problemas al principio, pero termine manejándola mejor de lo que esperaba, irónicamente cada que lo hacia bien, su rostro  reflejaba calma y tranquilidad, gracias a eso seguí sin entender muchas cosas, ¿en verdad era yo la de esa conversación?, ¿ Leiko quien me había salvado la vida en algún momento me iba a matar?. 

Entre mas crecía,mas entendía el peso de la vida que me esperaba por delante, al final iba a terminar como ella, siendo una asesina y no podría hacer otra cosa, por que es lo único que aprendí,al recordar el pasado pienso en mi madre cariñosa que en una noche fue asesinada, se que aun sabiendo todo lo que me ha enseñado Leiko no habría tenido oportunidad de evitarlo, pero aun así no dejo de culparme, es muy probable que antes de matarla le preguntaran por mi, pero ella no dijo nada, decidió protegerme hasta el final y yo no pude hacer nada.

No siempre lo notamos,pero la vida no nos da lo que pedimos sino lo que necesitamos; ese mismo año cuando caía la primer nevada Leiko decidió llevarme por primera vez con ella, me explico todo y al parecer seria un trabajo sencillo y en realidad tampoco involucraba matar a alguien; teníamos que entrar a una casa por unos documentos que al parecer para alguien eran importantes, eran las 3 de la madrugada y casi terminábamos el trabajo, pero al salir algo no marchaba bien.

Leiko no dejaba de mirar a todos lados, de pronto su cara se torno llena de preocupación, yo no logre ver nada malo y a pesar de que fue mi primer trabajo, lo repase en mi cabeza tantas veces que estaba segura de que no pude haber hecho algo mal

-Natsuki, tienes que salir de aquí, ¡Rápido!

-Espera que sucede, yo no veo nada fuera de lo normal

- Solo escucha lo que digo y vete

Pensé que esa noche se había decidido a terminar conmigo, antes de eso una parte de mi estaba decidida que no tardaría mucho para que sucediera, pero en el fondo algo me decía que ella no era esa clase de persona y odiaba ese pensamiento, así que empece a pelear con ella.

-!Basta¡, no correré para que me apuñales por la espalda

-De que diablos estas hablando, te lo digo por tu bien, no quiero oír tus caprichos, así que vete

-Sabes de lo que hablo, ya no soy una niña, así que enfrentame a la cara, !No seas una cobarde!

Al terminar esas palabras no tardo mucho para que me diera un golpe en la cara; sentí como algo corría por mi rostro así que frote mi mano cerca de mi nariz y al ponerla frente a mi, vi como estaba manchada de sangre

- No quiero seguir oyendo tus estupideces, te di una orden y quiero que eso hagas

Me sentí tan miserable, al ver como después de tanto esfuerzo seguía igual, yo no era rival para ella. De pronto se escucha un disparo, busque por todos lados pero no logre ver a nadie, ya era tarde para poder marcharme y le gustara o no me tenia que quedar. Leiko y yo logramos ocultarnos, pero no tardo mucho para que saliera alguien de las sombras.

- Parece que hoy es mi día de suerte, sabes la recompensa que me dará el jefe al saber que esa niña sigue con vida.

Leiko decidió salir de donde estaba y comenzó a reír, yo decidí quedarme oculta, era obvio que me buscaba mi y podría arruinar todo si decido salir. 

-Olvide que las ratas prefieren salir de noche

- Vamos Leiko, acaso ya no sabes como cumplir un trabajo, puedo enseñarte si ese es el caso

- ¿Tu a mi?, no digas mas tonterías de las que tu boca pueda decir

- Por cuanto mas pensaste que podías ocultarla; con una sola llamada tu vida esta arruinada

- No se de que hablas

-Quien lo diría, Leiko, la asesina mas famosa y temida, en realidad tiene corazón  

- Es una pena que no todos podamos gozar de eso 

Al parecer eso hizo enojar al tipo, aunque eso no importaba porque otros dos salieron detrás de él

-Es mejor que la entregues por las buenas si no quieres salir lastimada

-Solo espera a que te ponga las manos encima y te cierre la boca

Ambos tipos empezaron a pelear con ella, sabia que Leiko era buena, pero dos contra uno se me hacia injusto, y no paso mucho para que lo confirmara  ya había vencido a uno, pero el otro parecía ir ganando, no sabia que hacer; el dejar que la mataran ahí, ¿realmente era lo mejor?; logro vencer a los dos tipos pero ya no se veía bien.

-Has envejecido, ¿esa es toda la acción que me vas a mostrar?,me pregunto como me recompensara el jefe al entregarle a la niña, junto a tu cabeza

-Se necesitan mas para que puedas matarme

-Veremos si dices lo mismo cuando estés en el infierno

El hombre saco un arma de su espalda y se veía decidido a matarla.

-Leiko, te veo en el infierno

En mi cabeza no dejaba de preguntarme que debía hacer, pero ya no había  tiempo; se escucha un disparo y el piso que estaba cubierto de nieve se empezó a tornar rojo.

Sentí como una lagrima recorrió mi mejilla, mi mano se puso temblorosa; al final no lo pese, pero el miedo había ganado: ese fue el primer hombre que mate.