En uno de aquellos mercados clandestinos se encontraba la familia Bellasquet buscando un poco de alimentos que pudiesen costear.
Se podía notar la desesperación y la angustia del hambre en cada uno de ellos, pero no reinaba ese sentimiento de angustia en la pequeña Rita. Ella se maravillaba por aquellos objetos brillantes y ostentosos que pudiese mirar, tocar, oler.
Fue entonces cuando la pequeña Rita aprovecho aquel descuido de su madre, quien se encontraba regateando un predio por algunas sobras de pan. Desprendiéndose de su mano, explorando en los pequeños puestos, sin percatar que se había perdido de la vista de toda su familia.
Llego a un singular puesto, que contaba con diferentes maletines, candeleros de metal y bronce, vestidos de seda y encaje, sombreros de elite, abrigos, todos ellos un poco deshilados y libros cubiertos por pequeñas capas de polvo junto a otros singulares artículos brillantes y radiantes para su vista.
Aquella niña se veía encantada por aquellos objetos.
—¿Buscas algo en especial pequeña damisela?—pregunto— aquel señor un poco desaliñado y descuidado de su imagen, pero que causaba en la pequeña Rita cierto asombro y agrado por su peculiar saco lleno de polillas digno para alguien como él.Aquella niña se ruborizó, pero no fue motivo para dejar de observar en lo particular aquellas muñecas de porcelana y trapo.
—¡He, notado que te ha gustado la pequeña Rubí! —dijo aquel señor, sujetando aquella muñeca—toma, mírala—agregó aquel ferviente vendedor misterioso.Rita sujeto aquella muñeca y su rostro se iluminó en cuanto le vio aquel semblante que carecía de un ojo del lado izquierdo.
—¿Qué tienes que ofrecer para este anciano a cambio de una de mis mejores muñecas pequeña damisela? —pregunto —aquel señor colocando sus manos en el pecho justo donde se encuentra el corazón.Rita miró su mano derecha y observo el anillo de oro que su padre le había obsequiado en su cumpleaños. Aquel anciano la observo conmovido y le ofreció otra oferta a cambio de aquel objeto valioso.
—Te puedo ofrecer a cambio de ese anillo de poco gramaje, pero de mucho valor sentimental, alguna valija para que puedas cargar a Rubí sin ningún problema y jugar con los enormes tesoros que encontraras dentro de esa valija, claro, siempre y cuando elijas la correcta.
Rita observa fascinada aquellas valijas, llena de intriga y curiosidad por elegir aquel cofre valioso que tendría cientos de riquezas para ella y su muñeca.
—Solo elige con cautela y encanto pequeña damisela, anda elegir la correcta— menciono intrigado por la decisión de la pequeña Rita.Se encontraban diez valijas en aquel tendedero, cada una de ellas de diferentes colores y brillos. Sin embargo, observo en lo particular una que tenía los broches de color dorado más dañados, cubierta por gaucho de color vino, haciendo a un lado a las que se encontraban en perfecto
estado.
—! Has seleccionado la valija correcta pequeña damisela!, solo recuerda que lo que encuentres dentro os llevara a conocer un mundo diferente, lleno de magia y sacrificios, donde el poder que las domine estará en sus corazones, dependerá de vosotros encontrar el camino correcto.Rita sonrió, ante aquellos ojos llenos de asombro, por aquel señor que podría atemorizar a cualquiera en aquel mercado, se desprendió de su anillo del dedo angular e hizo entrega como pago por su justa compra.
—He notado que eres de escasas palabras pequeña damisela?—dijo—aquel personaje.Rita seguía observándolo y con algunos alemanes se comunicó con él —(Soy muda)
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The Hause Dogo
FantasyUna mansion que revelará sus antiguos secretos mágicos levantandose entre las ruinas al llegar una sucesora digna de volver a reinar aquel mundo. Obra pre-registrada ante las leyes mexicanas (INDAUTOR)