Capítulo 5

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Hi, Hi, hoy les dejo una nueva entrega para que se recreen con sus personajes un rato. Muchas gracias por leer, feliz día a todos.

POV Allison

Siento frío en el cuerpo, abro lo ojos y todo está completamente oscuro, tal parece que he dormido un día entero, miro el reloj, apenas son las 7:16 pm. Hace 2 horas llegué a casa, subí a mi habitación y me recluí para no ver a nadie, tenía la cabeza hecha un lio; con la mano derecha restriego mi cara para desperezarme y de un momento a otro los recuerdos vuelven torturadores, ese aliento caliente que recorre mi nuca con cada respiración, su cuello sexy cerca del pelo negro tan bien cortado y unas manos tan suaves...pero qué me pasa...acaso me he vuelto loca, su recuerdo es un castigo y temo por lo que me hace sentir, que tonta soy, el se aprovecha de la situación de mi padre y usa el poder que tiene para lograr lo que quiere sin ningún remordimiento y yo pensando como una estúpida en él, ni soñando aceptaría su propuesta, que dirá mi padre si se entera que salió de la cárcel porque su hija es la amante del mismo hombre que hizo la denuncia, eso no podía pasar, tenía que pensar en otra cosa y rápido, todo no estaba perdido aún.

Me levanto de la cama voy al baño, cuando voy saliendo de la ducha mi hermana exclama del otro lado de la puerta

-¡A cenar Oso, o estas hibernando ya!

- Guawww-gruño como un oso y escucho su risa alejándose, sonrio mientras me visto, acomodo el pelo como puedo y salgo.

La mesa ya está servida y huele muy bien, mi madre siempre se esmera; de una simple cosita saca algo realmente rico. Cuando estoy a punto de sentarme siento sonar el teléfono, veo que es Vanesa y lo descuelgo, mi madre me ofrece una mirada reprobatoria porque en ese sentido es muy estricta, ella dice que la cena es sagrada, donde nos sentamos a disfrutar del momento en familia, a veces pienso que puso esa regla por papá, quien en ocasiones lo llamaban del trabajo y tenía que salir corriendo en medio de la comida.

-Holaa chulii, ¿Cómo te fue en la cueva del lobo?-dice Vanesa con ironía- Solo quiero saber si estás bien.

-Hola Vane, todo bien, ¿llegaste bien a casa?-digo lo primero que se me ocurre para desviar el tema porque tengo a mi madre en frente observándome como vigía y a Emily esperando para comenzar a comer.

-Si, Ally, claro que llegue bien a casa ¿Qué te sucede?-al parecer a notado que mi desvariada respuesta es algo rara- AAA, ya entiendo Ally, no estás sola- se da cuenta de mi situación y respiro aliviada.

-Vane, luego te llamo voy a comer,  besos, gracias por llamar

-Chao Ally, ya veo que estas viva, me alegro de tener a mi amiga aún- río por el comentario infausto y espero que cuelgue para hacer lo mismo.

La cena ha sido todo un reto constante para que no perciban lo lejos que esta mi mente, debo ser muy buena actriz delante de mi madre porque lo que no sabe se lo imagina y si se entera que he vuelto a ir al capitolio luego del consejo del otro día, la tendré bien fea.

Llego a mi habitación y corro a llamar a Vanesa, su teléfono suena y enseguida lo coge.

-Ya me tenías neurasténica, menos mal que llamas.

-Disculpa Vane, es que hace un rato tenía a mi madre enfrente y no podía hablar, yo confió en ella, pero si le cuento esto...se va a armar y grande, ya no quiero más problemas, lo peor es que me siento terrible escondiéndole mis cosas- agacho la cabeza con culpabilidad

-Te entiendo, la mía arma una tormenta en un vaso de agua ¿Pero qué pasó?- me pregunta y no sé por dónde empezar.

-El muy cínico me llamó para manipularme, me ha hecho una propuesta luego de hacerme ver la terrible situación de mi padre, es un...un...-no me sale la palabra exacta para ese hombre y siento que mi cuerpo se llena de rabia.

Tolerada PrepotenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora