Capítulo 13

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La canción había sido entregada ya. Por supuesto, había recibido alabanzas por parte de directivos y compañeros, superando expectativas.

Mark no se había sentido tan tranquilo en semanas. Estaba de buen humor, comiendo y durmiendo adecuadamente y pasaba más tiempo con sus amigos. Casi no pasaba las tardes con John, pues el mayor desaparecía casualmente sin que nadie se diera cuenta, pero siempre conservaban las noches para estar juntos.

Se sentía tan optimista, que decidió que tal vez sería buena idea intentar con la pintura. Incluso si no lo hacía bien, el punto era relajarse.

Estaba tan concentrado, que se sobresaltó cuando alguien tocó su hombro para llamar su atención.

- Hey, Markie. Soy yo – se burló Yuta - ¿me olvidaste por fin? –

¿Qué?

- Por supuesto que no – sonrió tímido – ¿qué hay? –

El japonés lo miró extrañado por unos segundos antes de encogerse de hombros.

- Todo bien, tú sabes. Bien – rascó su nuca – por cierto, te traje esto –

El mayor le extendió un paquete de dulces, haciendo al otro sonrojarse.

- Muchas gracias, hyung –

Yuta sonrió incrédulo. Mark no pudo entender por qué

- No es nada, te veo por ahí – se despidió con la mano, saliendo del aula.

Mark negó emocionado, viendo el pequeño paquete entre sus manos.

Decidió guardarlo para después, así que abrió en su mochila una pequeña bolsita donde usualmente colocaría ese tipo de artículos, encontrándose con la sorpresa de que ya había dulces ahí.

Entonces la reacción de Yuta tuvo sentido.

El mayor había estado teniendo pequeños detalles con él desde hacía un tiempo ya. Le regalaba dulces, lo esperaba para ir con él a casa, lo mensajeaba para desearle un buen día, e incluso un par de veces compró el almuerzo para él.

Pero había estado tan distante por el tema de la canción.

¿Cómo pudo ser tan ciego?

"Bien, Mark" se lamentó "bien".






Donghyuck miró su reflejo en el espejo. Se veía bien.

Hoy había elegido su mejor sudadera, le había dado volumen a su cabello y colocado un poco de bálsamo labial para que sus labios se vieran deseables.

No entendía por qué, no tenía ningún motivo para hacerlo.

Excepto tal vez tu ex novio.

No sabía con quién hablar sobre lo frustrante de su situación. Jeno lo mataría si se enteraba. La última vez había sido de gran apoyo, pero casi golpea a Jaehyun, así que no era una opción. Jaemin se burlaría de él, Renjun le diría que era un idiota y Chenle se lo diría a Jeno si se enteraba. Se sentía solo.

Decidió que ya había perdido demasiado tiempo tratando de ordenar sus pensamientos, por lo que abrió la puerta del baño para salir, pero una mano en su pecho lo empujó nuevamente hacia adentro.

- Hola, lindo – saludó el chico.

- Yang Yang – sonrió - ¿qué hay? –

- No mucho – lo observó detenidamente – te ves muy bien hoy –

- Gracias – respondió tímido.

De todos los estudiantes que lo pretendían, Yang Yang era uno de ellos. No era de los románticos que escribían cartas. Era uno de los chicos del equipo de baloncesto que se la pasaba adulando su apariencia. Jeno le había advertido que era un jugador, pero que el chino le había prometido que cambiaría por completo si conseguía salir con su hermano algún día.

The new guyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora