Marry me, Vhope/Junghope.

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Hoseok no recuerda el día que conoció a Taehyung, ni el primer día que escuchó su nombre ni cuando fue la primera vez que hablaron o que fue lo que se dijeron ni siquiera la primera vez que lo vio.

Recuerda sí que pasaba mucho más tiempo en la facultad de Artes que en su propia facultad (la de Economía, porque solo podía decepionar una vez a sus padres y ser gay era suficiente decepción como para confesarles también que quería esudiar Danza, no pudo) donde estaban sus mejores amigos y la gente con la que se llevaba mejor y ahí estaba Taehyung también, estudiando Música.

Así que recuerda la primera vez que se besaron aunque no recuerda nada anterior. 

Estaban en una fiesta, borrachos, calientes y tontos, con una botella en el medio y todos se besaban entre sí. Hoseok besó a varios chicos y a algunas cuantas chicas pero Taehyung no había besado a nadie. Es por eso que lo recuerda. No porque haya sido un beso mágico que lo enamoró y lo hizo sentir mariposas en la panza si no por todas las cosas que escuchó después debido a que ese era el primer beso del jovencito de pelo castaño y sonrisa cuadrada, bastante extraño, que siempre andaba con una gran chaqueta verde aunque hiciera calor.

Hoseok no cree en arrepentimientos porque son una pérdida de tiempo pero si hubiera sabido que era el primer beso para aquel chico, no lo hubiera besado.

Taehyung lo siguió como un cachorro perdido sigue a un nuevo amo que ha elegido por el resto de la noche alrededor de todo el salón donde se llevaba a cabo la fiesta. 

Salía de la absoluta nada con una bebida para Hoseok, aplaudía más fuerte que nadie cuando bailaba en la pista e incluso cuando cantó una canción de amor y hasta él mismo se abucheó a sí mismo por lo mucho que desafinó, le decía que la luz de la luna iluminaba sus pómulos de una manera muy artística y que deseaba estudiar Dibujo y hacerlo su modelo para plasmar tal belleza que con palabras no podía describir...

Hoseok recuerda muy bien todas esas cosas porque eran tontas y ridículas y Hoseok estaba acostumbrado a ser el hermano menor, el mimado, el chico nacido en cuna de oro a quien sus padres y su hermana mayor siempre cuidaron cual tesoro y cuando llegó a Seúl se encontró con tres chicos que lo adoptaron como su amigo menor (incluso Namjoon, aunque sean de la misma edad) así que no sabía como ser sutil, cuidadoso y no herir los sentimientos de los demás. No tenía tacto ni madurez y no creía ser responsable de ser tan buen besador que en una sola noche enamoró a un tonto chico de primer año.

"Hyung...quiero llevarte a una cita, eres muy guapo y genial, sé que debes tener muchos pretendientes pero deseo una oportunidad, puedo merecerte, ¿quieres ir a cenar conmigo?" Taehyung le preguntó aquella noche cuando lo dejó en la puerta de su piso (y Hoseok no tiene idea de porque habían llegado hasta allí juntos).

No recuerda muy bien si se rió de una forma por demás cruel y burlona o lo empujó por el pecho y lo tiró al piso porque Taehyung no lo esperaba o simplemente le dijo cosas muy tontas que no tenían razón de ser pero sabe que dijo que no, que nunca saldría con un tonto pueblerino (con la ironía que Gwangju está más lejos que Daegu) y que lo dejara en paz porque no podía ser tan estúpido como para creer que un beso baboso suyo significaría algo para Hoseok (porque besaba a varias personas que daban mejores besos cada día, añadió sin necesidad).

Tampoco recuerda ver el dolor personificado en un chico que se convirtió en hombre justo frente a él en cuestión de segundos y que nunca volvería a ser el mismo a causa suya porque alguien estaba arrastrándolo adentro, regañándolo y haciéndole prometer que se disculparía al día siguiente.

Hoseok prometió que lo haría y no lo hizo.

Después se prometió no romper más promesas y hasta ahora lo está cumpliendo.

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