El nacimiento de la nueva Diosa

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El inframundo callaba, era lo normal un sitio sin sonidos, de vez en cuando el sonido del sufrimiento de un alma en pena, hoy en especial el Dios del inframundo pearce se encontraba completamente enfurecido, al idiota de su hermano se le había ocurrido invitarlo a la celebración de su hija, como si a el le interesase el nacimiento de una mocosa más, después de que su hermano se quedó con el Olimpo para el y lo envío a podrirse en el inframundo con las almas en pena, estúpido, que descaro tenía, si por el fuese ya lo habría añadido así colección de almas en pena, pero los dioses son inmortales para su desdicha, y ahora ahí estaba obligado a asistir a la estúpida celebración a ver a su nueva sobrina, ya podía imaginarla otra marimacha igual a Su madre, tonterías sentimentales pensó levantadose con fastidio de su enorme trono de mármol negro.

-Oh! Querido señor su carruaje está listo! Y la barca los espera - dijo uno de sus sirvientes con total temor, el Dios del inframundo era temido por todo el mundo ahí abajo tanto en la tierra de los muertos como en la de los vivos.

-Iré enseguida preparen todo, esto será interesante - dijo para empezar a caminar fuera del Castillo, era imponente sin duda, un hombre alto y fornido de cabello castaño oscuro y ojos color miel, su armadura negra también ayudaba a hacerlo ver rudo, sin lugar a dudas la expresión máxima de lo que es un Dios.

Todos los sirvientes presentes se inclinaron cuando  este paso cerca de ellos, sonrió con suficiencia, ser temido y obedecido le encantaba después de todo.

-Barquero Llévame a las orillas del río de la muerte y que sea rápido, mi paciencia y humor no es muy buena hoy que digamos- ordenó con fastidio subiéndose en la barca, el anciano encargado de pasar las almas al otro mundo obedeció de inmediato, casi temblando del temor, Pearce  era imponente.

Navegaron  por el largo río, hasta la orilla, el Dios del inframundo procedió a bajar de la barca, y subio al enorme carruaje negro, que era tirado por caballos azabaches como la noche misma, un cochero conducía el carruaje, una entrada se abrió en la tierra dejando salir el carruaje de infratierra hacia la tierra de los vivos, Pearce observo con desagrado, nunca le había gustado mucho que digamos estar ahí arriba demasiado alegre para el.

El carruaje recorrió los campos verdes y llenos de vida asqueroso pensó para sus adentron, el carruajes paso por un campo de rosas rojas, siempre habían sido para el lo único tolerable de ese sitio tan asquerosamente alegre, las rosas le recordaban que todo lo hermoso puede ser letal, y eso le facinaba en gran parte.

El carruaje se apresuró a subir a lo más alto del monte de los olimpos, a esa pulcra y Blanca estructura de mármol barnizado donde se reunían todos los Dioses, donde su hermano menor Jason era el Dios supremo según quien?  El mismo se había proclamado así, y no valía la pena contradecir a semejante estúpido como lo era el, además abajo en el inframundo al menos estaba a salvo de todos esos molestos dioses.

En cuanto Pearce entró en la sala todos se callaron, y pararon las risas, Dios supremo o no el Dios de la muerte era respetado sin lugar a dudas, y todos sabían que su temperamento no era algo para jugar, por eso le guardaban enorme respeto bueno salvo ciertos dioses....

-Hermano!!! Pensé que no vendrías! - grito Milo el Dios del mar acercándose a su hermano, para abrazarlo acto que Pearce correspondió, a pesar de todo debía admitir amar A sus hermanos.

-Si no venía, bajaba yo mismo a por el- se unió Jason Dios del trueno, a la platica saludo del mismo modo a su hermano mayor.

-Tu bajar allá? Imposible, Eres demasiado engreído para eso- respondió con serenidad Pearce.

-Oh vamos! Hermano no seas así!- dijo Jason sonriendo - además estábamos festejando a nacido tu sobrina! Hija mía y de Kathe La Diosa de la agricultora - sonrió señalando orgulloso la pequeña cuna rosa, que se encontraba en medio del salón, junto a la cuna la Diosa kathe sonreía, mientras necia la pequeña cuna.

-Quieres hecharle un ojo a la bebé?  Es preciosa - mencionó Milo indicándole el camino.

-Oh, no! No me gustan los bebés y sin lugar a dudas no me llevo bien con ellos- sonrió Pearce pasando de lejos la pequeña cuna.

-Vamos hermano Cuéntame que tal todo por alla- pregunto Jason ofreciéndole vino.

-Almas van almas vienen, y nunca se detienen- bromeó el Dios de la muerte.

-No has pensado en casarte? - pregunto el Dios del rayo- digo, nunca supe que te interesará una mujer - mencionó pensativo Jason.

-No, ya sabes todas allá abajo son algo frías y carentes de vida- bromeó de nuevo - además no estoy interesado en algo tan ridículo y cursi no soy como tu o Milo - añadió señalando al chico que coqueteaba con Meghan las diosa de la belleza.

-Tonterías! Algún día te enamoraras ya lo veras- sonrió Jason con esperanzas.

-Si, quien sabes talvez de tu hija- mencionó sonriendo, cosa que no le cayó en gracia a Jason quien fruncio el seño ante la broma- es broma hermano mio, podrías calmarte y relajarte un poco, antes de partirme con tu rayo- mencionó señalando las pequeñas nubes de tormenta sobre su cabeza.

-Disculpame hermano, la broma no fue divertida- sonrió de nuevo.

Conforme avanzaba la fiesta todos bebían vino como locos, o bailaban sus extraño bailes, Pearce por otro lado sólo observaba irritado y con ganas de volver al inframundo, algo atrajo su atención y es que kathe parecía mariada o sintiéndose mal, así que se acercó a ella.

-Te encuentras bien?- pregunto una vez que llegó junto a ella.

-Si..Yo Es el bullicio de la fiesta- mencionó tocando su cien-podrías llevarme a fuera?- pidió y Pearce asintió - o espera trae ami pequeñas por favor- Pearce regreso y cargo a la bebé entre sus brazos para salir al balcón con la mujer.

-Te entiendo tampoco soy fan del bullicio - dijo Pearce, su mirada se dirigió a la pequeña nena en sus brazos Milo no mintió era una bebé muy linda, cabello castaño y ojos hermoso a juego, se quedó hipnotizado por la bebé que le sonreía con gracia.

-Es muy linda mi hija cierto- susurró su madre viendo la tierna escena.

-Si, como se llama?- pregunto interesado por primera vez en la noche en la pequeña bebé.

-T/N ese es su nombre, aún no sabemos que poderes tendra- añadió kathe sonriendo, mientras acariciaba la mejilla de su bebé.

-T/N? Es lindo un nombre digno de una Diosa, podría robarle el título de la Diosa de la belleza a meghan cuando crezca- dijo sin pensar, si ok la bebé  era adorable, talvez no había sido una pérdida de tiempo llegar ahí después de todo.

La bebé le sonrió y estiró sus pequeñas manos hasta tocar las mangas de la camisa de Pearce,  en donde empezaron a crecer rosales que subieron por su brazo hasta el cuello de la camisa, rosas rojas y hermosas tan rojas como la sangre misma, Pearce observo asombrado lo que su sobrina acababa de hacer al igual qué  su madre.

-Tiene poderes de naturaleza - mencionó su madre con emoción mientras le arrebata a la nena de los brazos al Dios del inframundo, quien observaba perplejo lo perfecto de las hermosas rosas que adornaban su armadura.

-Así parece...-

-Tengo que decírselo a Jason! - chillón la Diosa dándole nuevamente la bebé a Pearce mientras partía en busca del Dios del trueno.

-muchas gracias mi pequeña T/N- susurro dulcemente a la bebé mientras cortaba una rosa de su armadura para colocarsela a la nena- talvez seas la primera Diosa que me agrade después de todo- susurró cargando a la dulce bebé que solo sonreía al verlo.
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Denle amor! Aclaró esta es una adaptación así que no será 100% como el la mitología ya que lleva partes de mi! Y le cambié los nombres a los Dioses por los del elenco!  Para aclarar es una adaptación!

Pdt: Pearce pedófilo xd espero les llame la atención!  Por cierto será algo  corta ya que la historia en si no es muy larga! Una mini novela se puede decir


Between Roses and Skulls (Pearce Joza Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora