SR. CEO, ¡MIMAME AL 100 POR CIENTO!

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Capítulo 131: Tú eres quien me golpeó

No esperaba que ella estuviera lo suficientemente alerta como para darse cuenta de que alguien había entrado en la habitación.

Dejó de ocultar su presencia y la puerta se cerró con un clic. No dijo palabras mientras se acercaba a Xinghe, con un gran bate de béisbol en la mano.

La voz de Xinghe no mostró signos de alarma cuando repitió: "Zhi, ¿eres tú?"

Luego escuchó una extraña risa en la oscuridad.

Se dio la vuelta bruscamente y lo miró directamente a la cara.

Iluminado por la débil luz de la vela, los ojos de la persona estaban enloquecidos y su sonrisa era espeluznante. Xinghe estaba mirando a la cara a un psicópata homicida.

La respuesta ideal para cualquier persona normal en estas circunstancias sería gritar pidiendo ayuda.

Sin embargo, Xinghe estaba estudiando de cerca la cara del hombre sin un rastro de miedo en sus ojos.

"¡Eres tu!" Xinghe exclamó sorprendida.

Su sorpresa fue compartida por el hombre. Con una voz profunda y gutural, gruñó, "¿Me conoces?"

El cuerpo de Xinghe se tensó, protegiéndose contra él. "¡Sí, te conozco! ¡Tú eres el que me golpeó con el auto hace seis años! ¡Nunca olvidaré tu cara!"

La sorpresa en los ojos del hombre fue reemplazada lentamente por una intención asesina.

"Bueno, una razón más para que mueras". Mientras lo decía, levantó el bate de béisbol en su mano.

Xinghe estaba imperturbable. Dobló las piernas y preguntó con calma: "¿Quién ordenó que vinieras por mí? ¿Fue Wu Rong?"

"¿Cómo te va a ayudar la respuesta desde más allá de la tumba? Aunque, debo decir, mujer, tienes algunas agallas impresionantes". Tenía el bate levantado sobre su cabeza, y estaba preparado para dar el golpe final.

A pesar de que la reacción poco convencional de Xinghe lo sorprendió, tuvo que hacer su trabajo.

No importa qué, ¡Xinghe tuvo que morir esa noche!

"Bueno, más razones para que me lo digas, ¿no estás de acuerdo?" Xinghe imitó su patrón de habla. "Fue Wu Rong quien me quería muerto hace seis años y fue ella nuevamente esta vez, ¿no?"

"Sí, fue ella..." Cuando las palabras escaparon de la boca del hombre, el bate en sus manos cayó con fuerza hacia Xinghe.

Xinghe pateó el mostrador de la mesa que sostenía la vela y usó el rebote para alejarse del peligro. El hombre perdió su objetivo y con las luces apagadas, perdió temporalmente el rumbo.

Sus ojos se habían acostumbrado al brillo en la habitación, por lo que el repentino cambio de iluminación confundió sus sentidos.

¡Bajó la guardia por un momento, pero eso fue más que suficiente para que la persona escondida saltara sobre él!

Sintió algunos golpes fuertes en su cuerpo y su conciencia se apagó como la luz.

Simultáneamente, una luz de lámpara que funciona con baterías iluminaba la habitación.

Una vez más, fue Xia Zhi quien gritó con entusiasmo: "¡Finalmente, ya hemos terminado por la noche!"

"Átalo", ordenó Xinghe mientras se levantaba.

Los cuatro guardaespaldas se movieron para complacer.

Xia Zhi se acercó y pateó el cuerpo supino del misterioso asaltante. "¡Bastardo! ¿Cómo te atreves a apuntar a la vida de mi hermana?"