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Capítulo 251: Dos perros lobo hambrientos

Los dos hombres se fueron después de que terminaron de amenazarla.

En ese momento, sonó el teléfono celular de Xinghe.

Durante el viaje allí, los secuestradores no le hicieron nada. Ni siquiera confiscaron su teléfono.

O son increíblemente estúpidos o estas personas están tramando algo.

Los dos hombres no actuaron como secuestradores, eran demasiado aficionados.

Xinghe se burló y respondió a su teléfono.

Era de Mubai.

Habían pasado 30 minutos desde su última llamada y se estaba preocupando porque Xinghe no había llegado.

"¿Estás cerca?" Mubai preguntó en voz baja: "¿Demasiado tráfico?"

"Me secuestraron", dijo Xinghe directamente.

"¿Qué ..." Mubai hizo todo lo posible por no gritar en el restaurante, "¿Dónde estás ahora?"

Lin Lin, frente a él, vio su reacción y comenzó a inquietarse en su asiento. Su par de ojos negros estaba fijo en Mubai.

"Estoy en una especie de almacén de acero abandonado en las afueras de la ciudad, a unos 15 minutos en automóvil del Primer Hospital", explicó Xinghe con calma, "Comience desde el hospital y conduzca hacia el oeste durante 10 minutos, luego escuchará el repique de un campanario cerca. 5 minutos más de conducción después de eso y estarás cerca de donde yo estoy. Ahora estoy atrapado dentro de una especie de taller. Los secuestradores se han ido por ahora, supongo que están preparando algún tipo de del plan para matarme ".

"¡F * ck!" Mubai maldijo mientras se levantaba de su asiento.

Su ira era palpable y sus ojos brillaban con la intención de matar.

Fury apenas podía comenzar a describir su emoción en ese momento. ¡Alguien estaba apuntando a la vida de Xinghe!

Aparte de eso, también estaba un poco enojado con Xinghe. ¿Cómo puede estar tan tranquila en un momento como este? ¿No está un poco preocupada por su seguridad personal?

Mubai salió corriendo del restaurante, el hecho de que su hijo todavía estuviera allí eclipsó por completo su mente.

"¿Quién te secuestró y cuál es su ángulo? Diles que mientras no te lastimen, ¡podemos prometerles cualquier cosa!"

Xinghe inspeccionó el taller vacío más de cerca y respondió: "Su ángulo es venir por mi vida. Dijeron que son los hombres de Chui Ming ..."

¡Explosión! Antes de que Xinghe pudiera terminar la oración, la puerta se abrió de golpe y dos sombras entraron en la habitación.

Uno de ellos ladró y cargó con saña contra ella.

Xinghe saltó fuera de su camino en pánico y su teléfono se le cayó de la mano.

Ella realmente evadió la muerte por la anchura de un cabello. Un segundo más lento y habría sido derribada al suelo.

Después de la evasión, no se detuvo a respirar, comenzó a correr.

Los dos perros lobo gigantes la persiguieron locamente ...

La puerta del taller se cerró una vez más y los hombres que estaban afuera comenzaron a reír. "Un poco de atención, ¡los dos no habían sido alimentados durante una semana, así que estoy seguro de que no pueden esperar para hundirte el diente! ¡Qué suerte, ya que podrás verte devorado vivo! "