Han sido días eternos, días que se volvieron semanas y no dudaría que esas semanas ya sean meses...
Han sido noches eternas, madrugadas en silencio y no dudaría que pensamientos también...
Han sido ataques, ataques de ansiedad que sofocan el alma, ataques de una depresión que niega abandonar y no dudaría que todo es orquestado por mi cabeza...
Han sido voces, frases, ideas y no dudaría que todo sea mi inseguridad últimamente...
Han sido días de encierro, uno obligado, uno que crece y no es por un virus, aunque... No dudaría que el virus que me ataca soy yo...
Han sido comentarios, silencios, ideas y fracciones de acciones que no deberían interesar o al menos afectar... Esta vez sé que me duelen más de lo que he querido creer...
¿Han sentido odio por sí mismos? ¿Saber que no es cierto, no poder evitar que eso viva dentro de tu mente y sentirte peor porque sabes que no es cierto?
Alguna vez creí que la incertidumbre era lo peor que te puede pasar... Hoy sé que no.
Lo peor que puede haber es saber que no es cierto, saber que todo está bien, que tu vida va por un buen camino y sentirte insegura, fuera de lugar, como si no encajaras y estorbaras justo donde te quieren, donde te aman.
Sabes que no es falso, sabes que todo es real, sabes que nada es una simple ilusión que se va a acabar... Sabes que todo es malditamente real...
Pero tú cabeza, las voces, las sombras, las alucinaciones lúcidas, los gritos que te impiden dormir.... Ellos, la razón por la que tu vida ha cambiado e intentas disimular, sí, ellos saben que todo está bien y no pararan hasta volver a hacerte sentir mal...
Se alimentan de eso, se alimentan de ti, se alimentan de mí y de todo el que alguna vez mostró debilidad... No son demonios, no es algo sobrenatural, no es un parásito intergaláctico o algo astral que absorba tu energía y te quiere consumir....
Es tu cabeza, como kamikaze, volando lo último que sientes que está cuerdo...
No es gripe, no es un dolor de muela, no es un golpe que tardará en sanar. Es grave, es terminal...
Es mi vida luchando contra mí misma por no acabar con todo porque sé que lo que viene es mejor, lo que viene está cambiando todo en mi alrededor...
Es ese salto que te despierta cuando sientes que caes en un sueño, es un delirio de cordura entre una tormenta de locura...
Es un grito ahogado entre voces que vuelven a decir que estoy armando un drama donde no lo hay.