Staring- Jack ConwayxReader

2. Mal entendidos

En un momento, algunos cuerpos policiales se me quedaron viendo tal escena que se acababa de montar hace nada, algunos se contuvieron en soltar una pequeña risa, ya que sabían cuánto le molestaba al super que lo llamaran de tal manera. La verdad ___ no sabía si era por ella o por algo que dijo, estaba tan confundida y presionada, al mismo tiempo al tener la mirada clavada de aquel hombre que antes le había preguntado algo.
Lo único que se dignó a hacer fue en concentrase en sacar a su hermano ignorando cualquier acción de los demás.

—Vengo a ver a Segismundo Garcia, soy su abogada.— Comentó seriamente.

—¿Abogada entonces eh?...— Le dedicó una pequeña risa y volteaba a ver a Volkov.

Volkov por su parte intentó romper la tensión —Señorita, ¿podría mostrarme algún documento que pueda comprobarlo?— el superintendente rió aún más.

—Pero vamos a ver..., ¿tú crees que Segismundo traiga un abogado de verdad?.
Solo mírala, es una niñata que solo quiere tocar los cojones igual que Segismundo— comentó sin ningún remordimiento a que se ofendiera aquella joven.

Al escuchar todas las mofadas que salían de la boca del superintendente se contuvo a soltarle un buen porrazo y tan solo se cruzó de brazos.

—¿Y usted quién es o qué se cree como para juzgar si soy o no soy abogada?—

El super intendente la interrumpió pero ella aún no había terminado.

—Yo soy dios—

—No no déjeme terminar, que igual usted no tiene pinta de policía..., más bien de un gilipollas que se cree superior a los demás pero en el fondo la está pasando mal y así se desahoga, tratando a los demás como si no valieran una puta mierda.— alzó la voz en la ultima frase ya irritada ante las actitudes que este tipo había tomado.

Todo el personal de policía había escuchado tal revelación que en parte todo el mundo sabía que la chica estaba en lo cierto, pero le tenían tanto miedo hacía el superintendente que todos se quedaron callados expectantes esperando que el superintendente le contestara algo mucho peor que eso pero quedaba claro que ella había ganado.

Volkov e Ivanov trataron de calmar la situación entre ellos dos pero fue inútil.

—Yo creo que hay que calmarnos un momento y centrarse en cosas más importantes, ¿vale?— habló Ivanov poniéndose en medio de los dos.

El superintendente soltó un gruñido y se alejó de toda atención que se encontraba en esa sala, un pensamiento lo detuvo y volvió a dónde estaba la joven tocándose la barbilla.

—Vale..., si tu puto cliente sale de aquí vivo, porque haré lo posible para que eso no pase— le dijo amenazante como ya era de costumbre.

___ Alzó la ceja y sonriendo intentando provocarle más de la cuenta. Ella no era de tipo de personas que le hacían temer tan fácil, había lidiado con bastantes problemas cosas en el pasado y el no era la excepción.

—¿Por qué coño sonríes?— habló de nuevo algo ansioso, esa mujer le ponía de los nervios al no ver que le intimidaba cómo hacía con otras personas, lo cuál era bastante extraño par él.

—¿Me tratas de amenazar cariño?, primero tómate tus pastillas para que no te vayas a morir de un infarto, ¿vale?. No hay necesidad de pelear, pareces un niño pequeño intentando ganar algo que no tiene sentido— Atacó finalmente

El superintendente ya iba a contestarle cuando fue interrumpido.

—¿Por qué no vamos a ver a Segismundo y así puede hablar con su abogado?, acompáñeme a las celdas por aquí...— Contestó Ivanov controlando la situación y dirigiéndose a las celdas dónde se encontraría Segismundo.